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LA TIENDA

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Para construir el mundo lo primero que tienes que hacer es ir de compras a una tienda especializada en partículas subatómicas. No creas que vas a ir a parar a un pequeño comercio, de esos en los que puedes encontrar mantequilla, toallas y martillos en la misma estantería, ni mucho menos. Las partículas subatómicas se venden solo en grandes superficies, de esas que tienen largos pasillos por los que deambulas envuelto en una aburrida música ambiente, solo interrumpida por una seductora voz que anuncia las últimas promociones. Verás que la mayoría de los clientes caminan silenciosamente, llevan gafas y observan. Rara vez compran algo. Son coleccionistas. Y es que la mayoría de las partículas subatómicas no tienen ninguna utilidad práctica.

Como sucede con frecuencia en este tipo de establecimientos, es fácil que al cabo de un rato no sepas dónde estás, ni qué es lo que has ido a comprar. Cíñete a tu lista de la compra y déjate guiar por los paneles orientativos, los que tienen un punto rojo en el que dice: «Usted está aquí» (nunca se equivocan, siempre estás donde dicen que estás).

Lo primero que vas a encontrar son los expositores con los «Kits para principiantes». Son muy económicos y vienen en envoltorios muy atractivos. No te los recomiendo por dos motivos: primero porque las piezas no son siempre de primera calidad y segundo porque suelen dejarte a medio camino. Si vas a construir el mundo no te puedes quedar a medias tintas, o te pones o no te pones. Y piensa que lo de «principiantes» no es más que un reclamo comercial. Además, aunque te suponga un mayor desembolso, te aconsejo que compres piezas de primera calidad, especialmente cuando se trata de cuarks (no te fíes de aquellos que están fabricados en países exóticos).

Bien. Vamos al asunto. Dirígete a la zona de los «Fermiones» y busca la estantería de los cuarks, que es donde vas a hacer tu primera compra. Cuarks los hay de diferentes tipos, pero los que te interesan están en unas cajas en las que pone Up o Down. Si las abres verás que contienen piezas como estas:


La D significa Down y la U Up.

Los hay de tres colores: rojo, verde y azul. Compra varias cajas de diferentes colores. Aunque al principio solo necesitarás unos seiscientos, es bueno que compres de más, ya verás por qué. Después ve a la sección de «Bosones», y, dentro de esta, a la subsección de pegamentos. Has de comprar un Super Glue que en la etiqueta ponga «Gluones». Son bastante caros. Son chinos, pero en este caso no hay dónde elegir, ya que es el único país que los produce. Luego te adentras en la sección de «Leptones». Una vez allí, localiza la estantería de los electrones y hazte con una bolsa de las grandes (la mayoría de las tiendas los venden a granel). Tranquilo. No pesan. Verás que son como un enjambre de avispas enloquecidas, pero no te preocupes porque no hacen nada.

Luego ve a la zona de «Complementos», concretamente a la sección «Mendeléyev». Si estás a principios del curso escolar es probable que tengas que hacer cola, ya que en estas fechas se llena de estudiantes y profesores de instituto. Es donde venden los casilleros. El mundo de los casilleros puede llegar a ser muy friki. Los hay circulares, en forma de hélice o de estrella, con las casillas iluminadas con leds y también con imágenes 3D y sonidos incorporados. Tonterías las justas. Tu casillero ha de tener este aspecto:


Elige el que más te guste. A mí me gustan los que son un poco grandes y de madera natural barnizada. Muchos los venden con un casillero suplementario algo más pequeño, pero de momento vamos a prescindir de él. La distribución de las casillas parece algo caprichosa, pero aquí todo tiene un motivo (o casi todo). Los hay que tienen más de 120 casillas, pero para empezar no te hacen falta casilleros tan grandes. Compra el más pequeño que encuentres.

Y hablando de tamaños, te habrás dado cuenta de que, aunque todo lo que has comprado en la sección de partículas es realmente muy pequeño, los embalajes son desproporcionadamente grandes. Son cosas del marketing. De manera que saldrás con un montón de bolsas. Es mejor que vayas en coche.

Ahora viene lo divertido, que es cuando llegas a casa, despejas una mesa grande que tenga buena iluminación y empiezas a deshacer los paquetes, colocando a la vista y de manera ordenada todo lo que has comprado. Lo mismo que haces cuando vuelves de una compra en Ikea. La única diferencia es que ahora en vez de construir una estantería vas a construir el mundo.

Piensa que te has hecho con un juego de construcciones que no es cualquier cosa. Tienes que leer bien las instrucciones y seguirlas al pie de la letra.

Apaga el móvil.

Empezamos.

Construir el mundo

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