Читать книгу El libro de escribir - Gabriela Bejerman - Страница 25

Se acerca la temporada de la felicidad. Promesa de días extendidos sobre un verdor cantarín donde aleteamos, retozamos. Noches encendidas para bailes de fuego salado. Fruta luminosa chorrea entre nuestras manos. Aleluia.

Embeleso. Escribiendo esta consigna abrimos la era del calor con agitación y desmesura, desgranada en puntitos como semillas, como frutillas. Con tonos sutiles de alegría fresca, de pequeñas búsquedas tornasoladas. Delineamos una intensidad jugosa sobre días como acuarela.

Hacé una lista de diez ideas que puedas concretar sin mucha más ayuda que tus ganas y el deseo de acordarte de que ser feliz es fácil. Cuando daba esta consigna en grupos grandes muchas veces coincidían dos propuestas que recuerdo: caminar descalza por el pasto o mojarse bajo la lluvia. No son grandes deseos, como viajar a una playa perfecta, sino algo que cualquier día podrías cumplir con sólo querer estar ahí, en un día de verano, con la vida colmada de un instante presente. Chupándote los dedos.