Читать книгу Tener una espalda sana (Color) - Christophe Geoffroy - Страница 27

Оглавление

El concepto Kiné form & santé®

Kiné form & santé®: otro enfoque de la prevención

Más que un método, Kiné form & santé® es una forma de vida. Fruto de veinte años de observación, de atención, de paciencia y de experimentación, este concepto reúne todos los elementos necesarios para ayudarle a ser más responsable de su cuerpo(2).

Kiné form & santé® está dirigido a todas aquellas personas que aspiran a utilizar convenientemente su cuerpo y adaptarse fácilmente –y sobre todo sin el menor peligro– a las diferentes circunstancias de su vida diaria (trabajo, tareas domésticas, tiempo libre, deporte...).

El concepto puede aplicarse en muchos ámbitos, como la preparación física, la alimentación, la higiene corporal o incluso la preparación mental.

En esta obra, el concepto Kiné form & santé® se centra en la espalda y en la zona lumboabdominal.

El método Kiné form & santé®

¡Un método aplicable antes de sentir dolor y cuando éste ya haya aparecido!

El estricto reposo y la inmovilidad, incluso recomendada habitualmente en el caso de las lumbalgias, sólo agravan el problema. Para resultar eficaces, la prevención y los tratamientos deben residir ante todo en el conocimiento de uno mismo, el movimiento y la actividad.

Partiendo de la lógica y la reflexión, el método Kiné form & santé®, que se divide en cinco fases, se basa en la anatomía del cuerpo humano, en su funcionamiento y en la experimentación. Estos datos dictan los gestos que deben ejecutarse o evitarse, mucho antes de considerar el tipo de actividad o la incidencia de las posturas que se adoptan en el puesto de trabajo. Este programa puede resultar también muy práctico para los terapeutas que quieran ayudar a sus pacientes a entender mejor su cuerpo.

Para evitar que una lumbalgia se prolongue –y que ello comporte una incapacidad– las cinco fases del programa Kiné form & santé® pretenden que vuelva a hacer vida prácticamente normal si le duele la espalda. La única condición para conseguirlo: su participación activa, ¡sin la que nada es posible!

El método se ha dividido en cinco fases por razones pedagógicas. En realidad, se mezclan continuamente unas con otras. Antes de profundizar en ellas, aquí tiene una breve teoría.

Recuerde

Cada fase tiene su importancia. Si sólo se limita a una de ellas, no logrará huir realmente de los problemas de espalda.

Con el método Kiné form & santé®:

recupere el bienestar tanto en el trabajo como en su tiempo libre;

muévase minimizando al máximo los riesgos.


Fase 1. Entender cómo funciona la espalda para utilizarla mejor

¡La anatomía y la biomecánica dictan las posturas que hay que adoptar!

Cuando usted utiliza una herramienta de trabajo (el ordenador, por ejemplo), respeta su modo de empleo.

La primera etapa consiste en que comprenda que con su cuerpo sucede lo mismo; si no respeta ciertas reglas de uso, el riesgo de “tener una avería” se multiplica. Habitualmente, usted coloca la espalda de manera inconsciente: sólo se da cuenta y reflexiona sobre ello cuando aparece el dolor.

¡Respete el modo

de empleo

de su cuerpo!


Únicamente podrá cambiar de actitud cuando conozca y comprenda la anatomía y el funcionamiento de la espalda –y, sobre todo, del raquis lumbar–, así como los movimientos que la perjudican.


Fase 2. Sentir y dominar los movimientos correctos


Los principios de la higiene lumboabdominal residen en la realización de diversos movimientos que deberá aprender, como por ejemplo:

las básculas pélvicas (para reducir las presiones lumbares);

meter el estómago (para reducir las presiones intraabdominales);

la respiración.

El primer paso consiste en aprender a reconocer los “movimientos básicos”.

Gracias al dominio de estos movimientos, usted se adaptará a cualquier situación de la vida diaria sin el menor peligro.

Ante todo, se trata de que usted experimente estos movimientos básicos en su propio cuerpo, y luego los repita para acostumbrarse a ellos e interiorizarlos.

En esta fase, usted aprenderá a reconocer cada movimiento de manera aislada, eliminando cualquier limitación que pudiera perjudicar su correcta percepción. A continuación, para que estos movimientos resulten funcionales bastará con que los asocie y los incorpore a sus gestos habituales. Procure no saltarse ninguna etapa, porque, sin esta fase, no tiene nada que hacer.

Fase 3. Adaptarse a las necesidades de la vida diaria


Cuando haya adquirido los movimientos, sólo queda incorporarlos a las situaciones cotidianas. Los gestos que anteriormente “pensaba” ahora salen solos; su espalda adopta espontáneamente la postura correcta.

Estar físicamente preparado para poder adoptar la postura correcta.

Pero para adoptar la postura correcta hay que estar preparado físicamente.

Detecte tanto sus deficiencias como los errores que comete; dicho de otro modo, determine cuándo y por qué solicita en exceso su espalda.

¿no domina los movimientos de báscula pélvica?

¿tiene los isquiotibiales demasiado rígidos y, por consiguiente, no puede colocar correctamente la pelvis?

¿los músculos de la región lumbar no le sostienen?

¿tiene los muslos demasiado débiles porque no los utiliza?

Fase 4. Mejorar y mantener sus cualidades físicas


Después de identificar sus carencias y sus limitaciones, llega el momento de trabajar sus puntos débiles.

Si goza de una buena musculatura lumbar, tiene unos isquiotibiales flexibles y un buen sentido del equilibrio, será un privilegiado, aunque deberá mantener sus condiciones.

Si, por el contrario, no forma parte de este grupo de privilegiados, la repetición regular de ejercicios específicos protegerá, mejorará y reforzará su zona lumboabdominal.

Estos ejercicios, progresivos, exigen poca dedicación, pues sus beneficios están comprobados; practicándolos, adquirirá más rápidamente los automatismos adecuados para cada situación.

Se centran en:

el fortalecimiento muscular funcional (revestimiento);

la flexibilidad;

el equilibrio.

Fase 5. Aprender a relajarse


Aunque la espalda sirve para aportarnos estabilidad y sostenernos, también necesita aflojarse y relajarse después de una larga jornada de trabajo o en ciertas épocas del año. Usted podrá practicar cómodamente en casa o en su lugar de trabajo ejercicios simples de autorrelajación –a base de estiramientos y movilizaciones suaves– acompañados de una respiración apropiada, lo que favorecerá su recuperación.

Los masajes, el calor y las actividades físicas suaves, como andar o montar en bicicleta, serán buenos aliados.

¡Para todos los públicos!

¡El método Kiné form & santé® es para todo el mundo!

El programa resulta eficaz tanto para prevenir como en caso de dolor.

Es tan recomendable para la persona sedentaria que trabaja en una oficina como para el trabajador que no para quieto. Desde los 7 a los 77 años, ¡no hay límite de edad!

Es más, aprender desde muy pequeños cómo funciona la espalda nos servirá para tomar conciencia de ella.

En la práctica

Las claves del éxito

¡El éxito sólo depende de usted!

A lo largo de todo el programa, mantenga la motivación y el deseo de progresar. Tiene que creer, atreverse y desechar los pensamientos negativos tales como: “es demasiado tarde para mí”, “no tengo tiempo” o “nunca lo conseguiré”.

El apoyo de su entorno inmediato, tanto afectivo como profesional, le resultará de gran ayuda.

Piense a largo plazo. Sea constante (practique los ejercicios a diario, basta con 5 ó 10 minutos al día). Ármese de paciencia, porque los resultados sólo llegarán con el tiempo.

¿Cómo tomárselo? ¿Cuándo empezar?

Después de leer este libro, si no tiene ningún problema en particular, puede empezar tranquilamente por el programa básico.

En caso de molestias o dolores, y si ya ha sufrido una lumbalgia, es indispensable acudir a un especialista. Primero le hará un chequeo y después determinará cuáles son sus necesidades y, sobre todo, cuáles son “los pasos a seguir”; aproveche el valor añadido que le brindará el apoyo psicológico de un especialista. Desconfíe de las pautas sistemáticas propuestas sin discernimiento, del tipo “tiene que estirar, tiene que reforzar...”; son demasiado imprecisas, no le convienen. ¡Nada mejor que una consulta con un experto!

Sin duda, en el capítulo Programas y sesiones adaptadas (pág. 249), encontrará una guía adecuada a su perfil, con los elementos necesarios para progresar convenientemente.

¿Qué material necesita?

El material es básico; se resume en una esterilla, una pelota grande (tipo Stability Ball o Swiss Ball) y, ocasionalmente, una barra de tracción para fijar en el marco de una puerta. Los demás accesorios ya los tiene, forman parte de su día a día: una mesa, una silla o un taburete, ¡nada más!

(2) Ver el libro Coachez votre corps, de C. Geoffroy.

Tener una espalda sana  (Color)

Подняться наверх