Читать книгу Cuando el carácter se vuelve difícil con la edad - Claudine Badej-Rodriguez - Страница 17
Capítulo 1
El momento de la jubilación
Pistas que pueden darse
ОглавлениеA menudo, las mujeres resuelven mejor esto: se atrincheran en casa y siempre tienen algo para hacer. Y como les ha costado mucho trabajo disponer de actividades para ellas solas, pueden apreciar este tiempo encontrado. Para los hombres, la pérdida del estatus social es más dolorosa. Si invitamos a nuestros padres a que expresen sus problemas, por poco que estas conversaciones sean auténticas, les daremos ocasión de relativizar las dificultades, y podremos evaluar con ellos lo que puede ser su nueva vida. Es el momento de evocar los viejos sueños: ¿nuestra madre no había dicho siempre que le gustaría pintar, pero que no tenía tiempo? ¿no hablaba nuestro padre, hace unos años, de aprender inglés o portugués? Hay que hacer todo esto sin inmiscuirnos en su vida ni pretender gestionar su tiempo, lo que sería, seguramente, mal recibido. Podemos recordarles que no hay un modelo de jubilación feliz. El proyecto es una forma de ver el mundo, de situarse en el mundo más que de obrar o de moverse en este. Lo importante es recordar lo que les gusta más allá de su vida activa, de sus valores, de su carácter. Todos estos elementos permitirán valorar la situación. Y no debemos olvidar lo útil que puede resultar en este momento enviarles un refuerzo positivo: recordarles lo útiles que son, lo formidables que los encontramos (si lo pensamos así, desde luego…), cómo los necesitamos. ¡Nada como esto para que se sientan valorados en esta etapa de dudas!
Lo esencial
• La jubilación es un periodo delicado para nuestros padres. Necesariamente conlleva unos reajustes, y, a veces, una modificación del carácter.
• No debemos aprovecharnos de su nueva disponibilidad para transformarlos en canguros a nuestra disposición. También tienen derecho a disfrutar de la vida. ¿No paran y no quieren ocuparse de sus nietos? Nada les obliga a hacerlo…
• Si nuestros padres parecen encerrarse en sí mismos, puede ser que necesiten este tiempo para digerir la nueva situación. Por tanto, no sirve de nada presionarlos.