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Para qué sirve un payaso

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Patch Adams es famoso mundialmente desde que en el año 1998 se estrenó la película homónima protagonizada por Robin Williams, donde se homenajea al doctor Hunter «Patch» Adams, creador y fundador del Instituto Gesundheit!, un centro médico establecido en 1972 en el condado de Pocahontas, en el estado de Virginia Occidental (EE. UU.).

Su idea era combatir el feroz liberalismo sanitario instaurado en Estados Unidos, que se basaba en una atención a la salud centrada en «la avaricia y la competencia». La idea era sustituir estos principios por un modelo donde predomine, como dijo el propio Patch Adams, «el humor, la compasión y la generosidad».

El proyecto fundamental por el que se conoce el Instituto Gesundheit! se basa en el concepto de «payasos humanitarios» y utiliza el recurso del humor como elemento clave para mejorar la atención y calidad de vida de la persona enferma, lo que a su vez ha servido como punto de partida de diversos movimientos que trabajan el humor en unidades donde se produce muerte y dolor, desde los movimientos Clown hasta Payasos Sin Fronteras, que ayudan a personas en situaciones difíciles a mejorar su estado de ánimo y su calidad de vida en la creencia de que, si los pacientes logran esbozar una sonrisa, esto los llevará a conectar con emociones positivas y les ayudará a desbloquear el dolor físico y emocional de la situación, aunque sea tan solo por unas horas y minutos.

Los payasos humanitarios de Patch Adams han llevado equipos de clowns a las zonas de guerra en Bosnia, a Afganistán, a campos de refugiados en Macedonia del Norte y a orfanatos para niños con sida en Sudáfrica, porque, como afirmó Caroline Dream, de Payasos Sin Fronteras: «Un payaso sin corazón es como un paracaidista sin paracaídas. Está destinado a acabar mal».

Payasos Sin Fronteras nació en Barcelona en el año 1993 cuando un payaso profesional recibió la propuesta de ir a realizar una serie de actuaciones al campo de refugiados de Savudrija, en la ciudad de Istria, en plena guerra de los Balcanes. El objetivo era hacer sonreír a los niños que estaban viviendo en ese lugar, y la iniciativa tuvo tanto éxito que conllevó la creación de una asociación que más tarde, en 2012, daría lugar a Clowns Without Borders International (CWBI), que actualmente ya cuenta con quince países miembros.

Recientemente, durante la pandemia provocada por la COVID-19, la asociación Payasos Sin Fronteras, bajo el hashtag #cuidemoslasonrisa, colgaba cada día en sus canales sociales vídeos de actuaciones de algunos clowns o artistas de circo con el fin de intentar arrancar alguna sonrisa a los afectados por el confinamiento.

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