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THE CLASSIC DIABLO RECETA
ОглавлениеBatido en coctelera
60 ml de tequila reposado (100% agave)
20 ml de licor de casis
30 ml de zumo de lima
Cerveza de jengibre (ginger beer)
1 gajo de lima
Batimos los tres primeros ingredientes en la coctelera con hielo, y colamos en un vaso Collins alto previamente enfriado con hielo. Acabamos con la cerveza de jengibre y decoramos con un gajo de lima.
Hay varias versiones sobre el origen del Diablo. Una de ellas apunta al estado norteamericano de California como su lugar de procendencia, mientras otra cuenta que fue en la ciudad mexicana de Mérida donde nació la bebida. Lo que sí parece claro es que el combinado surgió hacia 1940 y que aparece con el nombre de Mexican El Diablo ya en el libro Trader Vic’s Book of Food and Drink del conocido barman, escrito en 1946.
Aunque parece ser que en sus inicios fue una variante de un cóctel con base de ron, actualmente se prepara con tequila. Su nombre se debe, parece, al color rojo que le aporta el licor de casis.
El origen y composición de este cóctel trae a colación un tema que, con la globalización y el aumento del flujo de información entre bartenders de otros países, cobra una importancia cada vez mayor por la confusión que puede causar: el de la diferente nomenclatura de las frutas entre los países de habla hispana.
El principal problema es el que generan los nombres del limón y la lima, que se utilizan de manera inversa a un lado y otro del Atlántico: lo que en España se llama lima es el cítrico verde, y el limón el amarillo, mientras que en América Latina es justo lo contrario. Es decir, que a menos que tengan presente esta diferencia, si en México siguen una receta de cualquier bartender español, seguro que van a usar la fruta equivocada.
Más interesante es ver los distintos nombres que reciben las frutas en los distintos países, algo que puede llegar a complicar, y mucho, la comprensión del lenguaje: por ejemplo, en México al pomelo lo llaman toronja, y en otros países como Argentina, la fresa se llama frutilla; el melocotón, durazno; la piña, anana; el albaricoque, damasco…
La técnica de la maceración también puede suponer dificultades por Latinoamérica. En España usamos el término «macerar» para referirnos a la técnica de introducir un ingrediente (una fruta o especia) en un líquido (un destilado o sirope) y dejarlo durante un tiempo para que el líquido se impregne del sabor del ingrediente; pero en Latinoamérica utilizan la palabra «macerar» para el proceso de machacar los ingredientes, como se hace, por ejemplo, en el mojito. Divertido, pero confuso a más no poder…
Ya que hablamos de la maceración, un apunte sobre cómo diferenciar una maceración de una infusión: la infusión es la técnica en la que existe alteración de la temperatura, ya sea con calor o con frío, mientras que en la maceración, en cambio, dejamos los ingredientes a temperatura ambiente.