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Personas demasiado agresivas

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Estas personas violan los derechos de los demás con su conducta claramente inapropiada. Carecen de habilidades sociales y recurren usualmente a la ofensa, el insulto o las amenazas.

Cuando se trabaja con individuos demasiado pasivos, hay que animarlos a reflexionar y prestar atención a lo que piensan antes de expresarlo; por ejemplo, practicando cómo pedir las cosas —empezando por aquellas más sencillas y luego por las de mayor relevancia—, lo que ayudará a que muestren una menor indecisión. Por su parte, cuando se trata con individuos demasiado agresivos, se debe conseguir que aprendan a escuchar y a respetar las opiniones de los demás, aunque no las compartan.

Para ello, se puede mejorar su actitud con algunas de estas técnicas asertivas:

Disco rayado

Se suele emplear para rechazar una petición poco razonable. Consiste en la repetición continua del punto principal que se quiere expresar.

Recorte

Esta técnica es apropiada tanto si la persona está siendo atacada y no está segura de haber cometido un error, como si piensa que está siendo atacada, pero no se expresa claramente. Cuando se recorta, se contesta sí o no esperando que la otra persona aclare el asunto.

Desarmar la ira

Consiste en ignorar el contenido y rechazar continuar la conversación mientras la otra persona esté airada.

Banco de niebla

Esta técnica se basa en dar la razón a la persona en lo que se considere que puede haber de cierto en sus afirmaciones; pero negándose, a la vez, a entrar en mayores discusiones.

En definitiva, desarrollar y potenciar las habilidades sociales es uno de los cometidos principales del coaching —tanto en el coach como en el coachee— y resulta fundamental a la hora de manejar cualquier situación o afrontar cualquier tipo de reto que se presente. Muchos de los problemas que presenta el coachee, vienen derivados de alguna carencia en sus habilidades sociales, por lo que resulta necesario detectar aquellas que en las debe mejorar, para garantizar mayores probabilidades de éxito en la resolución de su problema. Por su parte, en cuanto al coach, según se ha visto anteriormente, contar con unas habilidades sociales bien trabajadas resultará fundamental para desempeñar su labor de manera correcta y eficaz.

Las 10 claves del coaching

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