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Dar para recibir

Activamos la página de Facebook de Un Mate y subimos el primer posteo. Al día uno, como en todo proyecto, los que nos apoyaron fueron nuestros amigos, familiares o conocidos. Nuestra red de contactos tiene un límite, lo que buscamos lograr era que esa red de contactos a su vez comparta la información con sus respectivos contactos, y así lograr llegar a personas a las que de lo contrario no llegaríamos. El objetivo era bien claro: armar una comunidad específica de consumidores de yerba mate para que la interacción con sus usuarios nos brindara información certera de sus hábitos de consumo, sus preferencias y las tendencias del mercado. Para lograr ese vínculo con los usuarios, debíamos dar algo de nuestra parte. De manera incondicional fuimos subiendo a la página fotos de mates, efemérides de fechas importantes, publicaciones que generaban interacción con los lectores y nos fuimos ganando la reputación de ser una página amigable y positiva. No pedíamos nada a cambio. Al comienzo la gente no entendía bien qué tipo de página éramos, ya que no vendíamos nada y no pertenecíamos a ninguna organización sin fines de lucro. La comunidad fue creciendo a pasos agigantados y no faltaban aquellos que nos decían cuánto nos extrañaron si algún día no subíamos alguna publicación matutina deseándoles un buen comienzo de jornada.

Cuando aún solo contábamos con 200 seguidores en la página de Facebook, hubo una publicación que hablaba sobre las virtudes de la yerba mate con un tono simpático y creativo, que se viralizó a 5000 compartidas en tan solo dos días. Esto es un 2500% del total de nuestros seguidores. Esta publicación fue además utilizada por otras páginas, sin darnos crédito por nuestro trabajo. ¿Qué tenía de interesante esta publicación? Era informativa, visualmente atractiva, graciosa y lo más importante: los seguidores se sintieron identificados de tal manera con alguno de los puntos de la publicación que quisieron compartirlo con su red de contactos.

Este enfoque nos permitió crecer orgánicamente sin necesidad de invertir en publicidad, asegurándonos que cada uno de los seguidores fuera amante del mate, y su aporte a la comunidad fuera altamente valioso. Con el pasar de los meses fuimos recibiendo consultas de potenciales clientes a través de la página de Facebook, lo cual nos llevó a nuevas ventas internacionales y, más importante aún, fuimos ganando reputación como referentes de la industria de la yerba mate. Otro beneficio que obtuvimos con la comunidad fue la garantía y la seguridad que generábamos en nuestros compradores cada vez que los contactábamos por mail o por teléfono con el respaldo de ser los fundadores de Un Mate. La presencia online es sumamente importante hoy, sobre todo si es de carácter social y son los usuarios quienes crean esa sensación de seguridad y no uno mismo con lo que pueda llegar a escribir en la página de inicio de su sitio web, ya sea en la visión o misión de la empresa. Son los usuarios los portavoces de nuestra imagen y no una publicidad paga en una revista de renombre.

Al chequearnos por internet, podrían ver que teníamos una comunidad de volumen significativo, con interacción diaria de miles de usuarios. Este paso fue fundamental a la hora de abrir nuevos mercados, e ir poco a poco sacándoles el miedo a los compradores del exterior de hacer negocios con una empresa que se encontraba a miles de kilómetros de distancia.

Del querer al hacer

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