Читать книгу La biblia del triatleta - Nueva edición (Bicolor) - Joe Friel - Страница 17
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CÓMO EMPEZAR
EN ESTE CAPÍTULO, te voy a llevar paso a paso por el proceso que aplico para que un atleta comience una nueva temporada. Adoptamos este proceso, entero, cada temporada, independientemente de cuántas veces lo hayamos hecho antes. Puede parecer excesivo, pero lo hacemos porque las cosas cambian con el tiempo. Muchas cosas. Los cambios más importantes se producen en tu cuerpo; nunca es estático. Todos los sistemas fisiológicos permanecen en un estado incansable de renovación. El cuerpo está constantemente reconstruyéndose. Algunos de los cambios pueden ser tan leves de un año para otro que ni siquiera eres consciente de ellos. Pero créeme, están sucediendo y afectando a tu rendimiento en competición. Otros son más considerables. Entraremos en ellos más adelante.
Gran parte de lo que te sugiero hacer en las siguientes páginas puede parecer que no sirve para nada ahora mismo. Tendrás la tentación de saltártelo. Pero puedo decir con gran seguridad que a largo plazo apreciarás no haberlo hecho. No solo aprenderás mucho sobre cómo te desempeñas como atleta, sino que también tendrás marcadores históricos de dónde estabas al principio de cada temporada. Este registro de tu condición física demostrará ser valioso a medida que progreses como atleta.
En la temporada anterior puede que te lesionaras. Si es así, espero que estés totalmente recuperado ahora y listo para empezar de nuevo. Si no es así, la transición del final de una temporada al inicio de la siguiente es el momento para recobrarse totalmente de la lesión mientras das los pasos para evitar que se repita. Comenzar a entrenar para una nueva temporada no sirve de nada si conservas una molesta lesión. No hay nada que ganar con esto, pero sí mucho que perder. Debes empezar la nueva temporada con un cuerpo bien descansado y sano. También tienes que proponerte hacer todo lo posible para no volver a lesionarte. Algunas de las sugerencias de este capítulo te ayudarán.
Hay otros motivos para llevar a cabo el procedimiento de inicio. Puede que, en algún momento de la temporada pasada, hayas adquirido una bicicleta o un accesorio nuevos, como un sillín. Tenemos que asegurarnos de que son correctos y están listos para la nueva temporada. Se aplica lo mismo para las zapatillas de correr que utilizas en la actualidad. Asimismo, algunos músculos puede que se hayan fortalecido mientras que otros se hayan debilitado durante el transcurso del año anterior. La amplitud de movimiento de las distintas articulaciones puede haber aumentado o disminuido. Puedes haber ganado o perdido peso. Tus habilidades de movimiento para cada uno de los tres deportes pueden haber cambiado ligeramente.
Al principio de temporada también tienes que saber lo en forma que estás y cómo es tu condición física actual en comparación con la del año anterior. Este punto de referencia finalmente te ayudará a tomar decisiones sobre cómo empezar tu plan de entrenamiento, al que volveremos en el capítulo 7.
Una buena meta es desafiante, pero no es inconcebible.
Es importante recopilar esta información antes de tu primera sesión seria de la nueva temporada. ¿Pero qué pasa si llegas a este capítulo cuando no es el principio de temporada? Quizá ya está bien avanzada. ¿Qué debes hacer si solo te quedan unas pocas semanas para una competición? Te recomendaría encarecidamente que empezaras ahora mismo la temporada de nuevo siguiendo las directrices que se presentan aquí, como si fuera el comienzo real de la temporada. En muchos aspectos, será una nueva temporada si sigues las indicaciones del resto de capítulos.
Por otra parte, si actualmente estás plena fase de competiciones, puede ser mejor retrasar todos los procedimientos de inicio sugeridos hasta que tengas un descanso de unas cuantas semanas antes de tu siguiente competición de gran priori-dad. Independientemente de en qué punto de la temporada te encuentres en la actualidad, tienes que incorporar los pasos de inicio de temporada descritos en este capítulo. Te ayudarán a mejorar el entrenamiento de inmediato y, como resultado, obtendrás considerables progresos en el rendimiento más adelante.
Empecemos con tu temporada nueva, o en curso, con la forma más eficaz de preparar la competición. Todo comienza, lo creas o no, con los sueños.
SUEÑOS, METAS, OBJETIVOS Y PROPÓSITOS
Cuando se trata de metas, algunos atletas apuntan al firmamento porque, si se quedan a medio camino, aún pueden alcanzar la Luna. He conocido a atletas que se han marcado este objetivo. Pero para alcanzar una meta se debe pensar de otro modo. Apuntar más allá de un propósito realista da un resultado opuesto a lo que se desea. Es bueno soñar, pero el sueño no debe consistir en pedir simplemente un deseo.
En 1961, el presidente Kennedy soñó con poner un hombre en la Luna y que volviera de forma segura a la Tierra al final de la década. Había muchas razones para ello, y una de las más importantes era probablemente llevar a cabo una demostración de dominio tecnológico durante la guerra fría. Independientemente del motivo, el sueño pronto se convirtió en el principal objetivo de la NASA, y puede decirse que en el mayor reto tecnológico de la historia de la humanidad. Aterrizar de forma segura en la Luna y regresar después a la Tierra fue importante. Pero empezó como un sueño.
La NASA no comenzó con la intención manifiesta de poner a alguien en nuestro satélite y de-sear y esperar que de algún modo alcanzara la superficie lunar. Los objetivos no funcionan así. Una buena meta es desafiante, pero no es inconcebible. Si no crees que puedes lograr una meta porque es demasiado difícil, no es un sueño, se trata solamente de un deseo.
Los deseos son baratos y se cumplen en raras ocasiones. No tienen sustancia. Cuando pides un deseo, no sucede nada. Sin embargo, a diferencia de estos, los sueños pueden alcanzar el éxito. Van un paso más allá para convertirse en una meta. Al igual que con el ejemplo de Kennedy, son el punto de partida para tus mayores logros como triatleta. A principios de 1961, lo que más adelante se convertiría en un éxito universal de la NASA era simplemente un sueño. Nada más. Pero pronto se trocó en una meta y en unos pocos años en un logro. ¿Cuáles son tus sueños como triatleta? ¿Cuáles son tus metas?
Tus metas para la temporada
Tus objetivos siempre son el punto de partida de una nueva temporada. Creo que tres metas por temporada son más o menos el número correcto. Cuando hay demasiadas, algo se descuida. Sin duda puedes tener menos, pero sugiero no más de tres. He descubierto que es mejor si estas metas son el resultado de tu rendimiento, de lo que te gustaría lograr en una competición. Y no tanto declaraciones de lo que te gustaría conseguir en algún punto del camino hacia la competición.
Al igual que Kennedy, probablemente en los sueños empiezan tus metas. Puede que hayas soñado durante mucho tiempo con obtener algo grande como triatleta, como claificarte para el Ironman de Hawái, formar parte del equipo nacional, ganar una competición local, acabar tus primeros 70,3 o lo que sea que te pida el cuerpo. ¿Cómo transformas tu sueño en una meta? Sin duda ya habrás oído muchas veces lo que voy a explicar, pero de todos modos quiero refrescarte la memoria. Es importante empezar la nueva temporada de forma correcta.
Cada meta debe estar bien definida e incluir un elemento básico: qué quieres conseguir en una competición determinada. Los logros secundarios, como perder peso, mejorar la potencia y correr con mayor rapidez, en realidad son los puntos de partida de los objetivos de entrenamiento, no las metas. Entraremos en los objetivos en breve. Si estás entrenando para realizar una competición de alto nivel, define con exactitud qué quieres lograr en ella.
Una meta debe ser medible. No basta con «correr más rápido». Tu meta debe ir más en esta línea: «Completar el triatlón XYZ el 7 de mayo en menos de 2 horas y 20 minutos». Observa la inclusión de un tiempo de carrera como meta. Cuanto mayor sea la exactitud con la que definas tu meta, más fácil te resultará trabajar para su consecución. En este sentido, la definición de una meta de tiempo es mejor que la definición de una meta de posición en un grupo de edad, como ganar en tu división o terminar entre los diez primeros puestos. Dichas metas siempre dependen hasta cierto punto de quién se presente en tu grupo de edad el día de la competición. Lo único que puedes controlar es lo bien que rindes en relación con tus habilidades y tu entrenamiento. Si alguien con más habilidades y mayor entrenamiento que tú está allí el día de la competición y gana, pero tú alcanzas tu meta de tiempo, entonces puedes y debes estar contento con el resultado.
Tus objetivos del entrenamiento
¿Podrás alcanzar tus metas? Debería haber al menos alguna duda en tu mente; de lo contrario, la meta es demasiado fácil y no se puede considerar un reto (o no merece el tiempo y el esfuerzo invertidos cuando todo termine). Si no dudas sobre sobre tus posibilidades de éxito, la meta no va a ser un reto para ti, tu entrenamiento tendrá poco propósito y el resultado carecerá de sentido.
Tus objetivos siempre son el punto de partida de una nueva temporada.
Por otra parte, si la meta es tan grande que te cuesta creer que la vas a alcanzar, el entrenamiento probablemente será una pérdida de tiempo. Estás deseando y los deseos no son buenos. Si quieres tener éxito, debes tener un sólido motivo para creer que la meta está a tu alcance. Déjame contarte una historia sobre esto.
Una vez tuve un cliente que me dijo que quería ganar el campeonato nacional. Muy bien, pensé, es un buen punto de partida empezar hablando sobre los logros. Así que le pregunté si alguna vez con anterioridad había competido en el campeonato nacional. «No», respondió. Entonces, quise saber cuánto tiempo llevaba compitiendo. «Nunca he participado en una competición», me dijo. ¿Cuánto entrenamiento has hecho? «Nunca he realizado un entrenamiento serio». ¡Guau! Recuerdo que pensé que iba a ser difícil definir una meta que no fuera en exceso desafiante. Tenía un deseo, no un sueño. Estaba apuntando al firmamento y esperaba llegar a la Luna. Quizás algún día en un futuro no muy lejano, podríamos llegar al primer escalón del podio en el campeonato nacional, pero era poco probable que sucediera en su primera temporada en este deporte.
El propósito de tu entrenamiento es eliminar los limitadores del rendimiento.
También debes ponderar esto: ¿por qué no puedes lograr tu meta? Es una cuestión de definición. Si puedes conseguirla ahora, la llamaremos logro, no meta. Pero puesto que hay un cierto grado de incertidumbre sobre tu capacidad para rendir al nivel de la meta, obviamente hay algo que se interpone entre tú y el éxito inmediato: un limitador. El propósito de tu entrenamiento es solucionar este limitador del rendimiento. Las submetas que definen lo que se necesita para fortalecer tus limitadores se denominan objetivos del entrenamiento. En el capítulo 6, profundizaremos en este importante concepto de los limitadores.
Todas las sesiones y todos los días deben tener un objetivo.
Por ahora, solo tienes que comprender que un objetivo del entrenamiento es una submeta a corto plazo que se debe lograr a lo largo del camino para alcanzar tu meta principal de la temporada. Probablemente verás que los resultados de estos objetivos aparecen en el entrenamiento, lo que demuestra que estás haciendo progresos hacia la meta. Un objetivo puede ser, por ejemplo, un resultado de tiempo, potencia o ritmo en sesiones o pruebas específicas a lo largo de la temporada, mientras te preparas para la competición meta. También puede haber cuestiones de estilo de vida o incluso obstáculos mentales que limiten tu rendimiento. Si implican el estilo de vida o habilidades mentales, inicialmente se mostrarán como logros lejos de la piscina, la carretera y la pista, pero seguirán desempeñando una función crucial en tu rendimiento en competición. Volveremos a ello más adelante.
Tus propósitos diarios
La consecución de altas metas y objetivos nunca es fácil. Siempre implica determinación, sudor y paciencia. Debes trabajar tus metas y objetivos cada día: un poco aquí y otro poco allá. Si lo haces, el propósito del entrenamiento, y finalmente la meta, estará a tu alcance. Paso a paso, realizarás progresos constantes. Esto significa que todas las sesiones y todos los días deben tener un propósito. Cada sesión debe centrarse en al menos un aspecto que te ayudará a mejorar un poco todos los días. Como consecuencia, las sesiones deben tener una intención. En lo que te centres en un día concreto puede ser algo bastante desafiante, como mejorar tu potencia para ciclismo o habilidades de natación. O bien, la otra cara de la moneda, algo bastante sencillo, como recuperarte de las duras sesiones de entrenamiento del día anterior. Eso también es fundamental para el éxito. Sea lo que sea, debes despertarte cada mañana sabiendo qué harás ese día para acercarte a tus objetivos y a tus metas. El alto rendimiento requiere acciones diarias. Cuanto más elevada sea tu meta, más importantes serán las decisiones de cada día.
Los mejores atletas se esfuerzan por pequeñas mejoras diarias, porque saben que al final les conducirán a alcanzar sus metas de la temporada. En la misma línea, cuanto mayor sea tu meta, más importante será cada decisión de tu día a día. Esto incluye elecciones diarias que van desde la nutrición hasta las horas de sueño y los compañeros de entrenamiento, e incluso cosas pequeñas como en lo que piensas. Alcanzar la luna no es fácil.
Por ahora, debes soñar. ¿Qué es lo que más desearías lograr esta temporada? Tus metas, objetivos y propósitos finalmente partirán de este punto. Más adelante, en el capítulo 7, te pediré que anotes tus metas y objetivos. Seguidamente, en el capítulo 8 entraremos en tus propósitos diarios cuando examinemos cómo planificar una semana de entrenamiento.
EVALUACIÓN
¿Qué necesitas para alcanzar tus metas? Cuanto más elevadas sean, mayores serán tus objetivos y mayor será la tarea que realices. Es muy parecido a conducir por una gran ciudad en la que nunca has estado con anterioridad. Se necesitará alguna planificación. Resultaría estúpido entrar simple-mente en el coche y salir sin tener una dirección o una ruta en mente. Los componentes más básicos de la selección de ruta son estos: ¿dónde estoy ahora y adónde quiero ir? Sin conocer las respuestas a ambas preguntas, el viaje está condenado al fracaso. Sin respuestas, alcanzar el éxito solo sería gracias a la suerte.
Aunque es bueno tener la suerte de tu parte, no podemos contar con ella para diseñar una estrategia de entrenamiento de temporada. Como hemos debatido antes, tienes que establecer tus metas de la temporada. Ese es el destino de este viaje. El otro componente de la navegación es saber dónde estás ahora mismo. Determinaremos esto a partir de tres puntos de observación: tu preparación física y tu preparación mental para entrenar y tus niveles actuales de condición física.
Evaluación física
Cuando empiezo a trabajar con atletas en su nueva temporada, una de las primeras cosas que les pido que hagan es visitar a un fisioterapeuta para que les realice un examen físico completo. Esto es algo que debes hacer. Es mejor si puedes encontrar a un fisioterapeuta especializado en el tratamiento de atletas y con experiencia en el trabajo con deportistas que practican actividades de resistencia. Pregunta a tus compañeros de entrenamiento y al personal de establecimientos de artículos deportivos donde adquieras el equipamiento. La persona que buscas es alguien que pueda efectuar un examen completo de la cabeza a los pies de tu postura, fuerza, amplitud de movimiento de las articulaciones, equilibrio muscular, función dinámica y cualquier otra idiosincrasia estructural y asimetría que pueda afectar a tu salud física y tu constancia en el entrenamiento. El propósito es determinar el riesgo de lesión y, lo que es más importante, cómo evitar daños en la próxima temporada.
Cuando descubra tus áreas únicas de colapso potencial, el terapeuta podrá diseñar un programa de ejercicios para ti que implique fortalecimiento funcional y ejercicios de movilidad. También puede hacer sugerencias de postura en la bicicleta a tu técnico en bicicletas y recomendar los tipos de zapatillas de correr que pueden ser mejores para ti. El terapeuta también puede tener sugerencias para ti y tu entrenador, si tienes uno, sobre los tipos de sesiones que pueden ser estructuralmente beneficiosas, así como sobre los ejercicios y movimientos que es mejor evitar.
Los mejores atletas se esfuerzan por pequeñas mejoras diarias en aras de sus metas de la temporada.
El programa de prevención de lesiones diseñado para ti es tan importante como tus sesiones de natación, ciclismo y carrera a pie, y se debe seguir durante toda la temporada con gran cuidado. Un fisioterapeuta acostumbrado a trabajar con atletas de resistencia comprenderá que tienes un tiempo limitado y racionalizará el programa de ejercicios correctivos para que proporcione el máximo beneficio en un tiempo razonable. Si se descubre que tienes debilidades estructurales graves, es una buena idea programar un seguimiento con el terapeuta que te examinó para evaluar tu progreso y realizar ajustes en tu rutina de ejercicios. A menudo, la predicción de futuras lesiones y la reducción de riesgos de daños mediante una buena evaluación física es la diferencia entre una temporada de competición exitosa y otra de frustración y lágrimas.
Evaluación mental
En el capítulo 1, has leído sobre la importancia de la condición mental de un triatleta de alto rendimiento. Así pues, ha llegado el momento de evaluar tus habilidades mentales. Rellena el perfil del cuadro 5.1. Sé completamente sincero al considerar la respuesta a cada una de las preguntas. Nadie más va a ver tus resultados (a menos que decidas compartirlos), por lo tanto no hay ningún motivo para maquillar tus respuestas. Cuando hayas terminado, vuelve a la lectura de esta sección. Te esperaré.
Tu confianza, tus pensamientos, tu atención y tu habilidad para visualizar desempeñan funciones clave en tu rendimiento.
Puesto que estás leyendo este libro, supongo que has obtenido una puntuación alta (4 o 5) en lo que respecta a la motivación. En general, los triatletas son personas muy motivadas. Aunque el hecho de estar muy implicado para entrenar y competir se acepta habitualmente como una característica positiva, también puede tener un lado oscuro. Esto sucede cuando a un atleta le resulta difícil reducir el entrenamiento para descansar después de un periodo de instrucción dura, o incluso dar un paso atrás y reducir el ejercicio antes de una competición. He conocido a atletas que estaban tan motivados que evitaban descansar y recuperarse a menos que se vieran obligados a hacerlo por una fatiga abrumadora. El sobreentrenamiento suele ser el resultado. Muy pocos atletas comprenden lo devastador que puede ser esto. Lo trataremos más detalladamente en el capítulo 10, pero por ahora basta con decir que debes aprender a controlar tu entusiasmo por el entrenamiento y los grandes logros si quieres competir a tu mayor nivel posible.
Si deseas que algo mejore en tu vida, empieza midiéndolo para saber en qué punto se encuentra en estos instantes.
Tu confianza, tus hábitos de pensamiento, tu atención y tu habilidad para visualizar también desempeñan funciones clave en tu rendimiento. Si tu puntuación para cualquiera de ellos es baja (1, 2 o 3), tendrás que encontrar la forma de mejorar esa habilidad mental. El modo más eficaz, aunque también el más costoso, es trabajar con un psicólogo deportivo. Una alternativa económica es leer los libros escritos por estos. Puedes encontrar una lista de dichos libros en el cuadro 5.2.
Evaluación de la condición física
Hay un viejo dicho que les digo a menudo a mis atletas: «Aquello que se puede medir, puede mejorar». Si deseas que algo mejore en tu vida, empieza midiéndolo para ver en qué punto se encuentra ahora. Después vuelve a medirlo periódica y frecuentemente para observar el progreso. La probabilidad de mejora aumenta de modo considerable si lo haces. Por ejemplo, si quieres que tu cuenta de ahorro aumente, consúltala a menudo. Si deseas pasar más tiempo con la familia, controla el tiempo que le asignas. Si deseas leer más de lo que lo haces ahora, efectúa un seguimiento de cuántos libros lees. Si practicas esto –verás que de algo tan simple se obtienen grandes resultados−, pensarás más a menudo en cómo lo estás haciendo en relación con tu meta. El pensamiento lleva a la acción. Existen más probabilidades de que consigas tus metas financieras, de gestión del tiempo, de lectura u otros aspectos si los mides que si no lo haces.
Funciona de la misma forma con tus metas y objetivos de triatlón. Si mides los indicadores de éxito regularmente, ganarán importancia para ti y buscarás el modo de mejorarlos. Si nunca efectúas mediciones, hasta el día de la competición no sabrás cómo lo has hecho en la preparación del entrenamiento. Será demasiado tarde. Con mediciones regulares de los marcadores adecuados, tu probabilidad de éxito mejorará considerablemente.
Por lo tanto, ¿qué medirás y cuándo? Son pocos los elementos que se pueden considerar como buenos marcadores del progreso de la condición física. Los hay que solo se pueden medir en un entorno clínico, mientras que otros se pueden llevar a cabo con facilidad durante el ejercicio. ¿Cuál es la diferencia entre unos y otros?
CUADRO 5.1 Perfil de habilidades mentales
Lee las afirmaciones siguientes y elige, de estas posibilidades, una respuesta adecuada:
1 NUNCA 2 RARA VEZ 3 A VECES 4 CON FRECUENCIA 5 NORMALMENTE 6 SIEMPRE
_____ 1.Creo que mi potencial como atleta es excelente.
_____ 2.Entreno con constancia y entusiasmo.
_____ 3.Me mantengo positivo cuando las cosas no van bien en la competición.
_____ 4.En las competiciones duras, me imagino haciéndolo bien.
_____ 5.Antes de las competiciones, soy positivo y optimista.
_____ 6.Pienso en mí más como un triunfador que como un fracasado.
_____ 7.Antes de las competiciones, no dudo de mis posibilidades.
_____ 8.La mañana de una competición, me despierto nervioso pero entusiasmado.
_____ 9.Aprendo de las competiciones que no me salen bien.
_____ 10.Me veo a mí mismo superando situaciones difíciles en la competición.
_____ 11.Soy capaz de competir casi o a mi nivel de destreza.
_____ 12.Me visualizo fácilmente entrenando y compitiendo.
_____ 13.Me resulta fácil permanecer concentrado en competiciones largas.
_____ 14.En las competiciones me mantengo en sintonía con mis niveles de esfuerzo.
_____ 15.Practico mentalmente las capacidades y tácticas antes de las competiciones.
_____ 16.Me concentro bien a medida que avanza la competición.
_____ 17.Estoy dispuesto a hacer sacrificios para alcanzar mis objetivos.
_____ 18.Antes de una competición importante, puedo visualizarme haciéndolo bien.
_____ 19.Estoy dispuesto a realizar entrenamientos duros.
_____ 20.Cuando me visualizo compitiendo, casi me parece real.
_____ 21.Pienso en mí mismo como un duro competidor.
_____ 22.En las competiciones no dejo que nada me distraiga.
_____ 23.Me fijo grandes objetivos.
_____ 24.Me gusta el desafío que supone una competición dura.
_____ 25.Cuando la competición se vuelve dura, me concentro incluso mejor.
_____ 26.En las competiciones soy mentalmente fuerte.
_____ 27.Puedo relajar mis músculos antes de las competiciones.
_____ 28.Me mantengo positivo aunque la competición empiece tarde, haga mal tiempo, etc.
_____ 29.Mi confianza se mantiene alta la semana después de una mala competición.
_____ 30.Me esfuerzo por ser el mejor atleta posible.
PUNTUACIÓN: Suma las respuestas numéricas a cada uno de los siguientes conjuntos de puntos y, a continuación, determina tu calificación para cada habilidad mental según el siguiente cuadro.
Se suele realizar una prueba clínica, a veces denominada prueba de laboratorio, en una universidad, gimnasio, tienda de artículos deportivos (p. ej., establecimiento especializado en triatlón, carrera o ciclismo) o clínica médica (traumatólogo, quiropráctico, fisioterapeuta o médico de medicina deportiva). Los entrenadores de resistencia a menudo ofrecen también este servicio. Pregunta para averiguar dónde se realizan este tipo de pruebas en tu zona.
La medición regular de los marcadores adecuados mejora tu probabilidad de éxito.
Una prueba sobre el terreno es algo que haces por ti mismo en la piscina, la carretera o la pista y en el gimnasio. Se trata de pruebas sencillas de rendimiento que también miden el progreso, pero de un modo diferente a una prueba clínica. Ambos tipos de pruebas tienen sus ventajas y sus inconvenientes.
CUADRO 5.2 Libros de psicología deportiva recomendados
Afremow, Jim. La mente de los campeones: cómo piensan, entrenan y prosperan los grandes atletas.
Bell, Jonny. Sports Psychology: Inside the Atleta’s Mind.
Cox, Richard. Psicología del deporte: Conceptos y sus aplicaciones.
Gonzalez, D. C. El arte del entrenamiento mental: Una guía para el rendimiento excelente.
LeUnes, Arnold. Sport Psychology.
Lynch, Jerry. Spirit of the Dancing Warrior: Asian Wisdom for Peak Performance in Athletics and Life.
Smith, Leif, and Todd M. Kays. Sports Psychology for Dummies.
Weinberg, Robert. Fundamentos de psicología del deporte y del ejercicio físico con guía de estudio web.
Una prueba clínica mide marcadores fisiológicos muy específicos de la condición física. La precisión de dichas pruebas suele ser bastante alta. Los inconvenientes son el coste (pueden ser caras) y la interpretación de los resultados, porque son muy técnicos. Esto último se suele resolver pidiendo al técnico que te lo aclare.
La prueba sobre el terreno no supone coste financiero alguno, pero tiene la desventaja de ser bastante similar a la de la competición. Las pruebas clínicas se suelen realizar en cintas de correr y bicicletas ergonómicas, mientras que las que se efectúan sobre el terreno imitan las condiciones de competición al aire libre, en la pista o en la piscina. Eso sí, el resultado de dichas pruebas suele ser bastante sencillo de interpretar porque normalmente solo hay uno o dos marcadores, que están obviamente relacionados con el rendimiento en la prueba. El principal inconveniente es que hay mayor posibilidad de error que con las pruebas clínicas. En la clínica, el técnico comprobará que las variables, como las opciones de equipo y calentamiento, son las mismas en todas las pruebas. Es menos probable que los atletas hagan eso en una prueba sobre el terreno, por lo que introducen variables que pueden interferir fácilmente con los resultados que a menudo se sitúan dentro del intervalo del 1 al 3% de mejora de una prueba a otra. Dichas pequeñas ganancias (o pérdidas) en el rendimiento pueden ser nulas por culpa de una variable no controlada, como el clima, la nutrición, el calentamiento o la selección de trayecto.
Hay otras consideraciones. Una prueba clínica te proporciona muchos detalles de cómo funciona tu cuerpo y, por lo tanto, de lo que puedes hacer en el entrenamiento para mejorar el rendimiento. Una prueba sobre el terreno, en cambio, requiere una interpretación; es decir, depende de ti cómo entiendas el resultado, a menos que tengas un instructor que pueda ayudarte a sacar conclusiones.
CUADRO 5.3 Métricas de pruebas clínicas
A continuación, se enumeran los marcadores de resistencia que se suelen medir en las pruebas clínicas con análisis de gas o análisis de lactato. Dichas pruebas, con pocas excepciones, se realizan solo para las partes de ciclismo y carrera a pie del triatlón. Las instalaciones para pruebas de natación son escasas. Las mediciones de frecuencia cardíaca se aplican al ciclismo y la carrera a pie; las de ritmo, a la carrera a pie, y las de potencia, al ciclismo.
Marcadores comunes del análisis de gas
•Capacidad aeróbica (también denominada O2máx): mide cuánto oxígeno es capaz de utilizar un atleta cuando está en su máximo esfuerzo aeróbico.
•Frecuencia cardíaca, ritmo o potencia de umbral aeróbico (UA1): mide la menor intensidad a la que se puede realizar un progreso de la capacidad aeróbica.
•Frecuencia cardíaca, ritmo o potencia de umbral anaeróbico (UA2): intensidad a la que el atleta empieza a estar en la «línea roja», normalmente con respiración entrecortada, una escala del esfuerzo percibido de aproximadamente 7 (sobre 10) y la sensación de que los músculos arden.
•Calorías quemadas con distintas frecuencias cardíacas, ritmos o intensidades de potencia.
•Habilidad del cuerpo para consumir grasa como combustible mientras administra las limitadas reservas de energía de los carbohidratos.
Marcadores comunes del análisis de lactato
•La frecuencia cardíaca, el ritmo o la potencia del primer umbral de lactato (UL1) mide la menor intensidad a la que se puede realizar un progreso de la capacidad aeróbica.
•La frecuencia cardíaca, el ritmo o la potencia del segundo umbral de lactato (UA2) es la intensidad a la que el atleta empieza a situarse en la «línea roja», normalmente con respiración entrecortada, una escala del esfuerzo percibido de aproximadamente 7 (sobre 10) y la sensación de que los músculos arden. Una métrica más asociada es el máximo estado estable de lactato (MLSS).
•Los niveles de lactato con distintas intensidades de frecuencia cardíaca, ritmo o potencia, que indican tu esfuerzo, están estrechamente relacionados con el ritmo de carrera.
Ambos tipos de pruebas son valiosos y los utilizo con los atletas a los que entreno para obtener la mayor información posible en aras a enfocar el inicio de temporada. Las pruebas de seguimiento son fáciles de encajar (y económicas) con las pruebas sobre el terreno, mientras que las clínicas requieren una considerable planificación (y desembolso de dinero).
Una prueba clínica te proporciona muchos detalles de cómo funciona tu cuerpo.
En el cuadro 5.3 se muestra el tipo de pruebas que se realizan en una clínica. Puedes reducir esta lista, y también el coste, reuniéndote con el técnico y debatiendo tus metas de competición y el historial de entrenamiento anterior. Puede ayudarte a elaborar una lista a la medida de tus necesidades específicas. Sería estupendo que pudieras hacer pruebas para ciclismo y carrera a pie (las pruebas de natación rara vez están disponibles), pero eso es caro y lleva mucho tiempo. Por lo tanto, te sugiero que las hagas solo para ciclismo, porque influyen más en el resultado de la competición. Los mejores momentos para realizar pruebas clínicas son al principio de la temporada y de nuevo al final de los periodos base y de desarrollo (consulta el capítulo 7 para obtener detalles de los periodos). Eso es un mínimo de tres pruebas en una temporada, y probablemente dos o tres más, según tus metas de competición. Supongamos que se trata de unos 130 € por prueba (en algunos sitios pueden ser bastante más caras), por lo que estamos hablando de entre 400 y 800 € por temporada. Obviamente no te voy a culpar si decides efectuar solo las pruebas sobre el terreno.
Realiza una prueba al principio de temporada y al final de los periodos base y de desarrollo.
Las pruebas sobre el terreno son fáciles de encajar en el programa. Al igual que con las clínicas, tienes que reducir el entrenamiento durante un par de días, tanto como lo harías antes de una competición de prioridad B. Presentarse cansado en cualquier tipo de prueba distorsionaría enormemente los resultados. Y debes esforzarte por tener en cuenta todas las variables que entren en juego y puedan perjudicar los resultados. Además del descanso y la recuperación, que es lo más importante, aquí tienes una breve lista de factores que tienen que ser muy similares en todas las prueba sobre el terreno (y que debes escribir en tu diario de entrenamiento para tenerlos controlados):
•Opciones de equipo (el equipo de ciclismo y las zapatillas de correr son especialmente fundamentales).
•Selección de trayecto (el mismo para todas las pruebas de un deporte, si es posible).
•Alimentos y líquidos antes de la prueba.
•Calentamiento.
•Ritmo inicial de la prueba.
El ritmo es fundamental en las pruebas sobre el terreno. No empieces demasiado fuerte.
El último elemento, el ritmo, es especial-mente importante para las pruebas sobre el terreno. Los atletas casi siempre empiezan con demasiada rapidez cuando realizan las pruebas para la medición del umbral funcional descritas en el cuadro 5.4. Debido a ello, ralentizan drásticamente el ritmo en la última parte de la prueba. Es mejor empezar muy lento que demasiado deprisa. Debo hacer hincapié en que ciertamente hay una curva de aprendizaje asociada a cada una de estas pruebas. Cuantas más veces las hagas, mejores resultados obtendrás en el ritmo.
Recomiendo realizar la prueba de umbral funcional para cada deporte de inmediato. Además de proporcionarte buenos marcadores de los niveles de condición física actuales, también te ayudarán a definir tus zonas de ritmo, potencia y frecuencia cardíaca. Si no tienes un potenciómetro o dispositivo GPS, debes realizar las pruebas centrándote solo en definir las zonas de frecuencia cardíaca. Las de disociación y de factor de eficiencia se programarán en tu entrenamiento semanal, como verás en los capítulos 6 y 8.
Como he mencionado anteriormente, los mejores momentos para realizar estos tipos de pruebas durante la temporada son tras la realización de un periodo de entrenamiento de varias semanas de duración, como al final de los periodos base y de desarrollo. Y, por supuesto, debes llevar a cabo las pruebas justo antes de una nueva temporada para establecer las bases de comparación con las posteriores para poder analizar tu progreso. De nuevo, mantener fielmente un diario de entrenamiento facilitará el seguimiento de todas estas referencias.
CUADRO 5.4 Métricas de pruebas sobre el terreno
A continuación se enumeran las pruebas sobre el terreno habituales para la natación, el ciclismo y la carrera a pie. Las mediciones de frecuencia cardíaca se aplican al ciclismo y la carrera a pie; las de ritmo, a la natación y la carrera a pie, y las de potencia, al ciclismo. Cada una de ellas se describe con mayor detalle en los apéndices B (natación), C (ciclismo) y D (carrera a pie). Las pruebas de fuerza sobre el terreno se describen en el capítulo 13.
Pruebas sobre el terreno habituales para natación
•Umbral de ritmo funcional (sFTPa, por sus siglas en inglés): prueba contrarreloj en 1.000 metros para determinar las zonas de entrenamiento de ritmo de natación y medir el progreso de la condición física.
Pruebas sobre el terreno habituales para ciclismo
•Umbral de potencia funcional (bFTP, por sus siglas en inglés) y frecuencia cardíaca de umbral funcional (bFTHR, por sus siglas en inglés): prueba contrarreloj de 20 minutos para determinar las zonas de entrenamiento de potencia y frecuencia cardíaca en ciclismo, y medir el progreso de la condición física.
•Disociación de potencia-frecuencia cardíaca (P:FC): «larga» etapa de resistencia aeróbica realizada para determinar cuándo se produce la fatiga en un día determinado.
•Factor de eficiencia (FEc): «larga» etapa de resistencia aeróbica realizada en el umbral aeróbico para medir el progreso de la capacidad aeróbica a lo largo del tiempo para sesiones similares.
Pruebas sobre el terreno habituales para carrera a pie
•Umbral de ritmo funcional (rFTPa, por sus siglas en inglés) y frecuencia cardíaca de umbral funcional (rFTHR, por sus siglas en inglés): prueba contrarreloj de 20 minutos para determinar las zonas de entrenamiento de ritmo y frecuencia cardíaca en carrera a pie, y medir el progreso de la condición física.
•Disociación de ritmo-frecuencia cardíaca (R:FC): «larga» carrera de resistencia aeróbica efectuada para determinar cuándo se produce la fatiga en un día determinado.
•Factor de eficiencia (FEcp): «larga» carrera de resistencia aeróbica realizada en el umbral aeróbico para medir el progreso de la capacidad aeróbica a lo largo del tiempo para sesiones similares.
PREPARACIÓN DEL ENTRENAMIENTO
El propósito de este capítulo es que empieces una nueva temporada aumentando enormemente la posibilidad de éxito. Hasta ahora, hemos concretado tus metas para ver adónde quieres llegar esta temporada, evaluado tu preparación física y mental para entrenar, y hemos empezado con las pruebas para establecer una referencia de tu condición física. Ya ha llegado el momento de centrarnos más en los componentes multideporte del triatlón asegurándonos de que dispones del equipo adecuado y de otros recursos para sacar el máximo provecho del entrenamiento.
Natación
De los tres deportes, la natación es única porque el rendimiento está determinado ampliamente por la técnica. De hecho, para los nadadores de la mayoría de grupos de edad, la técnica impera sobre la condición física cuando se trata de rendimiento. En el capítulo 12, examinaremos las habilidades que necesitas para mejorar tu forma de nadar. Al desarrollar tus habilidades de natación, lo más importante que debes hacer es contar con un entrenador o instructor que te haga observaciones sobre tu técnica. Esta fuente puede ser un compañero de entrenamiento de confianza que tenga un buen dominio de este deporte, un instructor que contrates, tu entrenador de triatlón o las observaciones que obtengas de un grupo de profesionales que practiquen junto a un entrenador. Un buen curso para profesionales con un entrenador experto logrará maravillas en tu forma de nadar. Busca alguno que esté centrado en el triatlón y con sesiones que encajen en tus horarios. Intenta asistir a dichas sesiones dos o tres veces a la semana.
Las observaciones frecuentes son fundamentales para la técnica de natación.
Si no encuentras ningún curso que cumpla estas características, necesitarás una piscina cerca de tu casa o del trabajo para reducir al mínimo el tiempo de desplazamiento. El triatlón ya es un deporte que requiere mucho tiempo; no añadas minutos de conducción, si lo puedes evitar. La piscina perfecta es la que tenga un horario amplio y diario, calles dedicadas a largos y divididas por nivel y con pocas personas. También sería estupendo que tuviera una mampara movible para cambiar la longitud de 25 a 50 metros. La distancia más larga resulta útil para desarrollar resistencia de natación en aguas abiertas.
La bicicleta es clave para la competición.
Hablando de aguas abiertas, sería estupendo tener acceso a un área de natación en un lago o en el mar para mejorar las habilidades de competición. Solo una advertencia: nunca nades solo en aguas abiertas. Apáñatelas para que siempre haya al menos otro nadador contigo. Hay algunos clubes que programan sesiones de natación en aguas abiertas en grupo de forma regular durante el verano; facilitan las condiciones que se asemejan a lo que experimentarás en una competición.
En cuanto al equipo, no veo necesario tener muchos cacharros de natación. Pero a lo mejor descubres que los pull buoys resultan útiles cuando intentas dominar la técnica de natación. En cualquier caso, todo lo que necesitas son unas buenas gafas, un gorro y un bañador.
Ciclismo
Asisto a muchas carreras cada año y a menudo me deprime contemplar a un atleta, que estoy seguro de que ha dedicado cientos de horas a entrenar para la competición y probablemente miles de euros en equipo y viaje, que utiliza una bicicleta que no se adapta a él de forma adecuada. ¡Qué desperdicio! Ese pobre atleta no tiene ninguna oportunidad de acercarse ni tan siquiera a su potencial.
¿Por qué es tan importante la adaptación de la bicicleta? La bicicleta es clave para la competición. Casi la mitad del tiempo de competición se pasa en ella. Una mala configuración de la bicicleta (sillín demasiado alto o bajo, demasiado atrás o adelante, alcance del manillar demasiado largo o corto, demasiado alto o bajo, etc.) significa que un corredor no puede aplicar la fuerza óptima a los pedales, no es debidamente aerodinámico, y está malgastando energía y perdiendo tiempo. Es muy triste ver algo así. Y se puede solucionar de una forma tan sencilla como con una sesión formal de ajuste de bicicleta.
Pido a todos los atletas que entreno que adecuen la bicicleta al principio de cada temporada, incluso si es la misma que utilizaban en la temporada anterior. Voy a repetirlo: lo hacemos todos los años. Siempre empleamos un montador de bicicletas profesional. Te sugiero encarecidamente que hagas lo mismo. No la ajustes tú mismo. No pidas a un compañero de entrenamiento, amigo o pareja que te ayude a hacerlo. Pídeselo a alguien con experiencia, primordialmente a un especialista que trabaje con triatletas. En el capítulo 12, veremos este tema con un poco más de detalle porque está muy relacionado con tus capacidades y tu rendimiento en el ciclismo.
La bicicleta es el material más caro del equipo de triatlón, seguro que ya lo sabes. Puedes llegar a gastarte miles de euros en comprar la bicicleta correcta, así que antes de adquirirla valora bien lo que vas a hacer. Si tienes un presupuesto ajustado, ten en cuenta las bicicletas de segunda mano. En los establecimientos especializados a menudo tienen tablones de anuncios en los que los atletas publicitan las bicicletas que quieren vender. Los miembros de clubes de triatlón también suelen vender sus bicicletas usadas cuando se compran una nueva y la diferencia en cuanto a velocidad del modelo del año anterior la mayoría de las veces es insignificante. Con frecuencia puedes llegar a un buen acuerdo económico por una bicicleta de segunda mano. Solo asegúrate de que se adapta a ti. Con un buen precio no ganas nada si la bicicleta no es adecuada a tu altura. Sé paciente y compara precios hasta que encuentres la idónea para ti.
Además de una buena bicicleta, necesitarás un buen monitor de frecuencia cardíaca y, te lo recomiendo encarecidamente, un potenciómetro. A todos los atletas que entreno les exijo que los tengan. Probablemente ya tengas un monitor de frecuencia cardíaca, pero puede que carezcas de un potenciómetro debido a su coste. Lo entiendo, pero ten en cuenta que los precios están bajando. Hace un tiempo costaba unas veinticinco veces más que un monitor de frecuencia cardíaca. Ahora, se pueden encontrar por casi el mismo precio, y eso que los monitores de frecuencia cardíaca no se han encarecido. Si simplemente no puedes permitirte uno nuevo, busca un potenciómetro de segunda mano. Cuando los atletas se actualizan, a menudo venden los antiguos.
El otro tema que anima poco a adquirir un potenciómetro es aprender a usarlo. Los datos que recopila son algo más complejos que los de un monitor de frecuencia cardíaca y pueden parecer abrumadores, pero se dominan fácilmente. Mi libro, titulado The Power Meter Handbook, consiste en una sencilla introducción que te enseñará rápidamente a utilizar el nuevo potenciómetro. Lo publiqué porque creo que su uso verdaderamente te ayudará más a mejorar el rendimiento en competición que cualquier otro equipo que puedas comprar, incluidas las ruedas aerodinámicas. Es el «motor» el que determina el resultado de una competición, no las ruedas; y tú eres el motor. Un potenciómetro te servirá para desarrollar todo tu potencial.
En la mayoría de sitios, el clima puede ser un problema cuando se trata de ciclismo. La lluvia, la nieve, el calor, el frío y el viento a menudo pueden impedir que salgas a la carretera. Para estas situaciones, resulta muy útil contar con una bicicleta estática. Y aquí es donde el potenciómetro vuelve a ser útil. Si tienes uno, no necesitas a un entrenador caro con una herramienta de análisis integrada. Todo lo que precisas es algo que proporcione resistencia; tu potenciómetro hará el resto.
Un potenciómetro hará más por mejorar tu rendimiento en competición que cualquier otro artilugio.
Para el entrenamiento de ciclismo también se requiere una pista adecuada. Es mejor si cuentas con una pista entre llana y levemente ondulada y también con subidas, tanto pequeñas como grandes, en la que puedas correr. Los gradientes empinados, de alrededor del 7%, y más suaves, de aproximadamente un 3%, se pueden utilizar en algunas sesiones, de las que hablaremos más adelante, con el objeto de desarrollar la potencia. Por supuesto, puede que vivas en un sitio totalmente llano. Por regla general, cuando es así, los vientos fuertes se pueden utilizar en lugar de las cuestas para lograr ser un corredor más fuerte.
La seguridad en la bicicleta es fundamental. Tu mayor preocupación a este respecto es el tráfico. Es mejor ir por donde haya un carril bici y el tráfico sea ligero. Eso puede obligarte a conducir a algún lugar lejos de la gran ciudad para entrenar. He conocido a muchos atletas que se han acostumbrado a ello y no les molesta el trasiego. Las pequeñas luces delanteras y traseras parpadeantes servirán para que te vean en la carretera y son económicas.
Cambia de zapatillas al primer signo de que se estén deteriorando.
Carrera a pie
Correr es sencillo. Y las zapatillas para ello son el equipo más importante, así que asegúrate de comprar unas que se ajusten a tus características únicas de carrera. De nuevo, el fisioterapeuta experto en carrera a pie que realice una evaluación de los mecanismos de tu cuerpo puede hacerte recomendaciones sobre los tipos de calzado. También te sugiero encarecidamente comprarlas en una tienda para corredores o de triatlón local donde los vendedores conozcan bien este tipo de deporte. Suele ser una buena idea tener dos pares de zapatillas para tipos específicos de pistas. Por ejemplo, puedes tener unas zapatillas para carretera, y otras para pista o camino.
Cambia de zapatillas al primer signo de que se estén deteriorando. Para comprobar los cambios en la suela por desgaste, ponlas periódicamente en una superficie plana y examínalas desde el extremo del talón. Si observas algún signo de inclinación hacia dentro o hacia fuera, cámbialas. Es menos caro y mucho menos estresante psicológicamente comprar unas zapatillas nuevas que someterse a un tratamiento debido a una lesión.
Además de las zapatillas, te aconsejo que obtengas un dispositivo de velocidad y distancia que también sirva como monitor de frecuencia cardíaca, como un GPS para corredores. Hay algunos en el mercado que no solo te indican inmediatamente el ritmo y la distancia cubierta sino que también proporcionan observaciones sobre los mecanismos de carrera, como oscilaciones verticales, tiempo en contacto con el suelo, etc. Volveremos a estos temas técnicos en el capítulo 12, cuando examinemos las habilidades para los tres deportes.
Al igual que con el ciclismo, es bueno contar con una pista relativamente llana y alguna cuesta empinada y gradual para entrenar. Aprovecha las subidas para mejorar tu potencia de carrera. Asimismo, al igual que con el ciclismo, sería bueno que tuvieras acceso a unas instalaciones de entrenamiento de interior, como una cinta de correr o una pista en interior, que se pueda utilizar los días en los que el tiempo no permita correr fuera.
Fuerza
En el capítulo 13 entraremos en los detalles del entrenamiento de fuerza para mejorar tu rendimiento en triatlón. Es muy conveniente tener a mano distintos tipos de pesos, como barras con pesas y mancuernas. Pero si solo tienes máquinas que trabajan la fuerza, pueden servir. El gimnasio ideal sería uno en tu propia casa para reducir el tiempo de desplazamiento cuando trabajes la fuerza. De hecho, no cuesta mucho adaptar una habitación en el hogar, aunque puedes tener un problema de espacio. He conocido a atletas con garajes para varios coches que han convertido una zona de aparcamiento en su «gimnasio». Un conjunto de mancuernas de 5 a 25 kg en incrementos de 5 kg suele ser suficiente para la mayoría de triatletas. Con un banco y una mochila resistente que se pueda cargar con pesas más pequeñas estás listo para la mayoría de ejercicios básicos que te mostraré en el capítulo 13.
RESUMEN: CÓMO EMPEZAR
En este capítulo, te he llevado paso a paso por el proceso que adopto al principio de la temporada de un atleta. Esta parte inicial del desarrollo es una rara oportunidad de ver más de cerca esos aspectos que probablemente afectarán a tu entrenamiento y competición. Te recomiendo con insistencia que vuelvas a este capítulo al principio de cada temporada. Los triatletas que he entrenado a lo largo del tiempo lo esperaban cada año. Sabían que daría como resultado mejores rendimientos en la siguiente temporada. También a ti.
El punto de partida para tu nueva temporada de competición es la dirección en la que deseas ir en los próximos meses. Eso se reduce a sueños, metas, objetivos y, finalmente, al propósito diario de tus sesiones. En los próximos capítulos, estructuraré mejor cada uno de ellos y los mezclaré en un plan de entrenamiento anual para tu nueva temporada. Pero ahora solo quiero que pienses en tus metas basadas en tu sueño. ¿Qué sueñas lograr como triatleta? ¿Qué metas de alto rendimiento deseas alcanzar en los próximos meses?
Para conseguir esas metas, necesito que empieces el camino que te llevará al éxito. Eso implica una evaluación de tus fortalezas y debilidades mentales como atleta y un plan para eliminar tus puntos flacos. Necesitas hacer lo mismo con tu cuerpo. ¿Cuáles son tus limitadores físicos? ¿Tienes una debilidad estructural que solo espera en segundo plano para aparecer como una lesión y tumbar tu entrenamiento en la próxima temporada? Todos las tenemos. Una hora en un fisioterapeuta cuando la nueva temporada acaba de empezar ayudará a reducirlas. Al enfrentarte a tus debilidades mentales y físicas, comenzarás la temporada con mayor potencial de éxito que nunca antes.
A continuación viene una evaluación de tu condición física. Eso implica pruebas para establecer un punto de referencia para cada deporte. El inicio de la temporada es un buen momento para efectuar las pruebas en una clínica con el fin de determinar con precisión en qué punto se encuentra tu condición física en ese instante. El técnico que administra la prueba puede hacerte importantes observaciones sobre cuáles pueden ser tus fortalezas y debilidades fisiológicas como atleta y sugerencias sobre cómo abordar el entrenamiento de tus limitadores. También es el momento de realizar una prueba sobre el terreno para cada deporte con el fin de obtener otra visión de cuál es tu condición física. Asimismo, dichas pruebas te permitirán definir zonas de frecuencia cardíaca, ritmo y potencia. Simplemente ten en cuenta que mientras que tus zonas de frecuencia cardíaca permanecerán relativamente constantes a lo largo de la próxima temporada, las de ritmo y potencia cambiarán para reflejar tu condición física. Por lo tanto, tendrás que repetir las pruebas sobre el terreno de vez en cuando a medida que avance la temporada. Volveremos a este tema un poco más adelante.
El punto de partida para tu nueva temporada de competición es la dirección en la que deseas ir en los próximos meses.
Puesto que el tramo de bicicleta de un triatlón es tan largo en relación con el de natación y carrera a pie, es fundamental que hagas especial hincapié en ello ahora. Lo más importante que puedes hacer para mejorarlo es acudir a un profesional con experiencia en el trabajo con triatletas que te ajuste la posición de la bicicleta. Los ajustes que realice tienen el potencial de mejorar tus etapas de ciclismo y, por lo tanto, tu rendimiento general.
El último paso para prepararte para la nueva temporada es estar seguro de contar con el equipo, las instalaciones y las pistas de entrenamiento necesarios para entrenar eficientemente en cada deporte. Advertencia: esto puede ser caro, especialmente en lo que respecta al equipo de ciclismo. Para reducir costes, plantéate comprar un equipo de segunda mano. A menudo, las bicicletas, los potenciómetros, las ruedas rápidas, los dispositivos GPS, los monitores de frecuencia cardíaca, las pesas para un gimnasio en casa y otros útiles de entrenamiento y competición de este tipo se pueden comprar de segunda mano. Compara precios.
Eso es todo. Estás listo para empezar la nueva temporada. Cuando vuelvas la vista atrás al final del año te darás cuenta de lo mucho que estas sugerencias han influido en tu rendimiento. Ahora ha llegado el momento de empezar a mejorar la forma física para la próxima temporada de competición. Eso es lo que haremos en el capítulo 6.