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Del orden liberal internacional a un Mundo Post Occidental
ОглавлениеLo ocurrido con la pandemia en América Latina, y el que hayan sido potencias extrarregionales como China, Rusia e India y no las tradicionales potencias occidentales, las que hayan salido al ruedo en la emergencia sanitaria para proveerle vacunas a la región no es casualidad, ni responde solo a una cierta coyuntura. Ello refleja el ascenso de las fuerzas antiglobalización y los movimientos populistas en los países del Norte y sus plataformas proteccionistas, xenófobas y antiinmigrantes, para las cuales la cooperación internacional es un tabú. A su vez, el nuevo poder económico de las potencias emergentes ha llevado a lo que se ha denominado la diplomacia financiera colectiva del Sur. Ello se refleja en entidades como el Banco Asiático de Inversión e Infraestructura (BAII) establecido por China y con sede en Beijing, así como el Nuevo Banco del Desarrollo, establecido por los BRICS, y con sede en Shanghái. El primero con un capital de 100.000 millones de dólares, y el segundo con uno de 50.000 millones de dólares. En sus primeros seis años de existencia, ambas instituciones han concedido préstamos por una cifra cercana a los 35 mil millones de dólares y han sido bien evaluadas por los medios de comunicación y las agencias calificadoras de riesgo.
Así confluye la geopolítica con la economía. Con el auge de Asia como nuevo centro de la economía mundial, con China en el centro y los países del Atlántico Norte refugiados en el proteccionismo y el aislacionismo, el orden internacional se reestructura de manera inesperada e impredecible, como nos recuerda Parag Khanna en su libro El futuro es asiático(Khanna 2019).
Ello viene a ratificar lo señalado más arriba. La pandemia del covid-19 ha acelerado tendencias previas en el orden internacional. Estados Unidos seguirá siendo la principal superpotencia y lo será todavía por un buen tiempo, pero esa condición se ve limitada cada vez más al plano militar. En lo económico y lo tecnológico, China se le está acercando cada vez más, mientras el surgimiento de otras potencias, como India, y de entidades como los BRICS y ASEAN, subrayan la transición a un orden post hegemónico descentralizado, el equivalente a un “cine-multisalas”, en la expresión de Amitav Acharya (Acharya 2019). La post-Pax Americana no será una Pax Sinica. Por múltiples razones, China está aún lejos de poder ocupar el lugar de Estados Unidos. Tampoco es factible una resurrección del orden liberal internacional.
Sin embargo, lo que sí está claro es que en este nuevo orden, aquellos que no participen en la generación de sus reglas y disposiciones, deberán “agachar el moño” y someterse a las de otros. El regionalismo debería jugar un papel clave en este nuevo orden, permitiendo el desarrollo de espacios propios y de autonomía de acción. Sin embargo, el regionalismo latinoamericano rara vez ha estado en una situación más lamentable, ni la región más fragmentada, contribuyendo así a su eclipse diplomático, en la expresión de Alain Rouquié.
En 1945, en los inicios del orden internacional liberal, con ocasión del establecimiento de la ONU y con casi la mitad de los cincuenta países fundadores de esa entidad proveniente de América Latina, la región desempeñó un papel no menor en diversos aspectos de lo que sería el sistema de la ONU, incluyendo la Declaración Universal de Derechos Humanos. Algo similar puede decirse del aporte hecho por la región a las instituciones de Bretton Woods, sobre todo a favor de un multilateralismo inclusivo y el énfasis en la cooperación para el desarrollo (Heine, 2020a). En momentos de crisis y transición del orden internacional, cuando será decisivo actuar con voluntad colectiva, no es obvio que la región esté en condiciones de hacer un aporte equivalente al nuevo orden que otros están construyendo.
De ahí la importancia de un enfoque propio, que retome las mejores tradiciones del aporte hecho por América Latina al derecho internacional y las relaciones internacionales. En eso consiste la propuesta del No Alineamiento Activo para la región a la cual está dedicada este libro.