Читать книгу Vida campesina en el Magdalena Grande - Eliana Milena Toncel Mozo, Fabio Silva Vallejo - Страница 9
¿Cómo surgió esta “polvareda” de pequeños asentamientos?
ОглавлениеSeguramente, como lo afirma Marta Herrera, de los deseos de libertad que siempre mantuvieron “los libres de todos los colores” durante la colonia, quienes no se dejaron confiscar sus pocas tierras durante la Primera República (en el siglo XIX) que llegó hasta la Constitución de 1886, ni por la Segunda República, que llegó hasta 1991 y que para algunos sectores de la política aún no existe.
No obstante, en general, como lo señala Diana García (2016), el estudio de pequeños asentamientos nucleados, rurales, no cabía en la historia económica y social, pues fuera de la fuerza de trabajo que aportan a las grandes haciendas ganaderas ni siquiera eran tenidos en cuenta como pequeños productores rurales de auto subsistencia. Solo empezaron a aparecer en las crónicas judiciales de los años de 1970, pero como invasores de tierras ociosas. Posteriormente, en los años de 1980, hacia finales del siglo XX, constituyen las noticias más importantes de la crónica roja de la prensa nacional y regional como los lugares en donde se desarrollan las masacres más aterradoras de la historia del conflicto armado colombiano.
La mayoría de estas masacres fueron cometidas con el argumento de evitar que los comunistas invadieran las tierras prometidas por la reforma agraria. Para los militares, estas gentes humildes estaban apoyadas por guerrillas de todo tipo que se tomaron el poder por las armas, por lo que era correcto suponer que todas las personas pobres y sin tierras que trabajaban como obreros en las haciendas o que reclamaban los derechos prometidos por la reforma agraria también eran comunistas o, por lo menos, “colonos de mala fe” en el argot de las notarías y las inspecciones de policía. Sin embargo, tal vez la razón más importante fue la de someterlos por la fuerza a reasentarse en las ciudades o a situarse cerca de las plantaciones que se empezaron a desarrollar a fines del siglo XX, especialmente de palma africana, como mano de obra barata, temerosa y dócil, lo que parece haberse conseguido en amplias regiones como, por ejemplo, en el caso de Guacoche, Cesar.