Читать книгу Un final para Benjamin Walter - Álex Chico - Страница 8
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ОглавлениеPodría haber sido una cala de pescadores, una insignificante aldea perdida entre collados y senderos, una pequeña bahía moteada de barracas, pero ese lugar se acabó trasformando en algo distinto, en un lugar de paso que algunos, con poca fortuna, nunca pudieron traspasar. Podría haber sido un territorio minúsculo, enclavado en una geografía fronteriza ante la exigua inmensidad del Mediterráneo, manteniendo una meritoria insignificancia frente a una breve extensión de agua. Una ensenada tranquila, templada, casi inerte, a pesar de la calma tensa que se cuela entre montañas, mientras el viento desplaza las piedras que se agolpan en los desfiladeros y convierte esa existencia reposada en un campo de fortificaciones. Podría haber sido un pequeño pueblo y continuar así durante mucho tiempo. Eso es lo que sugieren los lugares que parecen fuera de plano, esos espacios que no logramos identificar con ningún territorio concreto ni con ningún país que conozcamos. Podría haber sido simplemente esto: un lugar donde no ha sucedido ni sucederá nada. Pero en un momento de su historia ocurrió algo y justo por ese motivo apareció el germen de su propia destrucción. Todo, incluso lo que carece de importancia, parece condenado a la desaparición. Todo lo creado, por muy superficial que nos resulte, guarda la posibilidad de que algún día también él se extinga y no quede nada detrás, ni siquiera un miserable rastro.
Por ese motivo decidí viajar a Portbou una tarde de octubre. Recuerdo bien el trayecto, sobre todo en su último tramo. Mientras el tren avanzaba, aparecían colinas y túneles ocultos, pendientes abruptas, grandes estaciones recién devueltas del pasado. Viajé a Portbou porque en cada rincón de ese espacio se escondía el lugar del crimen. Y aunque quizás yo no pudiera resolver esa trama, lo cierto es que emprendí aquel viaje para identificar la culpa y señalar al culpable. Como si, por un instante, formara parte de una fotografía de Atget.