Читать книгу Menores y justicia Juvenil - Lorenzo Mateo Bujosa Vadell - Страница 9

El primer grupo de delitos objeto de análisis lo constituyen los delitos contra la vida, que incluyen el homicidio y el asesinato.

Fuente: Fiscalía General del Estado. Elaboración propia.

Como se puede apreciar, las cifras se habían venido manteniendo más o menos estables en el periodo 2015-2018, razón por la cual no despertaban excesiva inquietud en la Fiscalía, destacándose en distintas Memorias Anuales7 que la mayor parte de los asesinatos y homicidios fueron en grado de tentativa y otros fueron finalmente calificados como delitos de lesiones graves u homicidios por imprudencia.

No obstante, se observa un incremento preocupante en el año 2019, dando el salto a los 83 asuntos incoados en esta materia. La mayoría de los casos se concentran en determinadas partes del territorio nacional como Madrid, Barcelona, Baleares, Cádiz y Málaga. Destaca especialmente el caso de Madrid, donde se pone de manifiesto que el número de asuntos incoados por delitos contra la vida está significativamente unido al hecho de que son perpetrados por menores relacionados con bandas latinas, lo que ha supuesto igualmente el aumento de otras categorías delictivas protagonizadas por estos grupos, tales como lesiones con instrumento peligroso, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas y riña tumultuaria8.

Dentro de este primer grupo de delitos que hemos abordado, tenemos que detenernos, dentro de los delitos contra la integridad física, en el delito de lesiones.

Fuente: Fiscalía General del Estado. Elaboración propia.

Se observa, año tras año, un aumento en la incidencia del mismo. Si bien en este punto hay que tener en cuenta algunas cuestiones:

– En primer lugar, que las cifras reflejadas no distinguen entre lesiones dolosas y lesiones imprudentes.

– En segundo lugar que, en algunos lugares, como ya se ha puesto de manifiesto, se ha detectado el recrudecimiento en el enfrentamiento entre bandas juveniles rivales, traduciéndose en un incremento de las diligencias incoadas por delitos de lesiones con uso de instrumento peligroso y riñas tumultuarias.

– En tercer lugar, las cifras expuestas hay que tomarlas con cierta cautela, pues la propia Fiscalía reconoce que las aplicaciones informáticas que manejan en el registro de asuntos no permiten distinguir los delitos leves del resto9. Entendemos que esta circunstancia de falta de adecuación de los programas informáticos a la realidad criminal, por otro lado, recurrente año tras año, a la que se alude de manera reiterada en las distintas memorias anuales, no es óbice para observar el incremento global en la comisión de los delitos de lesiones en general.