Читать книгу Prosas y poemas a mi estilo - Horacio García - Страница 16

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Hola, otra vez por aquí, espero no ser molesto, los domingos a la mañana, muchos duermen y algunos ya estamos dando vueltas, por las dudas hablemos bajo, no despertemos a los tuyos ni a los míos, qué bueno que encuentro a personas como vos, me ayudás a no sentir que soy el único que madruga, prepará el desayuno mientras charlamos, no me molesta, sabés, te cuento que hoy en mi país se celebra el Día de la Madre, muchos sentimientos a flor de piel, la dicha de quienes están junto a ella, los que la tienen, pero no pueden abrazarla, las que están en el cielo hace tiempo y las extrañamos y las que han partido en este momento tan difícil, que muchos ni siquiera pudieron despedir, distintas sensaciones y estados de ánimo, quizás, pero todos unificados en el cariño que merecen, por habernos dado nuestra vida y gran parte de las suyas, por ser cómplices, amigas, confidentes y, sin duda, el amor más desinteresado, genuino y puro que podamos encontrar, habernos dado pertenencia y un lugar seguro, el hogar, donde volver a buscar sus brazos cada vez que lo necesitamos y la enseñanza para que lo hagamos hoy con los nuestros. La mamá de la contención, de los llantos, de los tirones de pelo en las mañanas, con ese peine que asolaba el cabello rebelde, de los consejos, las mil recomendaciones, la de chancleta en mano y nuestra alocada fuga después de la travesura, que quedaba en el grito, porque nunca nos alcanzaba, la que no nos dejaba levantar de la mesa hasta que hubiéramos comido, la que temblaba con nosotros a la primera fiebre, la de las largas discusiones en la adolescencia, la de las eternas prohibiciones que no entendíamos, hasta que hoy lo hacemos con nuestros hijos, la amiga de nuestros amigos, la que siempre estuvo, la que acompañó logros tanto como frustraciones, se alegró con nuestros amores y nuestros hijos y sin duda, compañera en nuestro viaje de vida, fue responsable en gran medida de la persona que somos hoy. Vos, cómo estás, perdón, me puse un poco melancólico, bien, me alegro, hoy cuidarnos y tener salud se hace prioritario, como también resguardar los afectos y las relaciones, a veces la convivencia, los roces que se generan en estas largas cuarentenas terminan produciendo discusiones, que se potencian como los fastidios, los enojos y las peleas, nada, solo pensaba en voz alta, gracias por la charla, por la compañía, te dejo, voy a despertar a los míos, te puedo pedir un favor, yo ya no la tengo a la vieja, si vos la tenés, le das un abrazo por mí.


Prosas y poemas a mi estilo

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