Читать книгу Dirección y dinamización de actividades de entrenamiento en sala de entrenamiento polivalente. AFDA0210 - Juan Octavio Domínguez Castilla - Страница 9
2.1. Características de las distintas etapas en relación con la participación
ОглавлениеSe estudiará aquí cuáles son las principales características de los diferentes grupos, según edad, que pueden acudir a practicar deporte a los centros deportivos. Y conociendo cuáles son las motivaciones que les llevan a la práctica, estos deben ser orientados hacia actividades acordes con sus necesidades, tratando que reciban un servicio de calidad.
El desarrollo de una persona es un proceso dinámico que depende sobre todo del contexto cultural, social y circunstancial que le toque vivir. El crecimiento, como es lógico, estará relacionado con la etapa de la vida en la que esté y las experiencias vitales solo tendrán que ver con las historias y las vivencias únicas del individuo.
Importante
El desarrollo de una persona es un proceso dinámico y depende del contexto cultural y social en el que le haya tocado vivir.
Con esto se comprobará que aparecen diferencias en las personas que acuden a un centro deportivo dependiendo del entorno donde se encuentre este, pues pertenecen al mismo contexto social.
Existen diferentes etapas en lo referente al desarrollo evolutivo en el ser humano. Las tres primeras etapas no son aplicables, al menos directamente, al objeto de este tema, ya que por sus características no son (o no suelen ser) población que pueda relacionarse con la participación en Salas de Entrenamiento Polivalente ni centros fitness.
Estas etapas son las que se describen a continuación.
Prenatal
Esta etapa tiene lugar únicamente dentro del vientre materno, desde el momento de la concepción hasta el parto.
Infancia
Corresponde desde el nacimiento hasta aproximadamente los 5-6 años de edad. Estos primeros años se caracterizan por una actitud continua en ejercitar los órganos sensoriales, los movimientos y tratar de desarrollar el lenguaje, por lo que el sujeto no para de explorar, manipulando los objetos que encuentra a su alcance. Realmente es en esta etapa donde se consiguen las mayores conquistas para el desarrollo motor del ser humano (andar, levantarse, correr, hablar, hacer la pinza con las manos, etc.).
Niñez
Es una etapa que puede durar desde los seis hasta los diez o doce años, aunque dependerá del nivel de madurez del niño para poder darla por acabada o no. En ella el ser humano desarrolla y afianza conocimientos. Es la etapa de gran socialización del ser humano, por el contacto con sus iguales en la escuela, aprendiendo derechos y deberes sociales en el trato, y se desarrolla el pensamiento lógico (concibe la realidad tal y como es, no como se la imaginaba). Por tanto, es la etapa en la que el juego, entendido como tal, le reportará los mayores beneficios relacionados con el acondicionamiento físico y la salud.
Adolescencia
Comprende las edades de los 12-13 a los 17-18 años, por lo general. Representa una etapa de grandes cambios en la persona, tanto a nivel biológico, como psicológico, social y sexual. El ser humano ya no es un niño, aunque todavía no reúne las características del adulto (y no se le debe tratar como tal). Se observa un acelerado crecimiento en talla y peso, así como un cambio en la voz. Aparecen los caracteres secundarios de los sexos y con ellos las diferencias más pronunciadas entre el hombre y la mujer. En los aspectos psicológicos y sociales aparece una serie de características muy importantes: el descubrimiento del “yo” de su personalidad, conciben la vida sentimental de forma muy intensa y cambiante, se empiezan a preocupar por los ideales y los valores (sobre todo el de la amistad), comienzan a aparecer inquietudes y anhelos hacia la independencia (el adolescente quiere ya ser mayor), se impulsa su autorrealización y quieren hacerlo girar todo en torno a su propio mundo interior.
Nota
Es en la fase final de la adolescencia donde se recomienda que se inicie el trabajo en las SEP (Salas de Entrenamiento Polivalente).
Juventud
Desde los 17-18 años hasta los 30. El individuo se muestra más “tranquilo” que en la etapa anterior, aunque todavía carece del equilibro psicosocial que desarrollará en etapas posteriores. En esta etapa comienzan a aparecer diferencias entre hombres y mujeres en relación a la práctica deportiva. La gráfica de participación en relación hombre-mujer muestra curvas totalmente contrapuestas en estas edades. Mientras que los hombres se acercan a la práctica deportiva, son las mujeres las que se alejan de ella. Los motivos han sido estudiados por diversos autores y parecen responder a factores personales (de estética) y sociales. Cookburn (2000) afirma que el motivo de abandono de la práctica en mujeres en la adolescencia y etapas inmediatamente posteriores se debe a la percepción de la pérdida de feminidad y una cierta discriminación social, relacionada con su participación en actividades deportivas.
En esta etapa, las diferencias entre hombres y mujeres se intensifican. Los hombres dan mayor importancia a la consecución de objetivos orientados al ego: mejoras corporales rápidas, la competición y todo el trabajo en la Sala de Entrenamiento Polivalente (SEP) se orienta básicamente al logro. Si se observan las relaciones personales entre los sujetos de estas edades que acuden a un centro deportivo, se ve cómo se establecen diferentes estatus dentro del mismo, dado principalmente por la imagen corporal o el desarrollo de capacidades físicas.
Nota
En la etapa de la juventud los hombres muestran una motivación orientada al logro.
Entre las mujeres que se acercan a la práctica deportiva en las instalaciones de fitness, los motivos prácticamente son la pérdida (o mantenimiento) de peso y la mejora de la imagen corporal. Otro aspecto importante en esta edad en las mujeres es la función social y relacional, cuya cuestión se tratará más adelante.
Adultos
Corresponde aproximadamente a los 30-55 años. El acotamiento según rango de edad en este apartado no es una distinción exacta, matemática, ni científica, ya que cada persona envejece a un ritmo y se pueden encontrar hombres de 45 años con peores condiciones físicas y psicológicas que otros de 65, ya que depende de diferentes experiencias vitales y del deporte que haya realizado cada individuo en el pasado.
Como características generales en esta etapa se pueden encontrar dos bloques diferenciados, en función de la madurez del adulto:
1 Los adultos maduros. Se adaptan bien a la vida social, cultural y deportiva. Son capaces de controlar su vida emocional, afrontan los problemas con serenidad, reconocen sus límites y sus capacidades y con ello tienen una percepción correcta de la realidad, lo que les hace actuar con una mayor eficacia y responsabilidad.
2 Los adultos menos maduros o “inmaduros”. En ocasiones, son incoherentes y contradictorios en su comportamiento y, al contrario que los adultos maduros, no controlan su vida emocional ni perciben la realidad tal y como es. Por último, les cuesta más adaptarse a la vida social.
De nuevo se encuentran diferencias de sexo entre los usuarios de las instalaciones de fitness. Así, según un estudio de Frederick y Ryan (1992), se demostró que los adultos varones en estas edades muestran un mayor interés por la práctica cuando se desarrolla de forma individual (en máquinas o peso libre) y hacia el trabajo de fuerza que frente al trabajo aeróbico (básicamente trabajado en sesiones de fitness grupales), al contrario que las mujeres, que prefieren un trabajo aeróbico y de tonificación en sesiones grupales.
Estos datos no son absolutos, es decir, ni todos los hombres quieren realizar trabajos individuales de fuerza ni las mujeres quieren hacer fitness aeróbico exclusivamente. Hoy día se observa en las salas de entrenamiento que esas estadísticas se van rompiendo y aparecen nuevas modalidades y necesidades en los clientes de este rango de edad que acuden a un centro. Estos deben expresar cuáles son sus gustos e inquietudes para que se les pueda orientar hacia un trabajo óptimo y adecuado.
Actividades
1. Señale quiénes realizan más actividades deportivas en su etapa de juventud.
2. Enumere los grandes cambios psicológicos y sociales que se producen en la adolescencia.
3. Responda y justifique por qué motivos se produce el abandono masivo del deporte por parte de las mujeres en el periodo de la juventud.
Adulto mayor (más de 55 años)
Es un tipo de usuario muy delicado por sus peculiares características e incluso en alguna bibliografía se le define como población especial por su necesidad de tratamiento adaptado y diferente. También es muy exigente a la vez que muy agradecido, comentario cada vez más extendido en los gimnasios y Salas de Entrenamientos Polivalentes.
Los adultos mayores que tuvieron una etapa anterior calificada como de “inmaduros” presentarán características psicosociales tales como la desconfianza (hacia el deporte y hacia los compañeros), la crítica continua a todo, el egoísmo y el trato agrio y distante con sus iguales.
Por el contrario, los mayores que han desarrollado una etapa adulta madura son capaces de adaptar y asimilar mejor todas las situaciones, tienen mejor humor, son exageradamente optimistas, generosos y agradecidos en el trato.
Es una etapa en la que predomina la pérdida de fuerza en los individuos y la delicadeza de su salud. También puede darse un progresivo descenso de la actividad mental. En esta fase se empieza a perder un poco de interés por las cosas de la vida. Se vive más de lo que fue el pasado que de lo que les va a deparar el futuro. Aparece cierta tristeza que debe ser combatida, y un buen medio para hacerlo es la práctica de actividades físicas orientadas al ocio y a la salud.
Aquí existen menos diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la motivación o cuestiones que los acercan a practicar deporte. El motivo principal de la práctica deportiva en esta población no es otro que la salud.
No solo la salud física es lo que buscan los hombres y mujeres mayores que acuden a un centro deportivo, sino también la salud psicológica y la social/relacional.
Se debe tener claro que todas las sesiones y, es más, todos los objetivos de la planificación del trabajo con estas edades deben satisfacer la consecución de esos tres pilares fundamentales en la salud de los mayores: el aspecto físico (mejoro las condiciones, me equilibro mejor, me oriento, mejoro articulaciones, tensión arterial, etc.), el aspecto psicológico (me siento más animado, me motivo a hacer cosas, me siento útil, me siento capaz conociendo mis limitaciones, me atrevo con algo más, etc.) y el aspecto social/relacional (me apetece salir, me uno a mis iguales, tengo y siento el contacto con ellos, escucho y me escuchan, etc.).
Actividades
4. Usted está ante el reto de realizar actividades para un colectivo de personas adultas. Indique qué tipo de ejercicios les recomendaría y por qué.