Читать книгу El paradigma de la convergencia del conocimiento - Jorge Ernesto Carrillo - Страница 12

Ciencia, tecnología y el concepto de convergencia

Оглавление

Aquí se plantea la distinción entre ciencia y tecnología como referente en torno al cual problematizar el análisis de procesos de cc y ct. En este contexto, se presentan en primer lugar los criterios y ejes analíticos que han pautado la discusión en torno a las fronteras entre ciencia y tecnología.

El inicio de los debates sobre esta división ciencia-tecnología ocurre en la década de los ochenta del siglo xx. Según el modelo lineal ciencia-tecnología, la ciencia era siempre fuente de la innovación: al descubrimiento científico le seguía invariablemente la invención tecnológica, lo cual limitaba a la tecnología a una mera actividad monótona de aplicación de la ciencia (Brooks, 1994).

Nuevas interpretaciones comienzan a discutir la existencia de un patrón de alto acoplamiento entre ciencia y tecnología. Igualmente, los avances de la teoría económica evolutiva han mostrado que la articulación es mayor en las primeras etapas de avance de un campo tecnológico: el crecimiento y la innovación industrial en sus desarrollos tempranos tienden a ser orientados por el conocimiento y la ciencia. Estas nuevas visiones postularon dos nuevas proposiciones analíticas clave: i) la relación ciencia-tecnología es fuertemente interactiva entre dos actividades semiautónomas que confluyen en un área predominantemente instrumental y ii) la ciencia y la tecnología están estrechamente relacionadas y tienen fronteras difusas en algunos campos nuevos y en momentos de grandes cambios (Faulkner, 1994).

En todas las distinciones realizadas, la comprensión de ciencia y tecnología se reduce a matices de significado. En última instancia, las diferencias en términos de cuerpos de conocimiento, actividades, metas y motivaciones de esas actividades, instituciones sociales y profesionales son escasas e históricamente situadas (Mayr, 1976). El enfoque constructivista aplicado a estudios de ciencia, tecnología y sociedad postula la casi total inexistencia de tales diferencias. A través de conceptos como el de tecnociencia (Latour, 1987) o trabajo limítrofe (Gyerin, 1995), este enfoque ha enfatizado la dificultad para establecer el momento en que la ciencia deja de ser tal y comienza la tecnología.

Los estudios sobre conocimiento tecnológico han sido más precisos en la caracterización de los elementos constitutivos de la tecnología, destacando tres atributos:

1 a)Orientación: la tecnología supone el control de la naturaleza a través de la producción de artefactos, mientras que la ciencia supone la comprensión de la naturaleza mediante la producción de conocimiento.

2 b)Organización sociotécnica: la tecnología implica un entorno de actores sociales, económicos y políticos más complejo que el científico.

3 c)Rasgos cognitivos y epistemológicos: la tecnología enfatiza más el diseño, es más heterogénea en términos de disciplinariedad, experiencia y formación de grupos sociales y da mayor importancia al conocimiento tácito (Faulkner, 1994).

Los análisis centrados en la diferenciación entre ciencia básica y aplicada han hecho hincapié en rasgos similares. La actividad científica busca la verdad, leyes y ecuaciones, mientras que la actividad práctica pretende producir artefactos que trabajen y se rijan por normas tecnológicas. Se trata de dos tipos de conocimiento que difieren en cómo se construyen sus teorías y analizan fenómenos: el conocimiento básico es analítico, jerárquico y se esfuerza por la generalidad, mientras que la investigación aplicada analiza sistemas simples y los reduce a pocos elementos y relaciones (Jansen, 1995).

Clark (1987) recoge la noción de paradigma para delimitar las diferencias entre lo científico y lo tecnológico (y lo que es a la vez científico-tecnológico). En 1962, Kuhn propone la discusión del paradigma científico desde una definición de la ciencia como evolución de una preciencia a un estado de madurez en un sendero pautado por periodos ocasionales de agitación (ciencia revolucionaria). La etapa preciencia está marcada por la ausencia de principios de organización y la búsqueda aleatoria de hechos. Sigue a esto un proceso de maduración de la ciencia en la adquisición de un paradigma. Los paradigmas son un concepto difuso, pero aluden en términos generales a asunciones metafísicas y teorías, prácticas aceptadas y artefactos (como artículos clásicos y libros de texto) que organizan y dirigen los periodos de ciencia normal que siguen a la creación del paradigma (Balmer y Sharp, 1993).[2]

Dosi (1982) sugiere una interpretación del cambio tecnológico que evoca la idea de paradigmas y trayectorias tecnológicas. El paradigma tecnológico, análogamente a los paradigmas científicos, se compone de artefactos y conceptos que forman la base para el desarrollo tecnológico a través de trayectorias (vías de desarrollo) determinadas por la acumulación de conocimientos y por el carácter transable de la tecnología.

Un nuevo paradigma tecnológico aquí también es una ruptura con los paradigmas anteriores. Ciencia y tecnología no son estados discretos y separables que siguen objetivos cualitativamente distintos. Por el contrario, ambas son partes de una búsqueda de conocimiento continuo guiado por dos conjuntos de fuerzas relativos a los mercados de bienes y servicios y a los intereses y metas de profesionales del conocimiento.

A menudo estas fuerzas son mutuamente antagónicas en cuanto chocan intereses de tipo cognitivo, ideológico o vinculados con posiciones sociales y/o institucionales. En cambio, los objetivos puramente económicos refieren, en última instancia, a la satisfacción de demandas de consumidores. Cuando las fuerzas del mercado son fuertes, son susceptibles de recibir presiones constantes al cambio en el sistema de cti. Este suele ser el caso donde las condiciones de competencia prevalecen y los clientes tienen poder directo sobre el proceso productivo. Sin embargo, en la medida en que tales condiciones no ocurren típicamente, se tenderá a seguir los intereses y los objetivos de las comunidades científicas y/o tecnológicas pertinentes. A menor nivel de influencia del mercado, mayor la permanencia relativa de cierto paradigma dado (Clark, 1987).

Balmer y Sharp (1993) sintetizan las similitudes y diferencias de los paradigmas científicos y tecnológicos propuestos por Clark (1987) en el cuadro 1.


El paradigma de la convergencia del conocimiento

Подняться наверх