Читать книгу Prosas y poemas a mi estilo - Horacio García - Страница 11
ОглавлениеMelodía nocturna
Hola, recién te veo, cómo estás, quizás te extrañe, tal vez te inquiete, imagino que sí, nunca antes te hablé, soy solo un desconocido, un contacto más de este inmenso mundo virtual, no voy a decir tu nombre, prefiero guardar silencio y que quede como un misterio, un secreto entre nosotros dos, dejémoslo como una comunicación más en las redes, ya que en este momento, siento que somos amigos, cómplices, sabés, sé que estamos conectados, todos somos energía y yo dirijo la mía hacia vos, te vas a dar cuenta, sí, porque al comenzar a leerme, vas a sentir una pequeña sensación de calor en el pecho, es la señal de que estoy ahí, sí, junto a vos, tu energía se hace una con la mía y nos envuelve, querés saber por qué te hablé, seguro, te cuento, vi tu foto y sentí algo, una atracción, familiaridad, simpatía, corriente de afecto, como si te conociera desde siempre, como si a través de los tiempos hubiéramos estado unidos y quería comprobarlo, la sensación es agradable, podés sentirla, el calor aumenta a medida que estamos más cerca y posiblemente sientas que también lo hacen tus latidos, quizás un reflejo de tu alma reconociendo la mía. ¿Qué te parece si para celebrar este encuentro dejamos tu habitación?, sí, salgamos, soltate el cabello, ponete tu mejor vestido y unas gotas de ese perfume, que solo guardás para ocasiones especiales, sabés, estás muy bella, seductora, la velada está perfecta, el cielo profundo, oscuro, pero iluminado por miles de estrellas, el aire fresco acaricia nuestros rostros, las fragancias de la noche embriagan los sentidos, el ambiente libera nuestras emociones. Sí, se sienten a flor de piel, dejémonos llevar, dónde, no sé, la verdad no tiene importancia, solo importa tu compañía, tu presencia, que le da calidez al momento, luces, no, no las precisamos, el brillo de nuestra unión es tan intenso que nos permite ver, aunque solo me interesa verte a vos, la luna, mágica, reinando en la nocturnidad, sí, enorme, blanca, serena, como esta sensación de bienestar, armonía, paz. ¿Te gusta?, te invito a bailar, te agrada el vals, una forma de unir nuestros cuerpos, deja que mis manos te abracen, vos hacelo conmigo, se siente bien, es placentero, perdón por el color de mi rostro, tu aliento tan próximo me inquieta y no puedo negar que lo disfruto, ahora dancemos en una cadencia de suaves melodías, que el sonido de la música nos eleve, girando y girando, el universo, nuestra pista de baile, los astros y el cielo como testigos mudos, soñando, mareados en sentimientos, gozando de las sensaciones que se incrementan con cada acorde, con cada nota que suena en nuestros oídos. Apoyá tu cabeza en mi hombro, descansá conmigo, compartamos este instante que solamente es nuestro, no hay prisa, todo es suave, lento, pleno y si queremos, lo podemos hacer eterno en nuestra memoria, plasmado en color, melodía, imágenes que surjan cada vez que cerremos los ojos, cada vez que estemos solos, en silencio y a lo mejor, con ganas de volver a vernos. Bueno, todo tiempo culmina, más cuando se vive con intensidad, debo irme, no sé vos, yo pasé un rato hermoso, me encantó tu compañía, no dije tu nombre, jamás lo voy a decir, es mi secreto y el tuyo, un viaje, una salida y una noche, un momento compartido, que nada más nos importa a los dos. Adiós, ahora, vuelvo a perderme en este mundo de redes, pero vos ya sabés dónde encontrarme.