Читать книгу Caminos y fundaciones: Eje Sonsón-Manizales - Jorge Enrique Esguerra Leongómez - Страница 5
Agradecimientos
ОглавлениеEl resultado de este trabajo tiene como antecedentes, primero, la vinculación del investigador principal a la Maestría de Historia y Teoría de la Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia (1989-90), en cuyo seno maduró la idea de adelantar un estudio sobre el origen de los poblados del departamento de Caldas, en cuya capital dicho investigador ejercía como docente de la Sede Manizales de la misma Universidad; segundo, la iniciativa del Grupo de Trabajo Académico en Patrimonio Urbanístico y Arquitectónico de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Manizales, para que se adelantara un proyecto de investigación sobre poblamiento que sirviera de soporte a los trabajos de memoria urbana de la región; y tercero, la aprobación del Consejo de Investigación y Desarrollo Científico de la Universidad Nacional de Colombia (CINDEC), en 1996, para desarrollar un proyecto de investigación con el título Poblamiento y urbanización del centroccidente de Colombia. Así se inició el trabajo con la financiación del Departamento de Investigaciones Manizales (DIMA), la vinculación de la profesora Beatriz Elena Sierra de Mejía como coinvestigadora y el apoyo de varios arquitectos recién egresados y estudiantes monitores, todos de la Sede Manizales. El proyecto se presentó a finales del año 2003 ante el DIMA y fue recibido a satisfacción, iniciándose así un proceso para su publicación con el título Caminos y fundaciones, eje Sonsón-Manizales, que se concretó finalmente cuando la convocatoria que hizo la Universidad Nacional de Colombia, en 2015, le dio vía libre a su realización impresa en 2018.
Como es lógico en un proyecto de investigación que logra su publicación quince años después, el resultado tuvo que ser revisado y actualizado, principalmente en temas relativos a la fundación de la ciudad de Salamina, cuyos estudios fueron profundizados por el investigador principal en ese lapso y que concluyeron con la publicación del libro La fundación de Salamina, Caldas, escenario y crónica de un conflicto de tierras (Esguerra, 2017).
Es necesario señalar que innumerables estímulos a este trabajo contribuyeron para su realización, en especial, el de los historiadores urbanos Jaime Salcedo y Jaques Aprile-Gniset, ya fallecidos, quienes, hace veintiocho años, en seminarios sobre el tema del patrimonio urbano y, particularmente, en la Maestría de Historia y Teoría de la Arquitectura, dieron aliento al investigador principal para que este estudio se adelantara. Así mismo, a los asesores del proyecto: el arquitecto e historiador urbano Carlos Niño Murcia; el doctor y especialista en historia regional caldense, Albeiro Valencia Llano; y el arquitecto urbanista José Fernando Escobar Ángel, ya fallecido, quienes aportaron con sus orientaciones experimentadas para que el método integrador propuesto pudiera concretarse.
Pero también es merecido nombrar a los compañeros profesores del Grupo de Trabajo Académico de Patrimonio, principalmente a su coordinador, el arquitecto Hernán Giraldo Mejía, interesado en que proyectos como el que emprendimos contribuyan en la valoración de la memoria construida. De igual manera, al arquitecto Jorge Enrique Robledo Castillo, quien trazó el derrotero para una nueva interpretación histórica urbana de la región, sin cuyas agudas observaciones sobre ella hubiera sido imposible alcanzar medianamente los objetivos propuestos.
En el campo de la gestión, es pertinente reconocer el apoyo de los coordinadores, del CINDEC y del DIMA, que, a pesar de las múltiples vicisitudes que tuvo este proyecto para poder desarrollarse, mostraron interés y colaboraron para que se llevara a cabo. Y al director del Departamento de Arquitectura y Construcción, arquitecto Gustavo Cortés Aristizábal, quien medió positivamente para que la investigación pudiera finalmente concluirse, nuestro más sincero agradecimiento.
Un trabajo de la complejidad como este que hemos abordado, en el que se abarca un territorio tan extenso y una época tan distante, hubiera sido imposible de realizar sin el aporte y la orientación personal de muchos investigadores y amantes de los temas históricos. El listado de colaboradores es en verdad grande, y con el riesgo de dejar a alguno sin mencionar, por lo cual ofrecemos de antemano nuestras disculpas, vamos a enumerar a algunos de quienes hicieron sus contribuciones desinteresadas, aquellos que dedicaron tiempo valioso para hacer orientaciones sobre temas relacionados con el proyecto, como los historiadores Roberto Luis Jaramillo, en Medellín; Octavio Hernández, en Manizales; y Alonso Muñoz, en Sonsón; el poeta Daniel Echeverri y el maestro Héctor Cataño, ya fallecidos, en Salamina. También están quienes pusieron a nuestra disposición material bibliográfico, cartográfico y fotográfico invaluable, como el comunicador Andrés Darío Calle Noreña, el historiador Roberto Luis Jaramillo, la artista plástica Liliana Villegas, el ingeniero Álvaro Mejía Berrío y el arquitecto Luis Fernando Acevedo Restrepo. El diseñador visual Ricardo Castro Ramos, quien dibujó los mapas que apoyan el texto, por sus acertados aportes en la diagramación de las imágenes. Y especial mención al arquitecto y fotógrafo Miguel Ángel Aguilar Gómez, pues sin el aporte de sus excelentes fotografías aéreas hubiera sido muy difícil la ilustración de los emplazamientos urbanos; así como a quienes, con sus observaciones sobre la región de Aguadas y Salamina, han contribuido a comprenderla, entre ellos, Luz Estela Tabares Amador y Juan Ahumada Farietta
Singular reconocimiento al maestro y comunicador Andrés Darío Calle Noreña, quien vivió este trabajo como si hubiera sido suyo. Por sus acertados comentarios y conceptos sobre la realidad histórica y geográfica de Antioquia, la grande, van nuestros más sentidos agradecimientos.