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El movimiento hacia dentro

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El movimiento hacia dentro es la primera fase propulsora de cada estilo competitivo. Sigue el movimiento hacia abajo en el estilo libre, y el movimiento hacia fuera en mariposa y braza. Existe un movimiento propulsor correspondiente del brazo en espalda, pero se llama el movimiento hacia arriba porque el nadador está en posición supina y el brazo se desplaza hacia arriba más que hacia dentro. No obstante, aunque la dirección principal del brazo del nadador de espalda es diferente, en todos los demás aspectos la forma en que se produce la propulsión durante el movimiento hacia arriba en espalda es idéntica a la del movimiento hacia dentro en los demás estilos.

Se describió el movimiento hacia dentro incorrectamente en las anteriores ediciones de este libro. Lo describí como un movimiento que hacía remar el brazo hacia dentro mientras que mayormente no se empujaba hacia atrás. En realidad, los nadadores utilizan la parte interna del brazo, del antebrazo y las palmas de las manos como grandes palas para empujar hacia atrás contra el agua. El movimiento lateral de los brazos durante el movimiento hacia dentro es el resultado de la dirección que debe tomar el brazo para ir desde el agarre hasta la próxima fase de la brazada mientras que también aplica fuerza propulsora.

La primera persona que describió correctamente el movimiento hacia dentro fue Charles Silvia, el entrenador legendario de Springfield College (1970). Se refirió a este movimiento como la aducción de la parte superior del brazo porque se traía el brazo desde una posición por encima de la cabeza hacia fuera y hacia atrás pasando el hombro, y finalmente hacia el lado en un amplio movimiento semicircular. Creía, y con razón, que este movimiento era muy propulsor porque los nadadores podían mantener las manos y los brazos casi perpendiculares a la superficie del agua durante un mayor tiempo durante el movimiento hacia dentro. Esto, a su vez, les permitía hacer una mejor pala con el brazo y la mano durante más tiempo. Sin embargo, yo al igual que muchos otros, renuncié a las enseñanzas de Silvia cuando se hizo popular la propulsión por sustentación. Fue desafortunado porque sus observaciones acerca de la mecánica de las brazadas eran muy astutas. Se ilustra el movimiento hacia dentro desde la vista inferior de un nadador de estilo libre en la figura 3.6.

El movimiento hacia dentro empieza en la posición del agarre después del movimiento hacia abajo o el movimiento hacia fuera, según el estilo. Se desplaza la mano y el brazo entero en una trayectoria semicircular y lateral hacia el lado, hacia atrás y luego hacia dentro hasta que la parte superior del brazo se acerca a las costillas y se trae la mano por debajo del cuerpo. El movimiento hacia dentro termina en este punto y empieza la transición a la próxima fase de la brazada.


Figura 3.6. El movimiento hacia dentro como se utiliza en el estilo libre.

La velocidad de los miembros debe acelerar desde el agarre hasta que los brazos estén desplazándose hacia dentro por debajo del cuerpo, en cuyo momento la velocidad de los miembros se reduce mientras realizan la transición a la próxima fase de la brazada. La parte superior del brazo debe desplazarse casi paralela a la superficie durante el movimiento hacia dentro, y las manos y los antebrazos deben permanecer perpendiculares a la superficie. Puede que algunos nadadores aumenten ligeramente la flexión del brazo durante el movimiento hacia dentro para realizar algunas pequeñas modificaciones en la trayectoria de la mano y del brazo para acelerar el agua hacia atrás más eficazmente. Los brazos deben estar flexionados casi 90° cuando empieza el movimiento hacia dentro, así que cualquier flexión adicional será mínima. Los nadadores no deben empezar el movimiento hacia dentro con los brazos extendidos y luego flexionarlos al traerlos hacia atrás debajo del cuerpo. Se reducirá considerablemente la cantidad de fuerza propulsora producida si los nadadores efectúan el movimiento hacia dentro de esta forma.

En cuanto a la propulsión de avance, los primeros dos tercios son la parte más efectiva del movimiento hacia dentro. Después, la dirección de los brazos cambia desde principalmente hacia atrás hasta principalmente hacia dentro, y reduce la velocidad de avance. No obstante, los nadadores deben seguir aduciendo los brazos hasta que los codos estén cerca de las costillas en el movimiento hacia dentro. Esto colocará las manos y los antebrazos debajo de la línea media del cuerpo, donde se puede ejecutar el próximo movimiento propulsor, el movimiento hacia arriba, más eficazmente. Podrán empujar el agua hacia atrás por debajo de la línea media del cuerpo para maximizar la fuerza propulsora. Traer los brazos por debajo del cuerpo probablemente también permite a los nadadores prepararse para la próxima fase propulsora, y quitar los miembros de la sección de agua que habían acelerado hacia atrás durante los primeros dos tercios del movimiento anterior hacia dentro para meterlos en otras corrientes de agua que todavía no han sido aceleradas hacia atrás.

Antes yo creía que los nadadores remaban con sus manos hacia dentro debajo del cuerpo porque la palma de la mano cambia de inclinación u orientación de fuera adentro durante este movimiento hacia dentro. Pensé que esto indicaba que estaban rotando las palmas y los antebrazos durante esta fase. Ahora creo que la mano y el antebrazo no rotan en el codo sino que se quedan en una posición estática durante este movimiento. De hecho, los nadadores forman grandes palas con forma de bumerán con la parte interna de los brazos, antebrazos y manos. Luego empujan estas palas hacia atrás y hacia dentro contra el agua hasta que la parte superior del brazo esté hacia atrás cerca de las costillas. Esto se produce cuando la inclinación de las palmas y la parte interna del antebrazo cambian de dirección de forma totalmente natural hacia fuera y luego hacia dentro, no a causa de un esfuerzo consciente de girarlos en estas direcciones sino simplemente porque los brazos están desplazándose hacia atrás con una trayectoria con forma de arco que va hacia atrás y hacia fuera durante la primera mitad y hacia atrás y hacia dentro durante la segunda mitad (véase la figura 3.6).

En otras palabras, las palmas y los antebrazos sencillamente miran hacia la dirección en la que se están desplazando durante el movimiento hacia dentro. La rotación procede de la articulación del hombro, y no del codo. Los nadadores deben simplemente mantener las palmas de las manos y la parte ventral de los antebrazos y brazos alineadas como si fuesen una sola unidad. La fuerza muscular para rotar los brazos debe venir de la espalda y de los hombros. Como explicaré en los próximos párrafos, esto hace que el movimiento hacia dentro sea propulsor y muy potente.

Hasta ahora sólo he mencionado un factor que hace que la aducción del hombro sea superior a la remada. Los nadadores pueden utilizar la fuerza de arrastre en mayor grado, lo que a su vez aumenta la fuerza propulsora que puedan producir. Otro factor, que debe tener un efecto aún mayor sobre la producción de la fuerza propulsora durante el movimiento hacia dentro, es que los nadadores pueden utilizar los grandes músculos y producir más fuerza aduciendo los brazos hacia atrás con el hombro que remando hacia dentro. Los grandes músculos de los hombros y del tronco, los deltoides, el pectoral mayor y el dorsal ancho, serán utilizados para realizar el trabajo cuando se aducen los brazos hacia atrás desde el hombro como si fuesen palas. En cambio, no podrán producir tanta fuerza muscular con movimientos de remada. Los músculos pectorales mayores del pecho y los deltoides anteriores de los hombros estarían todavía implicados en los movimientos de remada, pero los nadadores utilizan más fuerza para la rotación interna y menos para empujar hacia atrás contra el agua porque rotan los brazos hacia dentro más de lo que los empujan hacia atrás. Al mismo tiempo, los deltoides posteriores y los grandes músculos del dorsal ancho, que tienen la forma de un gran abanico que cubre la mayor área de la parte superior de la espalda, se utilizarán muy poco si los brazos no se desplazan hacia atrás. No debe ser difícil comprender que minimizar el papel de estos dos grandes grupos musculares reducirá drásticamente la fuerza propulsora que los nadadores pueden producir durante el movimiento hacia dentro.

Otra desventaja de remar, comparada con la aducción del hombro, es que implica a varios pequeños grupos musculares del antebrazo y el brazo para ayudar en la rotación de la mano y del antebrazo.

Los pequeños grupos musculares suelen fatigarse más rápidamente que los grandes. Por consiguiente, los nadadores que reman probablemente se fatigarán más que los que no lo hacen. Por supuesto que los brazos rotan hacia dentro durante el movimiento en el mismo sentido, aunque los nadadores los utilicen como palas. Sin embargo, aquella rotación será efectuada por los grandes músculos de los hombros y de la espalda para aducir el brazo entero. Los pequeños músculos de la parte superior del brazo y de los antebrazos no se utilizarán para rotar el antebrazo y la mano hacia dentro.

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