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2. Doroteo en la enfermería: el joven Dositeo
ОглавлениеPero fue en la enfermería donde Doroteo vivió uno de los acontecimientos más determinantes de su vida. Abba Séridos le encargo el cuidado espiritual de un joven paje del general de la región, quien acababa de convertirse con ocasión de una visita a Tierra Santa, y que solo sabía decir “quiero salvarme”. Se llamaba Dositeo23. Doroteo, después de consultar a Barsanufio recibe esta respuesta del Anciano: “Acéptalo ya que es por medio de ti que Dios lo salvará”24.
El joven, vestido todavía de militar, era de aspecto delicado y gracioso25, y como no podía entregarse a trabajos duros ni a grandes austeridades, bajo la guía de Doroteo puso todo su empeño en combatir la voluntad propia en las pequeñas cosas, en desprenderse de todo, en ejercitar la humildad, la obediencia, la mansedumbre y la paciencia, la caridad fraterna, y en vivir en el recuerdo continuo de Dios y en la oración. Por esta constante docilidad a los más humildes deberes de la vida cotidiana, en un lapso de cinco años llegó a la santidad. Una santidad desprovista de dones extraordinarios pero muy auténtica, tal como lo revelan las circunstancias que rodearon su prematura muerte.
Atacado por la tuberculosis lo vemos soportar los últimos meses de vida con una paciencia heroica. Imposibilitado hasta de recitar la oración de Jesús, en forma de jaculatoria continua, se mantiene sencillamente en la presencia de Dios. Recurre a Barsanufio para pedir que oren por el perdón de sus pecados y recibe en respuesta que todo le ha sido perdonado desde su infancia hasta el día de hoy. Pide entonces el permiso al Gran Anciano para poder morir, pero éste le aconseja la paciencia. Unos días después se lo pide de nuevo y recibe el consentimiento del Anciano: “¡Vete en paz! Ve junto a la Santa Trinidad e intercede por nosotros”26. Y Dositeo se fue en paz27.
Tiempo después un venerable monje que estaba de paso por el monasterio de Séridos tuvo una visión donde contempló a Dositeo en medio de los Santos Padres a los que había sido asemejado por la perfección de su obediencia28. Tal como lo había predicho el Gran Anciano, Dositeo se había salvado por medio de Doroteo.