Читать книгу Teoría feminista 2: De la ilustración a la globalización - Celia Amorós - Страница 12

BIBLIOGRAFÍA

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FRIEDAN, B., La mística de la feminidad, Madrid, Júcar, 1974.

La segunda fase, Barcelona, Plaza y Janés, 1983.

La fuente de la edad, Barcelona, Planeta, 1994.

Les femmes à la recherche d’une quatrième dimension, Paris, Editions Denoël, 1969.

Life so Far. A Memoir, New York, Simon & Schuster, 2000.

EINSENSTEIN, Z., The radical Future of liberal Feminism, Nueva York y Londres, Long Man, 1981.

JAGGAR, A., Feminist Politics and human Nature, Totowa, N.J., Rowman and Allan Held, 1983.

ROWBOTHAN, Sh., Mundo de hombre, conciencia de mujer, Madrid, Debate, Tribuna Feminista, 1977.

TONG, R., Feminist Thought, London, Routledge, 1992.

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1 Traducido al castellano como La fuente de la edad, Barcelona, Planeta, 1994.

2 Z. Einsenstein, The radical Future of liberal Feminism, Nueva York y Londres, Long Man, 1981.

3 Cfr. Para este término A. Valcárcel, Sexo y filosofía. Sobre «mujer» y «poder», Barcelona, Anthropos, 1991.

4 Aunque Friedan es una feminista que pone el acento en la práctica y en los casos empíricos, todas sus propuestas programáticas las hace desde un ubi teórico determinado: el ilustrado-liberal.

5 B. Friedan, La mística de la feminidad, Madrid, Júcar, 1974, pág. 101.

6 Cfr. ídem, pág. 123.

7 Cfr. ídem, pág. 147.

8 Cfr. ídem, pág. 132.

9 Ídem, pág. 70.

10 Para este tema cfr. C. Amorós, «Espacio de los iguales, espacio de las idénticas. Notas sobre poder y principio de individuación», en Arbor, Madrid, CSIC, núms. 503-504, noviembre-diciembre, 1987, páginas 113-127.

11 Cfr. La mística de la freminidad, págs. 84 y sigs.

12 Si es indiscutible que en los estudios de M. Mead se da una revalorización de las mujeres y los valores y actividades a ellas asociados tradicionalmente, no lo es menos que el discurso de la excelencia que sustenta está teñido de un esencialismo que siempre acaba mostrando su faceta constrictiva.

13 Cfr. ídem, capítulo IX.

14 Cfr. ídem, págs. 243 y sigs.

15 Para esta denominación véase R. Tong, Feminist Thought, Londres, Routledge, 1992, pág. 12.

16 Cfr. B. Friedan, La segunda fase, Barcelona, Plaza y Janés, 1983, págs. 288 y sigs.

17 Cfr. ídem, págs. 259-260.

18 En el trasfondo de esta tesis liberal se oculta el espinoso problema —en el que aquí nos entraremos— de saber si todos los fines elegidos libremente son, por ello, automáticamente buenos o hay que tener en cuenta otros elementos (además de la libertad, sea ésta lo que sea) para fijar su bondad.

19 Cfr. A. Jaggar, Feminist Politics and Human Nature, Totowa, N. J., Rowman and Allan Held, 1983, pág. 28.

20 Cfr. La segunda fase, pág. 228.

21 Cfr. ídem, pág. 303.

22 Con estas siglas hace referencia a una enmienda que defendieron las feministas en los años 80 para que la Constitución americana reconociera explícitamente la igualdad entre los sexos. Finalmente no lo consiguieron.

23 Estas reflexiones de B. Friedan en alguna ocasión le han valido interpretaciones de La segunda fase como una obra cercana al feminismo de la diferencia, con lo cual la autora se desdeciría de las tesis igualitaristas de su primer libro. Por mi parte, estoy en completo desacuerdo con esas lecturas, pues sus afirmaciones sobre los métodos de pensamiento no se pueden interpretar al margen del contexto de la reivindicación política igualitarista de la ERA.

Teoría feminista 2: De la ilustración a la globalización

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