Читать книгу Debates presidenciales televisados en el Perú (1990-2011) - Lilian Kanashiro - Страница 10

Interacción entre participantes

Оглавление

De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, el término debate puede tomar dos significaciones formales más o menos compatibles entre sí. Por un lado, es «controversia o discusión», y por otro lado, significa «contienda, lucha o combate» (2001). A ambas las une un rasgo común: la interacción competitiva. Sin interacción no hay debate en sentido general, sin confrontación tampoco. Es decir, se acepta o asume que los contendientes tienen posiciones diferentes; si no fuera así, si todos los participantes tuviesen la misma posición, no cabría la necesidad de un debate. El debate guarda en su naturaleza un carácter competitivo.

En la amplitud de la definición planteada, la relación entre entrevistador y entrevistado puede ser un debate, una discusión en un bar entre amigos puede ser un debate, un seminario académico puede ser un debate; siempre y cuando los participantes interactúen entre sí; tengan opiniones, juicios y afirmaciones diferenciadas; y compitan por demostrar la calidad de sus posiciones. Si los participantes no interactúan entre sí o, lo que es peor, se ignoran entre ellos, no hay debate.

Si los candidatos solo dicen lo que van a hacer, pero no interactúan entre ellos, ignorándose mutuamente como una manera de evadir el conflicto: ¿califica como debate? Este es un aspecto controvertido, sobre todo para aquellos que observan con especial cuestionamiento el carácter conflictivo que puede adquirir el debate electoral y la competencia electoral, en general; asimismo, aprecian el debate como fuente de información al elector. Probablemente, esta será la característica que más discusión traiga sobre una definición del debate electoral y que ha sido recogida en varios espacios de discusión donde los avances preliminares han sido expuestos. Desde la perspectiva que asume este estudio, considero que un debate electoral debe mínimamente incorporar la intención de interactuar con los competidores, y que dicha interacción suele ser regulada por el formato del debate.

Como bien se sabe, los significados no se regulan solo por la normativa de la lengua natural. La práctica o puesta en escena puede revelar alteraciones notables en ese sentido. Así pues, cuando el habla entra en juego, se encuentra la posibilidad de llamar debate a algo que carece de interacción o que se halla sumamente programado, al punto de anular cualquier posibilidad de competición. Ante este escenario, cobra valor este tipo de intervenciones analíticas, que permite desmitificar las obviedades de las prácticas sociales.

Debates presidenciales televisados en el Perú (1990-2011)

Подняться наверх