Читать книгу Debates presidenciales televisados en el Perú (1990-2011) - Lilian Kanashiro - Страница 13
Tendencias académicas en el estudio de los debates electorales
ОглавлениеUna revisión bibliográfica de la literatura académica da cuenta de varias tendencias en el estudio reciente de los debates electorales. En primer lugar, existe un interés por sus efectos en la definición del voto que se ha desarrollado en los «estudios de recepción», que toman en cuenta variables generacionales, sociodemográficas o predisposiciones políticas (Domínguez, 2014, p. 11; Domínguez, 2011, p. 108; Luengo, 2011, p. 86). Los estudios sobre los efectos han logrado demostrar que los debates electorales, más que producir un cambio en la orientación del voto, básicamente refuerzan decisiones electorales ya tomadas. No obstante, los referentes de estos estudios son norteamericanos y resulta conveniente contrastar esta afirmación en contextos con mayor volatilidad y en sistemas electorales mucho más competitivos (Canel, 1998, pp. 62-64; Luengo, 2011, p. 93).
En segundo lugar, se encuentran los análisis de contenido cuantitativos centrados en las estrategias discursivas verbales (Echeverría-Victoria y Chong-López, 2013, pp. 352-354; Glantz, Benoit y Airne, 2013, pp. 278-280; Téllez, Muñiz y Ramírez, 2011, pp. 258-262). No deja de ser paradójico que los análisis de contenido se hayan centrado tanto en el discurso lingüístico cuando la gran crítica sobre los debates es la excesiva importancia de la imagen en desmedro de lo que se dice. Sin embargo, un estudio dedicado al caso alemán se pregunta por el predominio de lo visual en la comunicación política; en contra de lo que comúnmente se especula, lo verbal prevalece en la apreciación de los televidentes. Estos hallazgos, como los mismos investigadores señalan, deben ser contrastados en otros contextos culturales (Nagel, Maurer y Reinemann, 2012, pp. 13-14). Finalmente, se pueden mencionar análisis de contenidos que han prestado más atención a otros componentes del debate, como el audiovisual (Quintas y Quintas, 2010) o el corporal (Stewart, 2010).
En este marco diverso, he decidido centrarme en el propio terreno de la comunicación política y darle un espacio importante a la reflexión sobre el debate electoral como discurso mediático. Y, en ese sentido, es imposible ignorar un detalle importante: la televisación del debate. Sostengo que el componente audiovisual propio de la televisación puede desvirtuar el concepto de debate definido anteriormente. Por eso, el análisis y la reflexión sobre el dispositivo enunciador televisivo y los alcances de su optimización como práctica discursiva ocupan un rol importante en el orden de un régimen de visibilidad que ilumina ciertos aspectos y oscurece otros.
Si se asume un debate electoral como una interacción cara a cara entre los candidatos en competencia, ¿qué sucede cuando el lenguaje audiovisual niega tal definición? ¿O cuáles son los aportes en materia de significación del componente audiovisual? A las condiciones mínimas planteadas en la primera conceptualización se debe agregar una definición de carácter discursivo que surge como consecuencia de la mediatización de este; el debate electoral televisado es la suma de componentes verbales y gestuales, de una interacción pactada entre candidatos, de un formato audiovisual, de prácticas y de estrategias de optimización.