Читать книгу Violencias complejas: un acercamiento a cinco casos de maltrato hacia varones - Joel G. Ramírez Rodríguez - Страница 6
Prólogo
ОглавлениеInvariablemente, reflexionar en torno a la violencia doméstica y conceptualizarla, remite a la violencia ejercida por varones sobre mujeres; donde ser mujer y víctima es un binomio habitual, mientras que la posibilidad del varón como víctima en relaciones de pareja está raramente contemplada. La cotidianidad y gravedad de las agresiones que sufren las mujeres a manos de los hombres lleva a convertirlas en objeto de análisis desde la perspectiva de los problemas sociales. Pero este planteamiento, igual nos conduce a un proceso donde sólo se contempla una perspectiva direccional de la violencia y agresión en el marco de las relaciones de género. Así la sociología contemporánea se ocupa de víctimas y verdugos, pero tanto los unos como los otros son problematizables y añaden elementos de conocimiento de la realidad social; por tanto, en este trabajo, el objeto de análisis, el hombre como víctima en el seno de las relaciones de pareja heterosexuales, se distancia de lo aceptado socialmente.
Sostengo la idea de que no todos los atributos indeseables son tema de discusión, pero si aquellos que se alejan, que son incongruentes con los estereotipos acerca de cómo son o deben ser determinadas personas y este es el caso de la tesis de Joel, en la cual plantea el estudio de varones que han sufrido violencia a mano de su pareja; individuos que tienen una situación y experiencia de vida, incongruente con el estereotipo supuestamente de cómo son los “verdaderos hombres” y que Joel, mediante entrevistas y relatos de vida específicos de hombres, maltratados física y/o psicológicamente por su pareja, e incluso por las instancias judiciales, busca un acercamiento al conocimiento de esa realidad social mediante la vivencia personal de los sujetos objeto de estudio.
Coincido con Joel en el planteamiento de que la violencia, ya sea recibida o ejercida, se experimenta de diferente forma por hombres y por mujeres, debido no solo a las estructuras de poder sino también a los roles y estereotipos asignados o auto asignados de forma hegemónica a cada colectivo; de esta forma la violencia femenina contra el varón constituye un tipo de violencia atípica y el hombre no solo la sufre a nivel emocional como individuo sino que, asimismo la puede sentir como un caso de desviación de lo que la sociedad define como la norma de lo habitual, situación que lo conflictúa decididamente; además de añadir una violencia institucional al sentirse discriminados y humillados ante la justicia, por ser hombres maltratados por su pareja, lo que en muchas veces inhibe la posibilidad de acudir ante la instancia judicial respectiva a levantar una denuncia por ese hecho, ya que son vistos como “poco hombres”, como “maricones”; de esta forma, y es algo que se manifiesta en la tesis de Joel, los hombres que se encuentran en esta situación se repliegan en si mismos y optan por el silencio, aceptando pasivamente el maltrato e incluso llegando a vivirlo como algo normal.
De esta forma, el trabajo de Joel se ubica en lo que podríamos llamar el lado oculto de la violencia de género, y su invisibilidad no es debida sólo a que afecta a la más estricta intimidad del individuo, sino también a que existen una serie de connotaciones sociales que pesan sobre las víctimas de este tipo de violencia; dichas connotaciones se engloban en el marco de las relaciones intergenéricas, núcleo de expresión de los modelos de género, y están inmersas en un contexto cultural y social específico.
Es importante recordar que en México hay una escasa por no decir nula producción de estudios sobre violencia femenina hacia sus parejas, lo cual propicia e incluso puede ser causa de la invisibilidad del problema y esto se agrava porque en nuestro país ha prevalecido la imagen del concepto del honor asimilado a la hombría y a la preeminencia social. Así, el entorno sociocultural de nuestra sociedad no es propicio para aquel varón que pretenda expresar ser o haber sido agredido por parte de su pareja femenina; la imagen del “macho mexicano”, prevaleciente en nuestra sociedad, implica determinadas evocaciones como el evitar mostrar sus sentimientos, a no llorar en público o presentarse, familiar y socialmente, como víctima de una mujer. Y a esto habría que sumar que el sistema de justicia en México en cuanto a la violencia doméstica se refiere, no ha desarrollado un cuerpo jurídico que considere a fondo la problemática objeto de esta tesis, lo cual coloca, a los hombres violentados y agredidos por su pareja femenina, en una situación de indefensión y de escasa atención de calidad por la ley.
Joel aborda en su estudio, la premisa de que existe una obligación socialmente aceptada o prefijada de cómo debe actuar un hombre por el mero hecho de serlo, lo cual en muchos casos no le permite expresarse como víctima; esta atribución de comportamiento varonil también está condicionada por características sociodemográficas como la edad o la clase social. La inserción de la víctima masculina en un entorno sociocultural que parece rechazar la victimización del varón a manos de una mujer, condiciona los márgenes de actuación del agredido en la cuestión del conflicto y por lo tanto en la defensa de sus derechos.
Otro aporte importante en el trabajo de Joel, en el análisis de la violencia entre la pareja heterosexual, en el que la mujer es la agresora y el varón la víctima, es tomar en cuenta las consideraciones teóricas de las representaciones sociales, del imaginario colectivo y los procesos identitarios en torno al género, lo cual le permite destacar que si las masculinidades apenas han sido objeto de estudio en nuestro país, la violencia ejercida contra los varones esta todavía menos estudiada y tiene un mínimo reflejo en los ámbitos académicos, profesionales y en los medios de comunicación; situación que podemos ejemplificar, en el caso de la Escuela Nacional de Trabajo Social, donde este tema es de hecho inédito y para ello bastaría simplemente ver cuantas tesis del nivel licenciatura o del Programa de Maestría hay al respecto; en general, en el Trabajo Social, el tema ha sido poco abordado, destacando entonces los trabajos en pro de la mujer llegando incluso, en algunos casos, al feminismo ortodoxo; esto tal vez pueda ser explicado por la presencia, de forma legítima, de un cierto temor a perder lo ganado en la lucha feminista por la igualdad entre hombres y mujeres.
No puedo dejar de mencionar que Joel optó en principio por realizar una serie de entrevistas a profundidad y otras semiestructuradas, pero por la relevancia y significación, así como por motivos de disponibilidad y predisposición de los 5 varones estudiados, se convirtieron en relatos de vida y para su sistematización se consideró un modelo basado en las palabras Etic, Emic y el análisis de contenido, lo cual requirió de un enorme esfuerzo como se puede observar en su trabajo.
No me queda sino felicitar a Joel Gustavo, no solo por concluir su licenciatura, o por realizar su tesis bajo el Programa de Jóvenes a la Investigación de la Escuela, sino asimismo por abordar un tema, la violencia en contra del hombre por su pareja en relaciones heterosexuales, bajo consideraciones como las que me he permitido presentar en este prólogo. Felicidades Joel Gustavo y te transmito mi gran satisfacción por haber sido tu tutor y acompañarte en este proceso, con la seguridad que tienes un futuro promisorio en la profesión y en tu vida personal.
Mtro. Carlos Arteaga Basurto.