Читать книгу Más allá de la pareja - Eve Rickert - Страница 33

Nosce te ipsum

Оглавление

«Conócete a ti mismo/a». No puedes conseguir lo que quieres si no sabes lo que quieres. No puedes construir una relación satisfactoria sin conocerte primero, sin conocer tus necesidades. La voluntad de cuestionarte las cosas, de ponerte retos, de explorar sin miedo tus facetas más ocultas son las mejores herramientas para llegar a ese autoconocimiento. Una cita a menudo atribuida a Francis Bacon dice: «Tu yo auténtico solo se puede conocer mediante la experimentación sistemática y solo se le puede controlar si se le conoce». Conocer tu propia mente y aclarar tus propias ideas es tu responsabilidad; si no lo haces, el mundo lo hará por ti y terminarás en el tipo de relación que otra gente piensa que debes tener, no en la que tú deseas.

La preparación para poner en práctica el poliamor comienza responsabilizándose del trabajo que debes de hacer. No es fácil. Somos muy hábiles ocultándonos quiénes somos en realidad. Algunas personas somos realmente buenas haciendo que todo parezca ser un problema ajeno. Otras lo somos convirtiendo los problemas ajenos en propios. Nadie se conoce nunca del todo. Pero es algo que comienza con el simple acto de mirar a tu interior, de preguntarte: «¿Esto es un problema mío? ¿Cuál es el problema?». La autoconciencia comienza haciéndonos conscientes, punto.

Uno de nuestros lectores decía recientemente: «Puedes llegar cargando con una mochila, pero eres responsable de saber qué llevas en ella». Otra manera de decirlo es: «No responsabilices a otras personas de tus propios problemas». Por lo tanto, ¿qué debes saber? Primero, cuáles son tus necesidades. A la mayoría nunca nos han enseñado cómo averiguar qué necesitamos, mucho menos saber comunicarlo eficazmente. Habitualmente somos hábiles sabiendo cuáles son nuestras emociones, pero solemos actuar en función de la emoción en lugar de la necesidad real. Por ejemplo, tendemos a pensar que cuando sentimos enfado es porque alguien nos hizo algo malo, por lo que reaccionamos contra esa persona, les decimos lo mucho que nos han herido, y quizá demandemos que dejen de hacerlo. A veces la rabia se debe realmente a lo que creemos que se debe. Pero, a menudo, en las relaciones íntimas, el enfado tiene otras causas. Se debe a una necesidad que no está siendo reconocida o expresada, o incluso, ni siquiera es conocida.

Conectar con esas necesidades puede ser realmente complicado. Por lo que esforzarse en entender las necesidades que provocan tus emociones más profundas es un ejercicio muy útil. Luego habrá que conocer tus necesidades en lo relativo a las relaciones. ¿Necesitas que tus relaciones sean poliamorosas? ¿Necesitas que sean monógamas? ¿Necesitas que al menos exista la posibilidad de que en algún momento llegues a convivir con una de tus relaciones o te opones absolutamente a la idea de convivir? ¿Es el sexo una parte indispensable de una relación íntima contigo? ¿Admitirías relaciones íntimas no sexuales? ¿Admitirías formar parte de relaciones jerárquicas, donde eres una relación secundaria o dependes de un derecho a veto? ¿O necesitas tener más voz en el camino que toma tu relación?

Te puede ayudar replantearte algunas de las que llamas «necesidades» como cosas que te alimentan, cosas que te hacen feliz. De todos modos, hay un peligro en concentrarse en las necesidades, que trataremos ampliamente más adelante. Es el riesgo de tratar a las personas como máquinas de satisfacer necesidades. Por ejemplo, no es raro ver a algunas personas dar detalladas descripciones de cómo serán y qué querrán sus futuras relaciones: qué rol deben desempeñar. Eso es un peligro.

Una manera de pensar sobre el tipo de relaciones que quieres (y buscarlas) sin cosificar a nadie es pensar en qué puedes ofrecer (o no). Algunos ejemplos podrían ser: puedo ofrecer relaciones a largo plazo. Puedo ofrecer relaciones íntimas que no incluyen sexo. Me interesa mantener una familia. Me interesa cuidar de una familia. No voy a mudarme de mi casa a la casa de ninguna de mis relaciones. Solo tengo dos noches disponibles para mis relaciones. Y otros similares.

Este ejercicio puede ser útil para marcar límites y ayudar a aclarar el tipo de relaciones que estás buscando y que puedes mantener. También juega un importante papel en la elección de con quienes tienes una relación, algo de lo que hablaremos más adelante. No va a ser muy satisfactorio, por ejemplo, que termines en una triada cerrada si lo que realmente quieres es una red abierta con la posibilidad de tener relaciones con otras personas. Si estás buscando relaciones a largo plazo, puede que decidas optar por una amistad a largo plazo, en lugar de tener una relación romántica, con personas que están buscando otros tipos de relaciones.

Más allá de la pareja

Подняться наверх