Читать книгу Anatomía & Yoga (Color) - Joana Sánchez - Страница 16
ОглавлениеSISTEMA ESQUELÉTICO
La columna vertebral
La columna vertebral, espina dorsal o raquis se encuentra situada en la parte posterior, media e inferior del esqueleto axial, comprendiendo desde el cráneo hasta la pelvis. Está formada por 26 huesos irregulares, o vértebras, conectados entre sí por ligamentos de manera que, en su conjunto, presenta una estructura curva, articulada, flexible y resistente.
Vista dorsal y vista lateral izquierda de la columna vertebral.
LAS VÉRTEBRAS
Antes de nacer, los humanos tenemos 33 vértebras, de las cuales nueve se fusionan para formar el sacro y el cóccix, lo que significa que la columna vertebral del adulto presenta 26 vértebras. Se clasifican, según sus características comunes, en cinco regiones.
Curvatura cervical. Formada por siete vértebras (C1-C7) encargadas de permitir el giro de la cabeza. La primera vértebra cervical, el atlas (C1), nos permite asentir con la cabeza, y su articulación con el axis (C2) hace posible girarla en señal de negación. Las vértebras cervicales son las más pequeñas y ligeras.
Curvatura torácica. Compuesta por 12 vértebras (T1-T12) sobre las que se articulan las costillas. Son de mayor tamaño que las vértebras cervicales.
Curvatura lumbar. Constituida por cinco vértebras de mayor tamaño (L1-L5). Poseen un cuerpo grande y son las más fuertes, ya que se encargan de sostener el peso del cuerpo.
Curvatura sacra. Se compone de cinco vértebras fusionadas entre sí formando el hueso sacro. Su parte superior se articula con la L5. Las alas se articulan con los huesos de la cadera (articulaciones sacroilíacas).
Cóccix. Hueso formado por la unión de cuatro vértebras fusionadas, denominado también “el hueso de la cola”.
Visión superior de una vértebra lumbar.
LOS DISCOS INTERVERTEBRALES
Entre las vértebras encontramos los discos intervertebrales o espinales. Están formados por unas almohadillas de fibrocartílago resistentes a la compresión, que absorben los golpes y, al mismo tiempo, aportan flexibilidad a la columna vertebral.
Su espesor depende de la zona de la columna en que se encuentren. De más grueso a más delgado: en la región lumbar (9 mm), torácica (5 mm) y cervical (3 mm). La relación entre el espesor del disco con la altura del cuerpo vertebral (disco/cuerpo) determina la movilidad concreta en cada parte de la columna.
Con el paso del tiempo, los discos intervertebrales van perdiendo hidratación y se vuelven menos esponjosos y comprimibles. Con la edad, el secado de los discos y el debilitamiento de los ligamentos puede producir hernias.
MOVIMIENTOS GLOBALES DE LA COLUMNA VERTEBRAL
La movilidad en la columna vertebral permite realizar cuatro movimientos: flexión (hacia delante), flexión hacia atrás o extensión, flexión lateral y rotación. La amplitud de estos movimientos varía según la región de la columna y depende de diferentes factores: la forma de las vértebras, la relación entre el espesor del disco y la altura del cuerpo vertebral, y la presencia de costillas.
Llamamos bisagra al encuentro entre dos vértebras donde se produce un cambio de movilidad; en este punto hay que prestar atención al movimiento, y a veces “frenarlo” a fin de evitar lesiones.
Flexión (hacia delante)
Este movimiento se produce, al igual que la extensión, en el plano sagital. La región cervical presenta un disco grueso, por lo que se genera una hipermovilidad en flexión. Hay que tener en cuenta el cambio de movilidad en la bisagra cérvico-torácica (C7-T1). La región torácica tiene limitada la flexión por las costillas, y además presenta un disco intervertebral poco grueso. En la región lumbar también existe una buena movilidad.
Extensión o flexión hacia atrás
Es el desplazamiento del cuerpo hacia atrás en el plano sagital. En la extensión, la región cervical presenta una hipermovilidad entre las vértebras C2 y C6 debido a las apófisis cortas. La columna torácica presenta una movilidad limitada a causa del disco delgado, las apófisis espinosas largas y la caja torácica. La columna lumbar sí tiene buena movilidad gracias al disco intervertebral grueso y las apófisis espinosas cortas. En estas posturas, hay que vigilar la bisagra sacrolumbar y la bisagra T12-L1.
Flexión lateral
Es el movimiento de la columna en el plano frontal. En la zona cervical la movilidad queda limitada por las apófisis transversas anchas y por la forma rectangular de los cuerpos vertebrales. En la zona torácica alta, las costillas limitan la movilidad, permitiendo mayor amplitud de movimiento en la columna torácica baja. La columna lumbar, debido al espesor del disco en relación con la altura del cuerpo vertebral, posee mucha movilidad. Hay que prestar atención a la bisagra tóracolumbar (T12-L1).
Rotación
Movimiento que se produce en el plano transversal. Existe una buena movilidad en toda la columna cervical; entre el atlas y el axis se origina una hipermovilidad, bisagra C1-C2. La columna torácica tiene una buena movilidad en rotación, ya que las apófisis articulares la facilitan. La orientación de estas apófisis y sus superficies articulares representan un límite óseo que impide la torsión de la zona lumbar. Hay que prestar atención a la bisagra de rotación T11-T12.
Las vértebras se encuentran separadas entre sí por los discos intervertebrales.
Los discos localizados entre las vértebras lumbares son los más gruesos, aportan flexibilidad y, a su vez, amortiguan el peso y la compresión.