Читать книгу La constelación tercermundista - Claudia Touris - Страница 5
Agradecimientos
ОглавлениеEste libro es la síntesis de mi tesis doctorado,1 que a su vez fue el resultado de un trabajo de muchos años, a lo largo de los cuales tuve contacto y relación con distintas personas, grupos e instituciones que de muchas maneras posibilitaron que la investigación se desarrollara con éxito y llegara a su fin. A todos ellos –pues no alcanzaré a identificar a cada uno– va mi sincero agradecimiento por su ayuda, sus recomendaciones, consejos y sugerencias. Sin embargo, son muchas las personas a quienes quiero mencionar especialmente puesto que su cercanía en distintas instancias y etapas de mi trabajo merecen mi reconocimiento.
En primer lugar, quisiera hacer mención a José M. Meisegeier SJ, el padre “Pichi”, fallecido en 2011, quien desde que nos conocimos en 1995 me facilitó el acceso a lo que en aquel entonces era su archivo personal, preservado intacto durante la dictadura en la Biblioteca del Centro de Investigación y Acción Social (CIAS). Con suma generosidad e interés por facilitar la consulta de los valiosos materiales que había reunido –con rigor de archivista– a los investigadores profesionales, el padre Pichi me permitió consultar durante largo tiempo la totalidad del archivo que donó en 2008 a la Universidad Católica de Córdoba (UCC) y que hoy lleva el nombre de Archivo Carlos Mugica, Colección Meisegeier. Una parte sustantiva de las fuentes éditas e inéditas de esta tesis fue obtenida en el CIAS. Asimismo, numerosos contactos con otros exintegrantes del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), militantes católicos que actuaron en las villas en la década de 1970, exmiembros del Movimiento Villero Peronista (MVP) como con otros estudiosos del tema pude conseguirlos a partir de la información que me suministró este sacerdote jesuita.
En segundo lugar, cabe mencionar también a Domingo Bresci, quien me autorizó a consultar materiales inéditos conservados en su archivo personal, y a Rubén Dri, quien me prestó la colección completa del boletín Enlace cuando todavía no había sido digitalizada.
En tercer lugar, agradezco la buena disposición para el diálogo de todos los entrevistados (varios de ellos ya fallecidos) que accedieron a dar su testimonio oral y a responder mis preguntas, en algunos casos en más de una oportunidad.
Espacios importantes fueron para mí diferentes grupos de investigación de los que participé y donde pude exponer los avances de mi trabajo. En ese sentido me interesa subrayar el lugar privilegiado que ocupó desde 1996 el Grupo de Estudios sobre Religión y Sociedad en la Argentina contemporánea (RELIG-AR) del Instituto Ravignani de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), coordinado por Luis Alberto Romero y Susana Bianchi, equipo del que formé parte y que coordiné desde 2005 hasta 2015. Fue en ese ámbito donde recibí el mayor estímulo no solo para precisar mejor los alcances de mi tesis doctoral sino de consolidar mi interés y mi especialización en la temática religiosa que constituyó el principal núcleo de mi trabajo académico. A ellos y a mis colegas de ese equipo –sobre todo a Mariela Ceva y a Elena Scirica– quiero expresar mi gratitud por sus aportes críticos y sus lecturas atentas de mis avances.
El otro ámbito que nutrió mi formación fue el Seminario de Problemas de Historia Argentina Contemporánea, coordinado por Luis Alberto Romero y Lilia Ana Bertoni, del que también participé durante varios años y que fue para mí un lugar de gran estímulo para intercambiar ideas, actualizar mis conocimientos y plantearme nuevos interrogantes para mi propio trabajo. En esos dos espacios ha sido fundamental mi sostenido vínculo académico con Luis Alberto Romero, quien dirigiera mi tesis durante su primera etapa y también mi beca doctoral de la UBA (2001-2005), y a quien considero uno de mis grandes referentes intelectuales, además de guardarle especial afecto.
Deseo recordar también a aquellos colegas que en su etapa de estudiantes colaboraron conmigo en la desgrabación y transcripción de las entrevistas: Tomás Anchorena, Valeria Gruschevsky, Carolina Carman, Adriana Torlaschi, Darío Dawyd y Marina Mansilla (quien me asistió además en tareas de corrección). También a Andrea Picardi por ayudarme en la confección del listado bibliográfico y la edición de algunos capítulos.
De manera general extiendo mi reconocimiento a Pablo Ivires, Alejandra Landaburu, María Celia Bravo, Cynthia Folquer, María Pía Martín, Gustavo Morello, Beatriz Bragoni, Valeria Caroglio, Marcelo González, Oscar Campana, José Pablo Martín, Jorge Soneira, José Zanca, Luis Donatello, María Cristina Tortti, Gabriel Seisdedos y Mariano Rodríguez Otero. De manera especial lo hago con Pablo Wright, mi consejero de estudios. Por último, agradezco a Mónica Urrestarazu por su gran trabajo de edición que también hizo posible este libro.
Dado que la tesis de la que partió este libro me ha llevado mucho tiempo y he transitado naturalmente por distintos estados anímicos con relación a la viabilidad de mi pesquisa y mi capacidad para sostenerla hasta el final, siento que esos momentos de incertidumbre, desánimo y parálisis con la escritura no hubiera podido superarlos de no haber contado con el acompañamiento de mi directora Lila Caimari. Desde el momento en que con gran generosidad aceptó dirigirme, transitamos por una relación de extrema cordialidad y confianza que no obturó su manera concentrada y rigurosa de analizar mi trabajo, sin complacencias pero con una actitud paciente y siempre llena de estímulo. Creo que, además de tener el privilegio de aprender al lado de una gran historiadora muchas más cosas de las que sabía sobre nuestro oficio, aprendí también a valorar el lado humano de la tarea docente que implica la formación de colegas más jóvenes o que aún estén en una etapa formativa en materia de investigación.
Por último, quiero manifestar mi gratitud a mis padres. A mi padre, que poco a poco fue entendiendo mejor en qué consistía mi profesión y el porqué de algunas de mis obsesiones, y que con mucho cariño asistió a algunas de las actividades académicas que organicé durante aquellos años antes de su fallecimiento. A mi madre, por haber creído siempre en mí, por aceptar mis elecciones y valorar todos mis logros, en cada etapa de mi vida.
Me gustaría concluir mis agradecimientos nombrando a Patricia Fogelman, por su interés en mis temas de investigación, por su actitud solidaria y paciente, por su creatividad cotidiana siempre sorprendente y que fueron de gran apoyo para mí. Y con relación a la tesis, por su ayuda concreta en la selección de imágenes, en la confección de gráficos –algunos de los cuales se conservan en este libro– y por sus ideas y sugerencias para la edición final.
1. La tesis llevó por título “Catolicismo y cultura política en la Argentina: la «constelación tercermundista», 1955-1976” y fue defendida en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires en 2012. Fue distinguida en 2015 con una mención de honor en el Premio ASAIH a la Mejor Tesis Doctoral 2012-2013 organizado por la Asociación Argentina de Investigadores en Historia (ASAIH).