Читать книгу Tu casa sana - Elisabet Silvestre - Страница 10
ОглавлениеLa creación de ambientes interiores para vivir tiene su origen en la necesidad de disponer de un refugio, de un lugar que nos salvaguarde de las inclemencias del tiempo o de la vida salvaje. Poco nos hemos acordado de estos orígenes de las primeras construcciones hasta que ha llegado la situación sanitaria producida por el virus SARS-CoV-2. De pronto, nuestra casa ha pasado a primera línea de la atención como refugio en tiempos de confinamiento. Nunca antes habíamos vivido la experiencia de estar encerrados en casa tanto tiempo, sin contacto con el exterior. La vivienda ha dejado de ser solo ese lugar donde nos recogemos al final de la jornada, para convertirse en el único lugar donde desarrollar todas las actividades de la jornada entera. Se ha tenido que desplegar la creatividad, no así los metros o las condiciones ambientales, para usarla como escuela de los niños, como lugar de teletrabajo, como espacio donde extender la esterilla para realizar algo de ejercicio, donde cocinar más que nunca.
Esta realidad y esta situación han mostrado el rol de la casa como un entorno que nos cuida. Y hemos aprendido a valorar aspectos que ahora ya sabemos que son esenciales para la salud como:
El disponer de la luz natural del sol.
El poder ventilar de forma natural y cruzada (con ventanas o aberturas en paredes opuestas para que se creen corrientes de aire).
El tener una zona de acceso al exterior, aunque sea un pequeño balcón.
El disponer de espacios flexibles que se adapten a nuevas necesidades.
Como fruto de esta experiencia, son muchos los que han empezado a integrar mejor el valor de la salud de su casa.
Somos la llamada «indoor generation»
Hasta la llegada del confinamiento, y a pesar de que pasábamos gran parte de la jornada en espacios interiores, no lo veíamos así. Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos y otros organismos muestran que, con el estilo de vida actual, la población pasa hasta el 90 % de la jornada en el interior de edificios y viviendas.
Un estudio reciente, realizado por YouGov para el Grupo VELUX, bajo el título «The Indoor Generation» se presenta con un vídeo, de solo unos tres minutos, que no deja indiferente y que todos podemos encontrar en Internet.1 Las personas salen a la calle para desplazarse de casa al trabajo, les toca poco el sol y pasan la jornada prácticamente en el interior de edificios, así se define a la «generación doméstica» (o «generación de interior»).
La investigación llevada a cabo para realizar el informe «The Indoor Generation» fue posible gracias a la realización de entrevistas a 16.000 personas de 14 países (Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Eslovaquia, España, Francia, Gran Bretaña, Italia, Países Bajos, República Checa y Suiza), destinadas a valorar la percepción del tiempo que pasamos en los espacios interiores. En abril de 2018 se publicaron los resultados, y se constató que creíamos que pasábamos menos tiempo en espacios interiores de lo que realmente lo hacemos. El dato real es que permanecemos más de 21 horas en espacios interiores, lo que significa el 90 % de nuestro tiempo, cuando los encuestados creían que eran menos de 18 horas.
Otra información que los encuestados desconocían es que el aire interior puede estar más de cinco veces más contaminado que el exterior (de hecho, algunos estudios sitúan el dato en hasta diez veces más) o que las habitaciones de los niños suelen ser las más contaminadas de la casa.
En realidad, de la calidad del ambiente interior depende en gran medida el considerar que una casa es sana.
Pondremos el foco especialmente en los espacios de máxima permanencia, aquellos en los que pasamos más de 4-5 horas al día, porque si algún agente ambiental tóxico puede afectarnos, dependerá del tiempo de exposición, pero también de la dosis o la sensibilidad personal, entre otros factores. El dormitorio, por ejemplo, será un ambiente que analizaremos en detalle en el capítulo 5, ya que, como poco, pasamos en él un tercio de la vida (unas 7-8 horas).
FRASES PARA ACTUAR
Cuidando la calidad del aire o del ambiente interior se cuida de la salud de las personas que viven, trabajan o, en definitiva, que pasan un tiempo considerable en el interior de dicho edificio.
OBSERVATORIO DE SALUD Y MEDIOAMBIENTE DE ANDALUCIA
ILUSTRACIÓN 1. Relación entre los hábitos y los factores ambientales en el entorno del hogar y la salud.
Cuando tu casa te enferma
En contraposición a la idea de una casa sana, el llamado «síndrome de la casa enferma» (SCE) hace referencia a los problemas de salud causados por la contaminación del aire interior, independientemente del lugar, la sustancia causante o la patogénesis. La existencia y definición de este síndrome fue propuesta en 2007 por el doctor Seki y su equipo del departamento de Ciencias de la Vida de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Okayama, en Japón, y su hallazgo se basó en la evidencia de que las personas que vivían en casas nuevas o recién reformadas presentaban una variedad de síntomas definidos como «subjetivos no específicos», que consistían en irritación de ojos, nariz y garganta, dolor de cabeza, fatiga o alergias, entre otros. Estos síntomas se parecían mucho a los que la OMS había descrito en la década de 1980 para personas que trabajaban muchas horas al día en edificios de oficinas, y que en ese momento se denominaron el «síndrome del edificio enfermo».
Bajo la expresión «síndrome de la casa enferma», los estudios científicos describen casos de personas con alergias, afectación por mohos y humedades, y otros problemas de salud causados por vivir en una casa construida con materiales que emiten compuestos orgánicos volátiles (COV) perjudiciales para la salud de los residentes, como son diversos materiales de acabados de interior, como pinturas o barnices, o incluso alfombras y determinado mobiliario.
Otros estudios se centran en la exposición de los residentes en las viviendas a las radiaciones naturales del suelo, como el gas radón residencial; o a la iluminación natural y artificial; o a los campos eléctricos; o también a los campos electromagnéticos. De hecho, en la última década se han ido aportando estudios que determinan cada vez con más detalle y claridad cómo la calidad del ambiente interior beneficia o perjudica a la salud de las personas (ver ilustración 2).
ILUSTRACIÓN 2. Síntomas que se relacionan con la calidad del ambiente interior.
FRASES PARA ACTUAR
Al no dedicarle más esfuerzos y no tener en mayor consideración la importancia del medio en la salud y las enfermedades, estamos perjudicando a la biología.
DOCTOR GARY MILLER,
profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Emory, en Atlanta (2016)
La ciencia del exposoma
Desde inicios de este siglo xx se ha vivido un cambio de paradigma en el abordaje de las causas de las enfermedades. En las décadas de 1980 y 1990, la investigación se centraba básicamente en la genética y se tenía en poca consideración el ambiente.
Durante casi diecinueve años, mi labor profesional se ha centrado en el campo de la genética humana, y de esa etapa recuerdo que, en ocasiones, cuando el diagnóstico no revelaba una anomalía genética, se podía comentar: «Si no es genético, puede ser ambiental». Pero esa referencia al término «ambiental» no recogía ni el conocimiento ni el alcance del mismo tal y como lo entendemos ahora. A día de hoy sabemos que el lugar donde vivimos actúa como verdadero determinante de nuestra salud, y que mientras que el genoma se queda prácticamente igual toda la vida, el exposoma va cambiando (se cambia de casa, se cambia la dieta, se deja o se empieza a fumar, se cambia de cosméticos o se modifican los hábitos de actividad física).
El exposoma se define como la totalidad de los factores ambientales a los que nos exponemos y que nos afectan desde la concepción y durante toda la vida. El exposoma tiene que ver, por tanto, con la exposición a factores ambientales y con nuestra biología en particular, y las estadísticas revelan que casi la mitad de la mortalidad global se debe al exposoma, ya que prácticamente un 80 % del origen de las enfermedades se atribuye al ambiente, y aproximadamente solo un 20 %, a la genética.
Para avanzar en el conocimiento de cómo afecta la exposición a los factores ambientales en la salud de las personas, diferentes científicos están investigando sobre el exposoma. A través de esos estudios se pretende conocer y comprender mejor cómo afecta la exposición global, es decir, considerando el ambiente, pero también la genética.
Es importante destacar que dos de los componentes del exposoma de una persona son: su entorno y su estilo de vida. Pues bien, podemos intervenir y hacer cambios en ambos, a través de nuestros hábitos diarios.
Es a través de esta perspectiva desde la que podemos comprender hasta qué punto juegan un papel fundamental como determinantes de nuestra salud los siguientes aspectos:
el ambiente de nuestra casa,
lo que comemos y bebemos,
los productos que usamos,
el ejercicio que practicamos,
el contacto con la naturaleza.
ILUSTRACIÓN 3. Exposoma: la exposición a lo largo de la vida cotidiana.
La mirada de la OMS
La OMS considera determinantes sociales de la salud «las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluida la influencia del sistema de salud».
Desde la OMS se constata que solo el 20 % de los determinantes de salud se relacionan con el sistema sanitario, al que acudimos cuando nos sentimos mal para que nos ayude a restablecer la salud. Sin embargo, el 80 % de los determinantes sociales de salud se encuentran fuera del sistema sanitario, y tienen que ver con los factores socioeconómicos, los comportamientos saludables y el entorno físico. Así, el mejorar estos aspectos repercute en promover la salud de las personas, algo que pasa por tener acceso a una vivienda digna, disponer de agua y servicios de saneamiento, casas ventiladas y no sufrir pobreza energética, cuestiones todas ellas prioritarias cuando se aborda la problemática de la salud en relación con la vivienda.
También se debe considerar en qué lugar se ubica la vivienda, si tiene cerca zonas verdes, si existen fuentes de ruidos cercanos, si está bien aislada, si está exenta de humedades, si dispone de la iluminación adecuada, si los materiales no contienen tóxicos…, y también si el mantenimiento es adecuado y con qué productos se efectúa.
La vivienda está considerada como un determinante social de salud; por ello, todos los gestos que vayan encaminados a conseguir un ambiente interior más saludable son elementos que suman.
FRASES PARA ACTUAR
El lugar donde vivimos afecta a nuestra salud y a nuestras posibilidades de tener una vida próspera. La mejora de las condiciones de habitabilidad puede salvar vidas, prevenir enfermedades, mejorar la calidad de vida, reducir la pobreza, ayudar a mitigar el cambio climático y contribuir al logro de los objetivos de desarrollo sostenible.
ORGANIZACIÓN MUNDIAL PARA LA SALUD (OMS)
ILUSTRACIÓN 4. Los determinantes sociales de la salud.
En este libro vamos a tratar los aspectos relacionados con cómo mejorar el entorno físico de nuestra casa y cómo adoptar comportamientos y hábitos más saludables. A continuación, vamos a ver los principales factores ambientales a considerar para vivir en una casa más sana.
Los 10 principales contaminantes del ambiente interior
Conocer las principales fuentes de contaminación ambiental que merman la calidad del ambiente interior en nuestras casas es el primer paso para poder evitarlas y respirar un aire más limpio. Muchos productos puede acabar siendo contaminantes del aire: el humo del tabaco, que todavía sigue estando presente en muchos hogares; los materiales de construcción y de acabados de interior, como pinturas, barnices, ceras, suelos, moquetas, alfombras …; los gases y humos derivados del uso de combustibles dentro de casa; los productos de limpieza; los pesticidas y otros productos para tratar las plantas; el gas radón; los productos de higiene personal; y, en general, cualquier producto químico de uso doméstico. En la siguiente página destacada los presentamos, y a lo largo del libro veremos cómo evitar o minimizar su presencia en casa.
1. «The Indoor Generation»: https://www.youtube.com/watch?v=NTnSbjMljHQ&ab_channel=.