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3. EL ÉXITO DE LA CONJUNCIÓN REPUBLICANO-SOCIALISTA
ОглавлениеEl año 1909 marca un hito en la trayectoria del Partido Socialista, la táctica llevada a cabo hasta entonces de no realizar pactos, y que le había llevado a una marginación política, queda aparcada y es sustituida por una nueva estrategia de coalición con los republicanos.
Esta decisión produjo un gran debate en el VIII Congreso socialista celebrado a finales de 1908, y significó el fin del aislamiento político del Partido Socialista, mientras que para los republicanos esta era la ocasión que buscaban para agrupar a las diversas tendencias del republicanismo y afianzar su influencia sobre las clases populares para por fin instaurar la república.17
La conjunción sirvió en Almería para aunar esfuerzos y cerrar diferencias entre los militantes socialistas. Así Tomás Alonso, que se había apartado de la primera línea de acción en 1903 por sus diferencias con la directiva del Partido Socialista en cuanto al pacto con los republicanos, volvió ahora con nuevos ánimos participando en los mítines que se celebraron en la circunscripción con motivo de las elecciones municipales celebradas en diciembre de 1909.
Para celebrar este acuerdo entre socialistas y republicanos se celebra un importante mitin en el teatro Variedades. El acto será presidido por el concejal y presidente de la Junta Municipal de la Unión Republicana, Manuel Pérez García, y a él acudiría numeroso público. Por parte de la Agrupación Socialista intervienen José López Ruiz y Miguel Cruz Maldonado, y Tomás Alonso en representación del Centro Obrero.18 Precisamente este último fue uno de los más aplaudidos, y en su discurso trató de explicar a los allí presente la importancia de los obreros contra un Gobierno que no les tenía en cuenta.
Uno de los acuerdos que salen de este mitin es la presentación de candidaturas mixtas republicano-socialistas para las elecciones municipales que se celebrarían a finales de ese año; siguiendo las recomendaciones del PSOE a sus agrupaciones, estas debían intentar llegar a un acuerdo o apoyar las candidaturas republicanas. Se formará de esa manera un bloque de izquierdas que se aleja de las demás formaciones políticas y que intentará hacerse con el favor del voto obrero.
Miguel Cruz Maldonado será el representante socialista que luchará por el distrito centro. Pero el resultado no fue el esperado, los republicanos obtuvieron tres concejales, y los socialistas ninguno. Estas elecciones no significarán un ascenso en relación con las municipales anteriores, pues se celebraron en un momento en el que muchas organizaciones obreras aún no se habían recuperado de la crisis de 1905.
La campaña electoral se basó en la celebración de mítines en la capital, en tanto que se prestó menos atención a los pueblos de la circunscripción, posiblemente ante el convencimiento de que sus esfuerzos serían inútiles ante el profundo arraigo de las prácticas caciquiles en el medio rural. En todos estos mítines, los candidatos se dirigían a un público mayoritariamente obrero, por ello eran constantes los llamamientos a participar en la política ejercitando su derecho al voto.
Resalta la importancia que tiene el ejercicio del derecho al sufragio y cómo el obrero debe proceder con entera conciencia del acto que realiza al depositar su voto en la urna.19
A pesar de la derrota de su candidato, la agrupación socialista resultó fortalecida tras las elecciones, lo que les hizo reafirmar su voluntad de mantener la conjunción para el advenimiento de la república y seguir luchando por conseguir más apoyo de los obreros. Algunos intelectuales y clases medias urbanas comienzan a acercarse a las ideas socialistas, pues tenían la esperanza de que el cambio político estuviera cerca.
En enero de 1910 la Juventud Socialista se vuelve a constituir siguiendo el llamamiento hecho por la Federación Nacional para que los jóvenes socialistas se organicen y apoyen la labor del partido. Establece su domicilio social en el Centro Obrero, elige la junta directiva que se compondrá de la siguiente forma: presidente: Juan Cabrerizo Torres; tesorero: Joaquín Díaz Gallart; contador: José Rodríguez Pastor; secretario: Juan Nieto Urrutia; vocal: Luis Martínez Martínez. En esta misma reunión deciden nombrar una comisión compuesta por Ricardo Sánchez Sánchez, Juan Nieto Urrutia y Francisco Gil Martínez, que deben recorrer los distintos talleres y fábricas de la ciudad exponiendo las ideas socialistas a los obreros, incitándoles a unirse a ellos.20
A los pocos días, la Agrupación Socialista de la capital elige nueva junta directiva, siendo nombrado presidente Antonio Hernández Clemente; secretario, Francisco Vicente Rivas; tesorero, José López Ruiz; Contador, Agustín Úbeda González; y vocal, Raimundo Rivero Romero.21 El domicilio social de la Agrupación se encuentra en calle Merino número 8.
Este ciclo expansionista se encontrará con algunos problemas derivados de las tensiones internas de sus socios los republicanos. En este contexto es el que se sitúa la gira de propaganda que realiza el dirigente social-ugetista Vicente Barrio a finales de enero de 1911, y que le traerá a Almería tras visitar la provincia de Córdoba.
Con motivo de esta visita, los obreros de la localidad de Pechina organizan un mitin que se celebra el día 16 y al que asisten obreros de Viator, Huércal y Almería. Intervienen Nicolás Escoz, vocal de la Casa del Pueblo y José López, con el teatro totalmente lleno, incluso asisten mujeres obreras que ocupan los palcos.
Durante el mitin se hace un llamamiento a los trabajadores para que se asocien en las sociedades de resistencia. Barrios lanza duros ataques contra el Gobierno, describe los horrores de la emigración y la guerra, ensalzando las excelencias del socialismo y su aspiración redentora «apartando a la mujer del confesionario y al hombre del juego y las tabernas».22
Además, se dirige a los intelectuales, haciendo un llamamiento a todos aquellos que alguna vez habían pertenecido al partido y ahora estaban distanciados:
[…] esperamos que aquellos que ya conocen la idea vuelvan a sus respectivos puestos, de los hombres sinceros, de buena voluntad y amor a sus semejantes ingresen en el Partido Socialista, llámense estos obreros manuales o intelectuales.23
Tras la visita de Barrios, varias sociedades obreras de estas localidades deciden adherirse a la UGT, en concreto la de Oficios Varios y Agricultores de Benahadux24, y la de obreros barrileros Hacia la vida de la localidad de Pechina.25
En cuanto a las relaciones con los republicanos dentro de la conjunción, se siguen llevando a cabo acciones conjuntas, de acuerdo a las directrices del Comité Nacional. De esta forma la Agrupación de Almería se adhiere a la manifestación que se celebrará el día 7 de mayo, en vísperas de la apertura del Parlamento.26
Las peticiones son muy ambiciosas: derogación de la ley de jurisdicciones, reforma de la ley de justicia militar, revisión de los procesos seguidos contra Baró, Clemente García, Hoyo, Ferrer y Malet; apartamiento de la política de guerra en Marruecos; un servicio militar obligatorio; supresión del impuesto de consumos; transformación de la hacienda nacional; creación de milicias coloniales voluntarias; aprobación de una ley de asociaciones que someta al derecho común a las congregaciones religiosas, negándoles todo privilegio; desarrollo de la enseñanza conforme a las creencias modernas; fomento de la agricultura, la industria y el comercio y la aprobación de leyes sociales que eleven la condición moral del proletariado.27
La convocatoria tuvo mucho éxito, numerosos grupos de obreros acudieron al llamamiento. Todas las sociedades obreras estuvieron representadas: Hierros y metales, labradores, panaderos, carpinteros, albañiles, etc. Y también asistieron algunos líderes socialistas de los pueblos cercanos a la capital como Viator y Huércal. Al frente de esta manifestación iban los republicanos José Jesús García, Plácido Langle, Manuel Pérez y Antonio Blanes junto con los socialistas Miguel Cruz y Antonio Hernández Clemente.
A mediados de noviembre de 1911 se vuelven a celebrar elecciones municipales, en la que los socialistas almerienses consiguen por primera vez sacar un concejal en el municipio de Gérgal, en unas reñidas elecciones en las que fue rota una urna. Se trata de Juan Ángeles Gómez. Fue un modesto éxito que encontró una respuesta por los caciques locales, según denuncia El Socialista:
Los ladrones del Municipio, de acuerdo con los patronos, han dejado sin trabajo al compañero elegido, que en ninguna parte halla ocupación, con lo cual, se persigue que la necesidad le obligue a marcharse de Gérgal y ni siquiera pueda tomar posesión del cargo. Así dejará libre el campo a la canalla chupadora.28
Estas elecciones significaron un aumento de la presencia del partido en los ayuntamientos de Andalucía.29 La cuestión municipal se va a hacer imprescindible de manera que en el IX Congreso celebrado a finales de 1912, los debates en torno a esta van a ser muy extensos.
El Partido Socialista inicia una tendencia ascendente en estos años, a la vez que la relación con sus socios los republicanos se van deteriorando por los problemas internos que estos padecen. Las causas de este crecimiento se deben probablemente a las numerosas huelgas que se producen entre 1911 y 1912, casi todas ellas con éxito; a las campañas contra la guerra de Marruecos, que se identificó con los movimientos de protestas llevados a cabo por los socialistas; y a los avances electorales obtenidos con la Conjunción.30
Esta expansión se vio favorecida por las campañas de propaganda que desarrollan algunos líderes socialistas por nuestra provincia, preocupados por la cuestión minera y agrícola.
El primero en llegar es el dirigente vasco Facundo Perezagua en abril de 1912. Su presencia se debe a la reciente creación de la Federación Minera, y por lo tanto es necesario un viaje de propaganda por las cuencas más importantes de Andalucía.
Visitará el importante enclave de Gérgal junto a José Solinis Cabarga, y allí se reunirán con los trabajadores de la mina para afianzar el espíritu de unión y «convencer a todos de que el puesto de los mineros que quieren luchar eficazmente contra sus explotadores está en la Federación de dichos oficios».31
En agosto de ese mismo año será de nuevo Pablo Iglesias el que realice un viaje de propaganda por las cuencas mineras del Levante almeriense, visitando las localidades de Cuevas, Garrucha y Pulpí.
El día 15 de agosto llegó a Cuevas donde es recibido como un héroe nacional por los mineros, y al día siguiente dio un mitin en la plaza de la localidad de Herrerías, en el cual Iglesias recomienda «la unión y el trabajo constante para lograr su mejoramiento y redención».32
El día 17 de agosto, el líder socialista se trasladó a la localidad de Garrucha, donde de nuevo fue recibido por todas las sociedades obreras. Aquí también habló de la unión de los obreros y expuso de forma elocuente, las tesis del partido en un teatro lleno de hombres, mujeres y jóvenes que lo escucharon, según recoge El Socialista, en silencio total.33
El tercer día de su estancia en la provincia se celebró un mitin «monstruo», como fue calificado por la prensa, en el teatro Echegaray de Cuevas, a modo de resumen de este viaje de propaganda. En él intervinieron los líderes locales y asistieron miles de obreros de toda la zona. Durante dos horas y media, Pablo Iglesias criticó duramente a la clase burguesa por la explotación que hacía de los obreros, y analizó la evolución del proletariado.34
El viaje fue todo un éxito, pues prácticamente todas las sociedades obreras de los pueblos visitados ingresaron en el Partido Socialista; así lo hicieron la de obreros mineros La Luz, de Garrucha; los obreros mineros de Cuevas y la sociedad de Cargadores y descargadores del puerto de Garrucha.
En 1913 las elecciones a la junta directiva llevan a Juan Cabrerizo a ocupar el cargo de presidente de la Agrupación de Almería, mientras que Antonio Hernández ocupará el cargo de contador; el resto de los elegidos serán Juan Domínguez como secretario, José Rodríguez y Francisco Cruz como vocales. Y trasladan su domicilio a la calle Ulloa 13, en el barrio de la Almedina. Esta será la primera vez que alguien preside a la vez la Agrupación Socialista y la Juventud Socialista.35
Esta segunda etapa expansionista que había conocido el socialismo en Almería, llegará a su fin en 1914 con el estallido de la I Guerra Mundial. El conflicto bélico hundió los mercados exportadores tradicionales de Almería y los centros mineros, lo cual va a perjudicar a las sociedades obreras cercanas al socialismo.