Читать книгу La visión teológica de Óscar Romero - Edgardo Antonio Colón Emeric - Страница 13

Una visión ireneana de Dios y la humanidad

Оглавление

La popularidad de la fórmula de Ireneo es un fenómeno relativamente reciente.75 La frase no aparece en los manuales de teología que circularon durante la primera mitad del siglo XX. Hans Urs von Balthasar es uno de los primeros teólogos en usar esta frase. En The Glory of the Lord, von Balthasar interpreta la frase como una síntesis de la teología de Ireneo.76 En los años inmediatamente anteriores al Concilio Vaticano II la frase se utiliza como clave teológica para la doctrina de la creación (donde la realización humana y gloria divina convergen), la historia de la salvación (donde la culminación de lo humano se cumple en el Hijo y el Espíritu), la eclesiología (donde todos los cristianos son sacerdotes llamados a glorificar a Dios, viviendo para Dios) y la teología moral (en la cual la vida virtuosa glorifica a Dios). En ninguno de los escritos de este período se estudia la fórmula de Ireneo en su contexto original. Se aplica, no se analiza. No se menciona el aforismo de Ireneo en las versiones finales de los documentos del Concilio Vaticano II, pero estuvo presente en el proceso de redacción de estos mismos documentos. Por ejemplo, la frase aparece en los borradores de Gaudium et Spes y sabemos que alentó el desarrollo de un humanismo cristiano con énfasis cristocéntrico. La primera parte de la frase (Gloria enim Dei vivens homo) respalda la preocupación de la iglesia por los asuntos humanos porque la gloria de Dios está relacionada con la realización humana y, por extensión, con el desarrollo social. La segunda parte de la frase (Vitam autem hominis visio Dei) sostiene el humanismo cristiano al subrayar la novedad de la encarnación que hace posible la visión de Dios. Después del Concilio Vaticano II la frase de Ireneo es recogida por Pablo VI, Juan Pablo II, la Liturgia de las Horas y el Catecismo Católico.

Volviendo a América Latina, la “Carta a los jesuitas de América Latina” de 1968 cita la primera parte de la frase de Ireneo como una orden teológica para la defensa de la dignidad y los derechos humanos.77 Los documentos de las conferencias del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) también recurren a Ireneo con un objetivo similar en mente. Hay referencias indirectas a él en las conferencias en Medellín (1968) y Puebla (1979),78 y hay referencias directas en Santo Domingo (1992) y Aparecida (2007).79 En algunos casos, el homo está subrayado para enfatizar la dignidad humana; en otros se destaca el vivens para conectar la fe y la vida. El aforismo de Ireneo también aparece en los escritos de los teólogos de la liberación latinoamericanos. Por ejemplo, Pablo Richard lo usa para vincular el florecimiento humano con la gloria divina.80 La frase también aparece entre los teólogos latinos de los Estados Unidos. Alejandro García-Rivera recurre al lema de Ireneo como la pieza clave de su estética teológica.81 Miguel Díaz lo usa para darle peso teológico a la lucha de latinos y latinas por la dignidad básica.82 Nancy Pineda-Madrid hace un uso similar para las chicanas.83 Es de notar que ninguno de estos escritores se refiere a las palabras de Romero sobre la frase de Ireneo.

La visión teológica de Óscar Romero

Подняться наверх