Читать книгу Violencias complejas: un acercamiento a cinco casos de maltrato hacia varones - Joel G. Ramírez Rodríguez - Страница 11
Precisiones
ОглавлениеMarta Lamas, en el capítulo “Género: algunas precisiones conceptuales y teóricas” de su obra Feminismo, transmisiones y retransmisiones, advierte la complejidad que gira en torno al uso del término género desde varias disciplinas. Según la autora, parte de la confusión se debe a lo ya documentado por Hawkesworth (1997):
Se usa género para analizar la organización social de las relaciones entre hombres y mujeres; para referirse a las diferencias humanas; para conceptualizar la semiótica del cuerpo, el sexo y la sexualidad; para explicar la distinta distribución de cargas y beneficios sociales entre mujeres y hombres; para aludir a las microtécnicas del poder; para explicar la identidad y las aspiraciones individuales de mujeres y hombres. (p. 93).
Esto le permite cuestionar ciertos preceptos que se han ido complejizando a partir de ello, y cómo es que el concepto, de ser una categoría de análisis, es visto actualmente como un fetiche discursivo en una versión pedestre de lo relativo a las mujeres, argumento que ya había antecedido en la obra Cuerpo: diferencia sexual y género en el año 2002, donde señala que:
Lo que en un momento dado sirvió para des-naturalizar las concepciones ideológicas sobre las mujeres y los hombres y, por ende, para desconstruir los mandatos culturales que proponen papeles estereotipados para cada sexo ha sido fetichizado en una versión pedestre de “lo relativo a las mujeres”. (Lamas, 2002, p. 13).
Con ello reflexiona sobre el valor que ha adquirido dicha categoría de análisis, la cual, desde su postura, ha transitado hacia una fuerza causal con la que se intenta explicar todo, “la poderosa movilización crítica que despertó ha quedado frenada por una ‘explicación’ tautológicamente reiterativa: todo lo que ocurre entre mujeres y hombres es producto del género” (p. 13).
Argumenta que:
Aunque nadie duda a estas alturas de que el género, por definición, es una construcción cultural e histórica, es evidente que se ha vuelto un concepto problemático no sólo para comprender la complejidad a la que alude, sino también por el hecho generalizado y lamentable de su cosificación. (Lamas, 2006, p. 102).
Asimismo, para fundamentar sus planteamientos recurre a una amplia revisión que muestran otras miradas respecto a la categoría género, que incluyen la revitalización de ciertos debates en torno a su conceptualización. Algunos de ellos son el peso de la sexuación (el papel de la biología) y el habitus, es decir, la subjetividad socializada y la contemplación de las tres dimensiones del cuerpo que deben analizarse: mente, carne e inconsciente (Lamas, 2002, p.16; 2006, p. 111).
Señala que es difícil trazar un amplio recorrido de la reflexión académica feminista, por lo que se centra en algunas críticas y aportaciones desde la antropología para desarrollar su propuesta analítica, mismas que resultan útiles teóricamente para las demás ciencias sociales.
Marca una distinción de aportes, recabados por antropólogas a partir de trabajos de campo, que muestran una visión crítica a los enfáticos esquemas de clasificación binaria, es decir, aquellos que unen de manera dual a las mujeres a la subordinación y a los varones a la dominación como única explicación existente. “Las antropólogas feministas se dividen frente al tema de la universalidad de la subordinación femenina y un grupo destacado sostiene, a partir de investigaciones de campo, que la realidad contradice el énfasis binario de los esquemas de clasificación humana” (Lamas, 2006, p. 95).
Puntualiza que este grupo proviene de la nueva corriente “Etnografía feminista”, quienes pusieron en evidencia las deficiencias hermenéuticas derivadas de una perspectiva no reflexiva. A mención de Lamas, esta corriente abrió una línea interpretativa que iba más allá del registro de expresiones culturales de la simbolización del género.