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Fantasía y deseo

Soy un extraño en tu cuarto, una silueta entre sombras, que te observa sin nombrarte, quien te provoca suspiros, quien estremece tu alma, el que busca tus secretos, tu anhelos, quien acaricia tu pelo, con paciencia, con desvelo, pero en silencio profundo, para que siga tu sueño. Soy el que besa tus miedos y altera tus fantasías, para que vean la luz y se junten con las mías.

Soy el que invade tu mundo, en sigilo, sin permiso, presente sin que lo notes, quien se refleja en tus ojos, que iluminan cada noche, quien arde solo de verte y te desea en penumbras, tan sensual, tan mujer, tan femenina, quizás como el horizonte, más me acerco, más lejana, sintiéndote yo tan mía.

Soy un ladrón temeroso, no quiero ser descubierto, me quedo viendo tu cuerpo, como un lobo contenido, quien acrecienta su hambre, su latir y sus sentidos.

Puede el deseo matarme, hervir la sangre en mis venas, arder mi piel y mi aliento, que te besa sin rozarte, te acaricia sin tocarte, que se estremece y se pierde más allá de tus mareas.

Furtivo acecho en la noche, solo por verte dormida, ansiando estar a tu lado, que me abraces, me acaricies, sentir las pieles unidas, rozar tu cuerpo sería el éxtasis, el clímax, poesía, tu calor, nuestro mayor goce, pero frenar mi pasión solo es morir de agonía.

Te hago el amor en mi mente, entre sábanas de seda, tu cuerpo, mi refugio, mi utopía, mi quimera, tus formas me desesperan, son un camino prohibido, que recorro sin demora, explorando a cada paso, con mis labios encendidos, tu rincones, tus límites, tu frontera.

Pretendo no dejar huella, irme sin que me veas, pero siento que lo hiciste, porque tu cuerpo se mueve, en una suave cadencia, tus colores se acentúan, de pronto te ponés tensa, dejás danzar a tu alma, frenesí de tus caderas, para luego descansar en una muy dulce calma.

Sensaciones encontradas, pasiones desenfrenadas, espacios de mil colores, placeres desconocidos, y tu boca que me quema, me llama, me incita y me consume en su flama.

Pero todo se termina, debo salir de tu mente, así como me creaste, me dejás en la mañana, cruel ser una fantasía en tiempos de la partida, quizás, aunque no lo creas, despierta, vos me recuerdes y quizás hasta me extrañes y vas a esperar la noche, para dormirte con prisa, para soñar con esmero, rescatarme del olvido, para invitarme a tus ansias, para volvernos a amar, para ofrecerme tus ganas.

Simplemente, nos encontramos en sueños, a la misma hora, hasta mañana.

Prosas y poemas a mi estilo

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