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3.3. Formación para la salud

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La alfabetización de salud parte de la formación individual y la interacción colectiva con la participación del Estado. Cada uno tiene diferentes componentes, partiendo del conocimiento básico de los factores que afectan a la salud, de su comprensión, la toma de conciencia y el autocontrol. Luego se apunta a la difusión social a través de las habilidades cognitivas que motivan la participación de la comunidad, para culminar en una organización y acuerdos en pro de la alfabetización con la participación de todas las entidades responsables del gobierno (Figura 3.1).

La alfabetizacion de la salud abarca mucho más que la capacidad para leer y comprender materiales escritos, pues implica entender a la comunicación de salud de tal manera que una persona pueda asumir un papel activo en el manejo de su salud. Esta educación se reconoce como un factor que afecta a la comunicación en el continuo cuidado de la enfermedad.

Kickbusch et al. apoyan con el Consorcio Europeo de Alfabetización Sanitaria una amplia definición de la alfabetización de salud, basada en 47 preguntas que miden la dificultad percibida por el paciente en sus tareas (2013, pp. 4-6).

Figura 3.1 Educación (alfabetización) de salud


Fuente: Escoda y Terrazas (2008, p. 27).

La salud está vinculada a la alfabetización e implica el conocimiento, la motivación y las competencias de las personas para acceder, comprender, valorar y aplicar la información sanitaria, con el fin tomar decisiones en la vida cotidiana en relación con la atención sanitaria, la prevención de enfermedades y la promoción de la salud para mejorar la calidad de vida (Harvard T.H. Chan School of Public Health, 31 de octubre de 2012). Esto permite entender lo que su médico le dice, evaluar si la información sobre la enfermedad, encontrar información sobre cómo manejar problemas de salud mental, comprender la información en el envase de los alimentos, y participar en actividades que mejoren la salud y el bienestar en la comunidad (Harvard T.H. Chan School of Public Health, 12 de noviembre de 2012).

En la educación para la salud intervienen factores sociales e individuales. Las habilidades y capacidades individuales son expresiones de la cultura y el lenguaje. También es importante la evaluación de la comunicación y de las habilidades de la gente con la que los individuos interactúan con respecto a la salud, así como la habilidad de los medios de comunicación, del servicio médico público y las agencias gubernamentales, con el fin de proveer información para la población.

Nutbeam (2000b) clasifica en tres niveles la educación para la salud. El primer nivel es la educación básica funcional, que se caracteriza por habilidades básicas en lectura, escritura, y poder funcionar en las situaciones diarias. El segundo es la educación comunicativa o interactiva, en la que se desarrolla habilidades cognitivas, para obtener información y derivar sus significados en diferentes formas de comunicación; y aplicarlas, a su vez, a varias circunstancias. El tercer nivel es el de la educación crítica, en la que se incrementa la habilidad cognitiva, que junto con las habilidades sociales, puede ser aplicada para analizar información y usarla sobre eventos con conocimiento más avanzado. Estos tres conceptos podrían verse como tres niveles de continuidad de educación para la salud. En la tabla 3.1 se presenta una versión resumida de esta clasificación.

Tabla 3.1 Educación para la salud: niveles de conocimientos sobre salud en un entorno escolar


Fuente: St. Leger, L. (2001, p. 201).

Existen diferencias entre la educación crítica y la educación funcional. La educación funcional en salud busca un rango de habilidades y conocimientos comprensibles que ayuden a la gente analfabeta a operar más efectivamente dentro del sistema de cuidados de salud, y de las estructuras económicas, sociales y legales existentes. Esta educación refleja que la gente está más deseosa por la información de salud que se le da y cambiará su comportamiento para contribuir a su bienestar.

Una persona con educación crítica para la salud es aquella que tiene autoridad y autonomía para usar la información que abarca sus comportamientos en relación con sus propios intereses, así como de acuerdo con los cambios desfavorables de las condiciones ambientales. Además, la educación crítica es un procedimiento de diseminación de la información de abajo hacia arriba en la promoción de la salud y de una participación más natural. La gente debe decidir, con la asistencia del educador, qué conocimientos y habilidades son fundamentales para reflejar las experiencias de su ambiente y motivar cambios hacia estilos de vida más saludables. Esta también debe proveer información de los determinantes sociales, económicos y ambientales de la salud.

Las pacientes con deficiente educación para la salud presentan dificultades en la comunicación escrita y oral, lo cual limita su comprensión de síntomas del cáncer y, a su vez, afecta el proceso del diagnóstico. Además, estas barreras dañan tanto la comunicación como la discusión sobre los riesgos y beneficios de opciones del tratamiento; también el entendimiento del consentimiento informado del paciente para los procedimientos rutinarios y los ensayos clínicos.

Una educación para la salud individual es más apta, con el objeto de conocer y responder la pregunta: “¿cómo yo me cuido bien por mí mismo?”. La educación de salud adecuada es la habilidad de leer y comprender la prescripción en los envases de medicamentos, las citas médicas y lo relacionado con los materiales esenciales de salud que se requieran. En respuesta a los cambios en el ambiente social en el Ecuador y, por ende, en la ciudad de Quito está la necesidad de incrementar la educación crítica para la salud, a fin de resolver los problemas.

El analfabetismo sigue siendo un problema penetrante que compromete muchos ámbitos del conocimiento. Uno de ellos, el analfabetismo en salud, que perjudica la calidad del cuidado de salud, limitando el entendimiento, y conduce a resultados deficientes en cuanto al bienestar de la persona. La relación doctor-paciente es indispensable para el mejoramiento de la salud.

Educación y prevención para la salud sobre cáncer de cuello uterino

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