Читать книгу Sobre delitos y penas: comentarios penales y criminológicos - Gabriel Ignacio Anitua - Страница 19
ETHNOGRAPHY (16)
ОглавлениеLa revista que se reseña, Ethnography, da la impresión de no tener como objeto de atención aquellas materias de las que se ocupan los penalistas. Sin embargo, todo lo contrario se desprende del presente número especial, y ello da cuenta de la necesaria interdisciplinaridad de los problemas que enfrenta el derecho penal –y de la imposibilidad de abarcarlos realmente sin atender que pasa en “los jardines de al lado”-. También los números anteriores (dos en el año 2000 y cuatro en 2001 y 2002) se ocuparon de temas relevantes acerca de la policía, el crimen, la ley y la violencia en general. Los editores originarios de la revista fueron los profesores Mats Trondman y Paul Willis, de Suecia e Inglaterra respectivamente. Pero actualmente el último de los nombrados comparte la dirección con un conocido de todos nosotros: el profesor de la Universidad de California (Berkeley) y del Colegio de Francia, Loic Wacquant. Quizás esta designación explique la importancia que ocupan las políticas penales dentro del objeto de estudio de la revista, que está dado por la vida social y los cambios culturales. Como miembros del consejo editorial aparecen otras prestigiosas figuras del ámbito antropológico de distintas partes del mundo (Clifford Geertz entre otros), pero la mayoría de los que han escrito en ella son sociólogos (algunos de la talla de Zygmunt Bauman). La adopción del método etnográfico explica el deseo de abolir la falsa separación entre teoría y práctica, llevando la reflexión teórica al –y también extrayéndola del– campo de investigación.
El número 4 del volumen 3 de esta importante revista tiene como tema central la inspección etnográfica de las prisiones actuales. El curioso título del número especial es explicado por Wacquant como una referencia a un libro de Abbot basado en cartas enviadas por presidiarios. Lo hace en el artículo con el que el propio Loic Wacquant presenta el volumen, cuyo título es “The curious eclipse of prison ethnography in the age of mass incarceration”. Comienza introduciendo el número especial de la revista con una descripción, desde el punto de vista del método etnográfico, de la prisión de la ciudad de Los Ángeles (que los lectores en lengua castellana conocemos parcialmente por otras obras del mismo autor, como Las cárceles de la miseria o artículos como “California, primera colonia penitenciaria del nuevo milenio” publicado en la revista Panóptico de Barcelona). Tras ello señala que el repaso de los trabajos sobre instituciones carcelarias en Estados Unidos demuestra un curioso olvido del análisis de la vida diaria en las cárceles, de las condiciones de esa vida (a lo que denomina enfoque etnográfico), justo cuando ello sería más necesario de acuerdo al aumento del número de detenidos, así como por el empeoramiento de la situación carcelaria. Indica como obstáculos para ese tipo de investigaciones tanto a dificultades propias impuestas por la administración cuanto otras de los propios investigadores universitarias. Señala el autor investigaciones de este tipo en otros países (como las que se presentan en la revista) y por ello propone “internacionalizar” los estudios sobre la cárcel, sobre todo en un mundo actualmente sufriendo en su totalidad las consecuencias del neoliberalismo económico. Asimismo, insiste en investigar la relación entre la cárcel y las instituciones circundantes que sí han sido objeto de estos estudios etnográficos.
Luego, Michael Jacobson-Hardy expone un gran trabajo de fotografías tomadas desde 1991 en cárceles estadounidenses: “Behind the razor wire. A photographic essay”. Si una imagen vale más que cien palabras, las 12 fotos seleccionadas ejemplifican con contundencia los datos que las acompañan sobre una industria carcelaria en la que las mayores pérdidas las tiene el género humano.
La profesora de sociología de la Universidad de Picardía en Amiens Anne-Marie Marchetti describe, en “Carceral impoverishment. Class inequality in the French penitentiary”, la forma en que la cárcel reproduce y amplifica la situación socio-económica de privación absoluta y relativa que padecen los sujetos que son allí internados. Realiza este estudio a partir del análisis de entrevistas realizadas a internos de siete prisiones francesas y a través de sus historias previas y durante el internamiento. Si bien señala que no solo los pobres van a la cárcel, parece que el hincapié puesto en cuestiones securitarias antes que en el tratamiento profundiza la desigualdad inicial de unos y la provoca en aquellos otros casos en que no existía. En todo caso, el que sale de la prisión, lo hace en clara situación de inferioridad económica, cultural y social.
El antropólogo Kiko Goifman, de Sao Paulo, utiliza datos de un estudio etnográfico realizado en video para señalar, en “Killing time in the Brazilian slammer”, la experiencia subjetiva de la utilización del tiempo, en especial el llamado “libre”, en tres prisiones brasileras.
La contribución “Psychopathy and the face of control in supermax”, de Lorna Rhodes, muestra como actúa sobre los presos el control de máxima seguridad basado en el aislamiento. Y además disecciona el uso lingüístico y psicológico de categorías como “psicópata” que contribuyen a profundizar esos efectos, a la vez que dota de legitimidad moral y científica a ese tipo de práctica penal.
Megan L. Comfort de la London School of Economics and Political Science, es autora de “Papa’s house. The prison as domestic and social satellite”. El trabajo forma parte de su más amplia investigación de tesis doctoral sobre el impacto del encierro en la persona de los familiares del encarcelado. En este caso, se basa en 50 entrevistas realizadas a esposas o novias de presos en la cárcel de San Quintín, de California. Las relacionen entre la lógica institucional y los procesos culturales y emocionales dentro de la familia son muy complejas y el análisis de las salas de visita permite a la autora verificar transformaciones de una sobre los otros y viceversa.
El trabajo comparativo (entre San Francisco y St. Louis) de Teresa Gowan, “The nexus. Homelessness and incarceration in two American cities”, sirve para probar la hipótesis defendida por Wacquant sobre la relación entre pobreza y encarcelamiento. En efecto, mediante un estudio en la calle y entrevistas a personas “sin techo” se verifica la mayor debilidad de este grupo de personas para ser criminalizados. Asimismo, mediante conversaciones con presos, se verifica otra vez la dificultad para reiniciar su vida de aquellos que no cuentan con apoyo familiar externo. Ser un “sin techo” pasa a ser un sinónimo de “ex convicto” en las más de las veces. De esta forma, el círculo formado por el encarcelamiento, la vida en la calle y el reencarcelamiento parece no dejar posibilidades a determinados hombres de clases bajas (y ello se amplifica con la cuestión racial). De todas formas, las dos ciudades presentan diferencias culturales y políticas en el proceso de quedarse sin hogar y luego ser derivados fácilmente al control penal: en la próspera ciudad de San Francisco los ex convictos-sin hogar-futuros presos son más ajenos, mientras en la más pobre St. Louis este mismo sector ha nacido y crecido en dicha ciudad, por lo cual el ciclo se presenta en forma más lacerante para los pobladores (aunque la segregación racial es mayor aquí).
El profesor francés Philippe Combessie, en “Making the carceral boundary. Penal stigma in the long shadow of the prison”, analiza el perímetro sensible que rodea y aísla a las prisiones francesas. El proceso de relegación del espacio carcelario (y de sus moradores) es analizado primero desde el punto de vista geográfico y edilicio. Da cuenta aquí también de la progresiva expulsión de las cárceles francesas del centro de las ciudades hacia lugares devaluados económica y simbólicamente. Luego verifica como la prisión exporta sus estereotipos y personajes a las zonas aledañas y en las que interactúan guardas, familiares y los diversos sectores de servicios dependientes de la prisión. Ello dificultará aún más la reinserción de los penados en el ambiente más cercano. La división entre el nosotros y el los otros, es mucho mayor por las marcas dejadas por la prisión (el preso = enemigo) que por otras construcciones sociales.
Finalmente, el profesor de la Keele University Richard Sparks presenta el único artículo de la sección “Ethnography’s Kitchen”. Esta sección se propone fomentar la reflexión sobre los métodos etnográficos. En “Outs of the Digger. The warrior’s honour and the guilty observer” el autor ingles reflexiona sobre las dificultades de los investigadores al interactuar con las autoridades políticas y los representantes de los medios de comunicación. Realiza ello tras contar los casos de revueltas en las prisiones británicas de los años noventa, las dificultades de los políticos para hacerles frente con “soluciones”, la creación de unidades especiales carcelarias, su posterior cierre y, en fin, las erráticas actitudes del gobierno y de la prensa dentro de ese proceso.
16- Ethnography, volume 3, nº 4, December, 2002, Special Issue, “In and Out of the Belly of the Best”, Dissecting the Prison, SAGE Publications, London/ Thousand Oak/ CA/ New Delhi. Comentario publicado en Nueva Doctrina Penal, 2003/B, Buenos Aires, Del Puerto, pp. 741 a 743.