Читать книгу Más allá de la pareja - Eve Rickert - Страница 40
La cuestión de la seguridad
Оглавление¿Por qué buscamos tener relaciones románticas? Para la mayoría, las relaciones son una manera de sentir que nos aman y nos valoran, así como para compartir parte de nuestra vida con quienes nos apoyan y cuidan. Cuando encontramos una relación, o dos, queremos sentir seguridad en ellas: sentir que podemos relajarnos en la seguridad del amor que nos dan nuestras relaciones.
En las relaciones poliamorosas, la necesidad de seguridad tiende a manifestarse de dos maneras. Primero, podemos tener la tentación de buscar seguridad controlando a las personas con quienes tenemos una relación. Nos puede parecer tentadora la idea de que, si conseguimos que nuestras relaciones hagan lo que queremos, sentiremos más seguridad, bien limitando el acceso de las personas con quienes tienes una relación a terceras personas para generar nuestra sensación de seguridad contra la idea de que nos reemplacen, o bien restringiendo la libertad de acción de nuestras relaciones con otras personas.
En cambio, si tenemos empatía, querremos que las personas con quienes tenemos una relación se sientan seguras. Por lo que podría tentarnos aceptar sus restricciones, con la esperanza de que haremos que nuestras relaciones se sientan más seguras. La seguridad es un asunto complicado. Por un lado, nuestras decisiones afectan mucho a la seguridad de nuestras relaciones. Por otro, la auténtica seguridad tiene que construirse desde nuestro interior. La seguridad que depende de las acciones de otra persona es frágil, y se pierde fácilmente.
Hay cuatro principios sobre la seguridad personal que parecen ser verdad:
• Es imposible «hacer» que otra persona se sienta segura. Podemos facilitar una actitud comprensiva y de apoyo dando confianza, escuchando, comportándonos de manera considerada, pero estas acciones no pueden convertir a otra persona en segura. Se requiere trabajo personal de esa otra persona para que tenga la sensación de seguridad y confianza.
• Es casi imposible construir una relación sólida de cualquier tipo en medio de la inseguridad. Esto parece ser especialmente cierto en el poliamor.
• La inseguridad crea sus propias pruebas y refuerza sus propias premisas. No hay nadie con el tiempo y esfuerzo suficientes para hacer que una persona insegura vea la luz y se dé cuenta de que su inseguridad es infundada. Deberá enfrentarse voluntaria y deliberadamente a esa inseguridad, comprenderla y entonces decidir superarla.
• Enfrentarse de forma voluntaria y deliberada a la inseguridad, comprenderla y decidir superarla es un trabajo aterrador, incómodo. Mirar de frente nuestros demonios interiores es tan incómodo que puede hacer que parezca más fácil gatear sobre cristales rotos rociados con alcohol y veneno de serpiente. Es poco común que una persona esté dispuesta a hacerlo sin que le empujen a ello. Y este principio tiene una conclusión final.
Intentar evitar molestar a una de nuestras relaciones cediendo ante su inseguridad, o evitando lo que pueda provocarla, puede, precisamente, propiciarla, reforzando en lugar de aliviar el problema. Precisamente las cosas que haces para intentar que sienta más seguridad pueden empeorar esa inseguridad.
Otro punto que hemos aprendido: por muy contradictorio que parezca, a veces una sensación duradera de seguridad se deriva más de saber que teniendo una relación con quien puede irse, decide quedarse, que de intentar obligarle a que se quede.