Читать книгу El cine en fuga - Isaac León Frías - Страница 23
Las propuestas novedosas
ОглавлениеDos son los filmes que se destacan en este rubro, ambos operas primas: Quién diablos es Juliette (1997) del argentino afincado en México Carlos Marcovich, ya comentado en el número anterior, y Pizza, birra y faso (1998), de los argentinos Adrián Caetano y Bruno Stagnaro. Este último es una crónica social sobre un grupo de jóvenes delincuentes, narrado sin la menor intención aleccionadora o moralista, atendiendo las manifestaciones más banales de las conductas y la entonación espontánea de las voces. Pizza, birra y faso es casi un filme antiargentino si es que por argentino identificamos esa tradición que ha hecho de la impostación verbal una forma de señal de identidad nacional. Antiimagen, al mismo tiempo, del Buenos Aires de postal que tantas veces se ha visto, la recreación visual sombría y azulada del centro de la urbe contribuye a la visión inhóspita, sin estridencias ni acentuaciones de ningún tipo, que el filme propone.
Pizza, birra y faso es una de las más legítimas sorpresas que el cine argentino y latinoamericano todo ha aportado en los últimos tiempos, una bocanada de aire nuevo, pese a desarrollar un motivo que ha sido repetidas veces tratado por las cinematografías del continente. Aquí se demuestra, por enésima vez, que los temas o asuntos no envejecen ni se desgastan si es que están desarrollados con un punto de vista propio. Eso es lo que hace distinta a Pizza, birra y faso.
Pese a que quiere presentarse como original, decepciona, en cambio, una cinta como Bocagem, el triunfo del amor (1997) del brasileño Djalma Limongi Batista, evocación del poeta portugués Bocagem, narrado con imágenes que recuerdan a Fellini Satyricon (Federico Fellini, 1969), y a los filmes de Diego Risquez en un cóctel más bien imbebible. Igualmente, la argentina La dama regresa (1996) de Jorge Polaco, versión kitsch de la vuelta al cine de la sex-symbol platense Isabel Sarli. Aquí se hubiera requerido a un Werner Schroeter inspirado para salvar la empresa del franco ridículo al que ha sido condenada.