Читать книгу Diseño creativo: manual de ideas - Juan Diego Ramos Betancur - Страница 23

Dark Duck. Duckstore, Barcelona

El humor es una sofisticada forma de inteligencia. No todos lo comprenden. Y hará de tu vida un territorio de felicidad.

J.D.R.

El humor es una actitud. Además, es positivo. Ante la tragedia, la comedia, como nos enseñaron los griegos, tiene el mal hábito para algunos, de romper la rutina. Pero si esta no se rompe, ¿qué queda de nuestro existir? Viviríamos en automático, serios, adustos, aburridos, melancólicos y, por qué no, con una larga y pesada depresión, y una peligrosa disposición suicida.

La risa es una señal de comunicación social con un alto componente de bellas y buenas emociones. Sacarle una sonrisa a alguien, que se ha enfrentado a una situación molesta, incómoda, ridícula o absurda, y que puede verse desde un punto de vista inesperado, es ya un logro creativo. Además, es un regalo para “los días que uno tras otro son la vida”, como decía el poeta nariñense, Aurelio Arturo.

El humor destaca lo ridículo, lo absurdo, y hay quienes tienen la habilidad de hacerlo. Entre ellos, están los artistas norteamericanos de la industria cinematográfica de Hollywood: Charles Chaplin, Harold Lloyd, los hermanos Marx, el Gordo y el Flaco, Bob Hope, Jerry Lewis, Jim Carrey, Woody Allen y muchos más. En México, el icónico Cantinflas y Viruta y Capulina. Y en nuestro medio lo hacía Cosiaca, citado en el Testamento del Paisa de Agustín Jaramillo Londoño, Montecristo y su famoso programa radial, Jeringa, Lokillo y Suso en televisión y, con música, los del Festival Nacional de la Trova en Antioquia: los trovadores.

El sentido del humor tiene del Diseño Creativo la capacidad de relacionar al menos dos elementos conceptuales distantes que suceden inesperadamente y, que juntos, provocan una reacción eufórica. Crea también una imagen mental paradójica, contradictoria, de incongruencia, de sorpresa, y genera reacciones fisiológicas específicas en nuestro cuerpo como son la sutil sonrisa, la risa y la carcajada.

Muchas situaciones de la vida que son molestas, dramáticas, vergonzosas, etc., como el tropezarse con un farol, regarse una bebida encima, que la silla en la que alguien está sentado se vaya hacia atrás o se le rompan las patas cuando es una persona con sobrepeso, caerse en un charco mientras tratábamos de esquivarlo, y otras muchas situaciones nos provocan risa porque, curiosamente, vemos algo de humor en lo catastrófico o en lo absurdo.

Augusto Monterroso es un divertido escritor guatemalteco que, con mordaz humor, nos presenta este texto: “En un lejano país, existió hace muchos años una oveja negra... Fue fusilada... Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque... Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse en la escultura”.¹

La risa es contagiosa. En muchos países han realizado experimentos sociales, dentro de líneas de metro, en paradas de buses, etc., donde un individuo comienza a reír y a los pocos minutos todos están entregados a las carcajadas.

Proyecto: cuando estés en un lugar público, rodeado de personas, prueba ser el motivador de la risa. Regala unos momentos de alegría a los demás. No es necesario inventar un chiste o hacer una broma como en el sitio web, Just for Laughs. Eso es todo.