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¿La rotación longitudinal es fuente de propulsión?

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En la última década, ha habido una amplia aceptación de la creencia de que la rotación de las caderas de lado a lado es el mayor catalizador de la propulsión en el estilo libre y espalda (Prichard, 1993). Se han citado varias analogías de otros deportes para apoyar esta afirmación. Los que proponen esta técnica señalan el hecho de que los atletas en tierra inician los movimientos de golpear, balancear y lanzar con el brazo rotando primero las caderas en la dirección del movimiento, produciendo una suma de fuerzas que empieza en las piernas y que gana fuerza al desplazarse hacia arriba a través de las caderas. Estas fuerzas culminan finalmente en un movimiento de tipo latigazo de los brazos que proporciona una potencia tremenda. Las destrezas tales como golpear con un bate o una raqueta, lanzar una pelota, martillo o disco se realizan de esta forma.

Estos expertos describen la aplicación de la fuerza en la natación como una técnica en la que la rotación de las caderas se transfiere a los hombros y braderas y los brazos, proporcionando más fuerza para la brazada. En otras palabras, los que proponen esta teoría creen que los esfuerzos propulsores de los nadadores de estilo libre y espalda se inician con una rotación de la cadera y que el brazo sigue a la cadera. Esto produce una ganancia de velocidad y potencia de forma similar a la suma de fuerzas que causa la rotación del cuerpo en actividades en tierra.

Sin embargo, esto es malentender el concepto de la suma de fuerzas. Lo que se ha ignorado es que la relación entre los movimientos de los brazos y la rotación de las caderas en la natación es muy diferente de la de las actividades en tierra. Por ejemplo, las analogías que apoyan el papel propulsor de la rotación de las caderas tienen lugar en la tierra, donde los pies están apoyados en el suelo de manera que las caderas puedan rotar alrededor de este punto de apoyo sin hacer que el cuerpo salga volando al espacio.

En cambio, los nadadores están suspendidos libremente en el agua, de manera que no existe ningún punto de apoyo desde el que puedan generar la fuerza. Es cierto que los nadadores rotan las caderas de lado a lado en el estilo libre y espalda. Sin embargo no creo que lo hagan para generar la fuerza propulsora, sino para reducir el arrastre resistivo. Como se explicó en el capítulo anterior, los movimientos ascendentes y descendentes de los brazos ejercen fuerzas sobre las piernas y el torso que los hacen moverse en la misma dirección que los brazos. Si los nadadores dejan rotar el cuerpo en sintonía con los movimientos de los brazos, el cuerpo seguirá con su alineación lateral. Sin embargo, si se resisten a la tendencia de rotar en la dirección en la que se desplazan los brazos, las fuerzas creadas en la brazada harán que el cuerpo se tuerza de lado a lado.

Existe también una diferencia fundamental en la forma en que los atletas suman las fuerzas durante las actividades en tierra y en la natación. En las actividades en tierra, los brazos siguen la misma dirección en la que rota el cuerpo para recoger fuerza. Sin embargo, en la natación el cuerpo y el brazo se desplazan el uno hacia el otro durante el movimiento hacia dentro en el estilo libre y el movimiento hacia arriba de espalda. De hecho, el cuerpo rota hacia el otro lado cuando el brazo está completando la última fase propulsora de la brazada en espalda. En este caso, es evidente que una cadera está siendo simplemente empujada hacia arriba por el brazo que realiza la brazada mientras que la otra está siendo arrastrada hacia abajo por el brazo que realiza el recobro. Realmente no puede haber ninguna suma de fuerzas debida a la rotación del cuerpo durante estos movimientos. Es sólo durante el último movimiento hacia arriba de la brazada en el estilo libre que las caderas y los brazos se están desplazando en la misma dirección, y tanto la cantidad como la velocidad de la rotación de las caderas han disminuido significativamente en este momento.

Para una demostración adicional de que la rotación del cuerpo sigue los movimientos de los brazos y no viceversa, sólo hay que observar los movimientos subacuáticos del nadador de estilo libre o espalda fotograma por fotograma en una película de vídeo. Los movimientos hacia abajo o hacia arriba de los brazos siempre preceden cualquier cambio en la rotación de las caderas. Para parafrasear un viejo dicho, no se puede poner el carro delante del caballo. En la natación competitiva, las caderas son el carro y la brazada es el caballo.

Cómo prevenir el dolor crónico de hombro con el agarre con codo alto

Lograr pronto una posición del codo alto en el movimiento hacia abajo o hacia fuera de los cuatro estilos competitivos es ciertamente una ventaja porque los nadadores pueden empezar a acelerar antes el cuerpo hacia delante.

Dicho esto, debo también mencionar que intentar empujar demasiado pronto en el movimiento hacia abajo o hacia fuera es una de las causas más comunes de la tendinitis en el hombro de los nadadores. Este problema está tan difundido entre los nadadores competitivos que se llama comúnmente hombro de nadador. Como mínimo, la tendinitis crónica disminuirá el rendimiento. En el peor de los casos, puede hacer que los nadadores dejen prematuramente el deporte. Muchos nadadores pueden prevenir la tendinitis o reducir su gravedad si no tratan de elevar los codos mientras empujan los brazos hacia atrás. Deben esperar hasta que los codos se desplazan por encima de las manos antes de empezar a empujar hacia atrás.

La causa más común del dolor crónico de hombro es la fricción causada por la cabeza proximal del húmero (el hueso largo del brazo) al rozar los tejidos blandos que rodean la articulación del hombro: el tendón supraspinoso, el tendón del bíceps y el ligamento coracoacromial (Kennedy, 1978). La situación de estas estructuras se ilustra en la figura 3.12.


Figura 3.12. Las estructuras óseas y ligamentarias de la articulación del hombro.

La rotación medial o hacia dentro es la acción de la articulación que más probablemente causará fricción entre la cabeza del húmero y los diversos ligamentos y tendones que la rodean, y ésta es la acción que realizan los nadadores cuando intentan colocar los codos por encima de las manos en una posición de codo alto. Mientras que es importante conseguir un agarre con codo alto en todos los estilos, respecto a la prevención de la tendinitis, hay una forma correcta y una errónea de hacerlo.

La fricción más intensa tiene lugar cuando los nadadores intentan empujar los codos hacia arriba, por encima de las manos, mientras que empujan a la vez los brazos hacia atrás. La cabeza del húmero es proyectada hacia delante en estrecha proximidad con las estructuras ligamentarias de la articulación del hombro, donde entrará más probablemente en contacto con ellas al rotar hacia delante y hacia abajo. En cambio, la fricción será menos intensa si los nadadores esperan hasta que los codos estén por encima de las manos antes de intentar empujar éstas hacia atrás. De esta forma la cabeza del húmero no será proyectada hacia delante con tanto vigor contra los ligamentos del hombro al realizar el agarre.

Puedes sentir esto tú mismo. Sostén el brazo delante de ti a la altura del hombro con el codo flexionado. Luego, intenta colocar el brazo en la posición de codo alto para el estilo libre empujando el hombro hacia delante y el codo hacia arriba, mientras presionas con la mano hacia abajo y hacia atrás. Deberás sentir una torcedura en la articulación del hombro al desplazarse la cabeza del húmero hacia delante y rotar hacia abajo por encima de varios ligamentos. Ahora, empezando con el brazo estirado en la misma posición, desplaza el hombro hacia delante y el codo hacia arriba mientras mueves la mano hacia abajo, pero no empujes la mano hacia atrás. La sensación de torcedura debe reducirse considerablemente.

Un experimento similar producirá el mismo resultado para movimientos que simulan los que se hacen hacia fuera en mariposa y braza. En este caso, la manera errónea es empujar las manos hacia atrás y hacia fuera mientras se intenta colocar los brazos para el agarre con el codo alto. La manera correcta es deslizar las manos hacia fuera y hacia abajo, pero no hacia atrás, hasta que los codos estén situados por encima de ellas. Muchos nadadores con un historial de tendinitis grave llegan a experimentar poco o ningún dolor en el hombro después de aprender a realizar el agarre antes de empezar a empujar las manos hacia atrás.

Dado que el concepto es reciente, la investigación sobre la relación entre la rotación de las caderas y la fuerza de propulsión es escasa. No obstante, la que existe no apoya el concepto de que la rotación de las caderas aumente la fuerza propulsora. En el primer estudio que simuló la natación de estilo libre (Payton, Hay y Mullineaux, 1997), los investigadores construyeron un modelo del tronco y del brazo. Concluyeron que la rotación longitudinal del cuerpo aumenta las velocidades hacia dentro y hacia fuera de la mano, pero no las velocidades hacia atrás. Esto significa que la rotación del cuerpo puede aumentar la producción de las fuerzas de sustentación en la natación, pero no tendrá ningún efecto sobre la producción de las fuerzas de arrastre. Si crees, como yo, que el arrastre es la fuerza propulsora dominante, un aumento en la cantidad o velocidad de la rotación de la cadera hará poco para mejorar la fuerza propulsora.

En un segundo estudio acerca de la rotación de las caderas y las velocidades de las manos en las que se utilizaron a nadadores como sujetos, Payton, Bartlett y Baltzopoulos (1998) obtuvieron resultados opuestos a los anteriores. Encontraron que la rotación del cuerpo realmente disminuía la velocidad de la mano durante el movimiento hacia dentro de la brazada subacuática. Su conclusión era: “Que los resultados no apoyan la opinión de que los nadadores puedan generar altas velocidades de las manos y grandes fuerzas propulsoras con la rotación del cuerpo durante el movimiento hacia dentro”.

Cappaert (1997) escogió un enfoque más práctico para estudiar este tema. Comparó las velocidades de la rotación de las caderas y las fuerzas propulsoras durante la brazada en un grupo de nadadores. No pudo encontrar una relación significativa entre la fuerza del tirón en el estilo libre y varios aspectos de la rotación de las caderas. Los nadadores que empezaban la rotación de las caderas antes o llegaban a la velocidad máxima de rotación de las caderas antes durante la brazada no producían más fuerza propulsora con los brazos que los demás. Los sujetos eran 11 miembros del equipo residente de natación de los EE.UU. En otra fase de este estudio, entrenó a los nadadores para que rotasen las caderas antes y más rápidamente durante la brazada para determinar si dichas acciones aumentarían la fuerza propulsora que podrían generar. Los nadadores que recibieron este entrenamiento especial no aumentaron la fuerza propulsora de sus brazadas.

La única investigación disponible que sí apoya la rotación de las caderas como mecanismo propulsor fue presentada por Prichard (1993). Afirmó que los nadadores aumentaron su fuerza propulsora después de ejecutar ejercicios para mejorar la cantidad y la sincronización de la rotación de la cadera. Sin embargo, hay que mirar estos resultados con suspicacia. Los gráficos mostraron que los nadadores produjeron más fuerza propulsora mientras nadaban a la misma velocidad. Esto es altamente improbable. Si estuviesen produciendo más fuerza propulsora, cubrirían la distancia más rápidamente.

Otra teoría relacionada con el papel de la rotación de las caderas en la natación es que los nadadores de hecho anclan los brazos en la posición del agarre y rotan el cuerpo alrededor de los brazos para generar la fuerza propulsora. Sin embargo, el razonamiento que hay tras este concepto es igualmente defectuoso. Un brazo que no se está desplazando no puede ganar velocidad o fuerza de la rotación de las caderas. Además, las trayectorias de las brazadas como la ilustrada en la figura 3.10 (véase la página 88) ofrecen pruebas de que los nadadores no anclan los brazos en el agua. Estas trayectorias se dibujan a partir del movimiento del dedo corazón del nadador en relación con un punto fijo de la piscina, y muestran claramente que la mano sí que se desplaza una distancia considerable por el agua con cada brazada subacuática.

El argumento que trato de resaltar es académico. Creo que los brazos y los hombros son los pistones que realmente proporcionan la fuerza, y el cuerpo rota tanto para mejorar los esfuerzos propulsores de los miembros como para mantener una buena alineación lateral. En otras palabras, los brazos dirigen los esfuerzos de los nadadores en la brazada y las caderas los siguen, no al revés.

En todo caso, rotar el cuerpo de lado a lado es esencial para la natación eficaz en el estilo libre y espalda, aunque no por las razones normalmente presentadas. La rotación longitudinal del cuerpo no aumenta la fuerza propulsora, excepto de manera indirecta. La propulsión efectiva hacia delante sufrirá si los nadadores no rotan las caderas suficientemente y si no hay una buena sincronización con la brazada porque, como se mencionó anteriormente, se perturbará la alineación lateral y tanto los movimientos de los brazos subacuáticos como los de la superficie se verán comprometidos.

Quiero presentar un argumento más antes de dejar esta sección. Mis comentarios sobre el papel de la rotación de la cadera fueron motivados por el deseo de ser preciso en cuanto a los mecanismos de la propulsión en la natación humana. Nunca pretendí implicar que la rotación longitudinal del cuerpo no fuera importante para nadar rápidamente. Meramente quería aclarar por qué es importante. Como ya se ha indicado, la rotación de las caderas es una parte íntegra de la natación eficaz en estilo libre y espalda, y debe ser enseñada a todos los nadadores de estos estilos. La mayoría no rotan lo suficiente, ni rotan igualmente a cada lado. Por consiguiente, no hay nada malo en exagerar a la hora de corregir la rotación de las caderas. Los ejercicios que hacen hincapié en la rotación de las caderas ayudarán a los nadadores a realizar una brazada más eficaz y reducirán el arrastre resistivo. Por esto, se desplazarán más rápidamente por el agua.

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