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El papel de la aceleración de la mano y del brazo en la propulsión

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La aceleración de la mano y del brazo llegó a ser un aspecto importante de la mecánica de la brazada con la investigación de Counsilman y Wasilak (1982). Estos dos hombres investigaron la relación entre la velocidad de los miembros y la velocidad de nado, y afirmaron que los mejores nadadores aceleraban las manos del principio al fin de las brazadas subacuáticas. Más tarde, Schleihauf (1986) mostró que este concepto era preciso pero demasiado simplificado. Los nadadores no aceleraban las manos de forma uniforme desde el principio hasta el final, sino que la velocidad de la mano aceleraba por impulsos, disminuyendo y luego aumentando con cada cambio importante de dirección durante las brazadas sub-acuáticas. Sin embargo, las velocidades más lentas de los miembros se veían durante la primera parte de las diversas brazadas subacuáticas, con las velocidades más rápidas ocurriendo normalmente durante la parte propulsora final de las brazadas tal y como habían afirmado Cousilman y Wasilak.

En la figura 3.8 se muestra un patrón típico de la velocidad de la mano para el plusmarquista mundial de 50 m estilo libre Tom Jager. El gráfico superior muestra las velocidades cambiantes de su mano a lo largo de un ciclo de brazada subacuática, y el gráfico inferior ilustra la velocidad de su centro de masas. Los nadadores dibujados en medio muestran qué fase de la brazada estaba siendo completada en cada punto particular de los gráficos. La velocidad de avance del cuerpo de Jager y la velocidad no direccional de sus manos se indican en el eje vertical en m/s. El tiempo que tardó en completar cada fase de la brazada se muestra en 1/100 s en el eje horizontal. Debo aclarar que las velocidades mostradas en la figura 3.8 son tridimensionales. Representan la velocidad real de la mano independientemente de la dirección. Los movimientos de las manos de los nadadores tienen componentes ascendentes, descendentes, laterales y de retroceso, que se combinan para calcular las velocidades de la mano presentadas aquí. Se utilizó la punta del dedo corazón de Jager como el punto de referencia para la velocidad de la mano mientras nadaba a su ritmo de 100 m. Los registros empiezan con el movimiento hacia abajo del brazo izquierdo.

El patrón de impulsos de velocidad de la mano izquierda iba de la siguiente forma. La velocidad de la mano izquierda disminuyó después de entrar en el agua hasta hacer el agarre. La velocidad de la mano aceleró, aunque no de forma máxima, durante el movimiento en ese sentido mientras se desplazaba hacia dentro por debajo de su cuerpo. Luego siguió un corto período de desaceleración durante la transición entre el movimiento hacia dentro y el movimiento hacia arriba, después de lo cual su mano izquierda aceleró hasta su velocidad pico al desplazarse hacia fuera y hacia arriba en dirección a la superficie. La velocidad de la mano izquierda se redujo cerca de la superficie al relajar la presión sobre el agua y empezar el recobro.


Figura 3.8. Un patrón típico de la velocidad de la mano en el estilo libre. El sujeto era Tom Jager.

Un patrón similar de aceleración y desaceleración tuvo lugar durante la brazada derecha. Obsérvese que los períodos durante el ciclo de la brazada cuando incrementaba y reducía la velocidad de la mano corresponden estrechamente a los momentos cuando aumentaba y reducía su velocidad de avance durante el ciclo de la brazada.

El patrón de la velocidad de la mano ilustrado en la figura 3.8 es típico de los patrones utilizados por los nadadores en los otros tres estilos competitivos. En todos los casos, los nadadores aceleran y desaceleran las manos por impulsos cada vez que cambian de dirección durante la brazada, y estos cambios de velocidad de la mano generalmente coinciden con cambios similares en la velocidad de avance del centro de masas. Cousilman y Wasilak (1982) registraron velocidades máximas de las manos de entre 4,5 y 6 m/s en su estudio.

Al parecer, los nadadores no aceleran las manos a velocidad máxima hasta la parte final de la brazada subacuática. Jager, por ejemplo, acelera la velocidad de su mano a sólo 3 m/s durante el movimiento hacia dentro por debajo de su cuerpo y luego a 6 m/s durante el movimiento hacia arriba. Esto significa que escoge intuitivamente utilizar alguna velocidad de mano óptima, en lugar de máxima, en medio de la brazada. Los nadadores probablemente realizan las brazadas de este modo para conservar la energía. Quizás, a lo largo de una prueba, no es posible mantener las velocidades máximas de las manos para la brazada subacuática entera.

Como se esperaría, los nadadores aceleran más las manos en las pruebas de velocidad que en las carreras más largas. Por otro lado, las mujeres generalmente no alcanzan las mismas velocidades de la mano que los hombres (Maglischo et al., 1986).

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