Читать книгу Diseño creativo: manual de ideas - Juan Diego Ramos Betancur - Страница 15
Si sabemos de dónde venimos, podemos anticipar hacia dónde vamos
ОглавлениеVenus Quimbaya.
Ilustración
Hay quienes ante una tormenta o lluvia de ideas, prefieren usar un enorme paraguas con sus paradigmas, que les evite empaparse de creatividad e innovación.
Los primeros humanos fueron escultores y pintores, además de cazadores y fabricantes de cuchillos de piedra afilados, de arcos con flechas y de lanzas con puntas de piedra. Estas notables evidencias dan muestra de los procesos cognitivos creativos, de la recursividad de su ingenio en la selección de materiales y herramientas, del manejo y del control de las tareas manuales para dar formas precisas, y la sofisticación de “nuestros” primeros pensamientos y comportamientos de diseño.
Desde el punto de vista escultórico o tridimensional, tenemos las herramientas de piedra, por un lado, y figuras y estatuillas, por el otro. Desde los tiempos del Homo Erectus, se han encontrado vestigios y remanentes arqueológicos con estatuillas de figuras humanas (femeninas en la mayoría de los casos), llamadas las “Venus del paleolítico”, pues en su mayoría están datadas en el Paleolítico Superior (35.000 a 10.000 años a. de C.). Para hacerlas usaron marfil, huesos, astas de bueyes, madera, arcilla de terracota, entre otros materiales. Hay igualmente, grabados de animales como caballos, bueyes, etc.
Las primeras evidencias que conocemos acerca de cómo fueron nuestras primeras experiencias de representación gráfica, como especie, las tenemos con la pintura rupestre, desde unos 39.000 hasta los 3.000 años. Es decir, son los dibujos y las pinturas rupestres realizadas sobre rocas de cavernas, grutas o acantilados, en lugares como las cuevas de Altamira en España, Aurignac y Lascaux en Francia, Tassili n’ajjer en el norte del Sahara africano, Cavernas en Indonesia, Australia, América, entre muchos más lugares.
Estas extraordinarias imágenes fueron realizadas de varias maneras: con objetos duros y afilados, grabadas sobre la superficie, como un tipo de bajo relieve. En otras, usaron los diversos frutos y plantas que dejaban sus pigmentos firmemente fijados a la superficie. En las restantes, usaron hematites (sangre de animales), tierras de diversos colores y carbón vegetal.
Si se observan con atención las innumerables representaciones de animales y figuras humanas, puede notarse que la forma más usual de este trabajo está realizada destacando la vista lateral del animal y, por supuesto, de las personas. Y en ocasiones, las vistas frontales o de ¾ de los propios cazadores. Es decir, intuitivamente escogieron un punto de vista que ofreciera una idea más clara y nítida de la figura misma: la vista lateral. Es la que ofrece más información relevante de la imagen y su significado. Además, se destaca el hecho de que muchas de ellas están en movimiento, evidenciando los eventos de cacería o detallando las características propias de cada especie, que era objeto del sustento del grupo: bueyes, bisontes, venados o ciervos, caballos, mamuts, etc.
Proyecto: sabemos que la zona de confort es un gran lugar para estar, como dice Mihály Csikszentmihalyi en su libro Flow (Fluir). Pero intentemos algo: si eres arquitecto, diseña vestuario. Si eres artista, diseña joyería. Si eres ingeniero, diseña escenografías, y así, tratando de cambiar de oficio y actividad, realizando dibujos en libretas o cuadernos, ilustrarlos con color, demostrando que el diseño no tiene límites para una mente creativa.