Читать книгу Crónicas Maradonianas - Lucas Bauzá - Страница 11

Soplando fuerte siempre y sin parar

Оглавление

Hay muchos Maradonas, fueron muchas vidas en una sola. “Me gusta el Maradona reivindicatorio de su clase social, el tipo que por más que tenga las contradicciones que tenga porque en definitiva vive como jugaba. A pesar de que esté en una limusina con un whisky importado, a él cuando le pasas el dedo es como los muebles, ahí le descubrís la madera. En el fondo es el Diego de Fiorito al que se le cargó una cantidad de cosas arriba para las que nadie lo preparó, nadie lo educó”, declaró el histórico preparador físico de Maradona Fernando “el Profe” Signorini en 2017 en Radio Sur 88.3.

Mauricio Pepey pintó los goles de Maradona a Inglaterra en Villa Palito (La Matanza) a pedido de Juan Enríquez, el dirigente peronista que lideró el proceso de urbanización del barrio. En Lástima a Nadie Radio (Urbana BA) nos contó que Juan le decía “nosotros nos sentimos muy identificados con Maradona básicamente porque fue alguien que arrancó de abajo y que hoy es quien es por todo lo que alcanzó. Saliendo de un barrio se puso como rebelde contra todos los topes que te pone la sociedad para crecer e ir por algo. Nosotros hicimos lo mismo con la urbanización porque si no nos movíamos esto no iba a pasar y como nos movimos, pasó”.

A la edad en que la mayoría estamos descubriendo a qué huele lo que me duele y lo que me gusta, a los 25 años Maradona estaba estirando las manos cumpliendo el sueño que había dicho a cámara a los 10 mientras hacía jueguitos en un potrero de Fiorito ubicado en las calles Plumerillo y Chivilcoy. Hoy en día en ese lugar hay un pasaje en el medio y casas a los costados. “Pudimos rescatar los arcos originales y armar un nuevo predio para los chicos”, cuenta Walter Salguero, delegado municipal de Villa Fiorito en Infobae. Los arcos que escucharon a Maradona decir “Cuando sea grande quiero jugar en la selección y ganar un mundial” hoy están clavados en un campo de la calle Larrazábal a dos cuadras del potrero original.

Doce cuadras para abajo por Larrazábal vive mi compadre Luisito y su familia. Lo conocí en el colegio aunque nuestros abuelos ya se conocían porque tenían puestos en las ferias municipales que se montaban en la calle en Lomas de Zamora. La primera vez que fui a Fiorito no fue por invitación. Había fallecido su abuelo y aunque lo conocía hace poco sentí que tenía que estar porque sabía lo importante que era en su vida. Fue quien le trasladó la pasión xeneize aunque su papá Omar es fanático de Independiente. Cuando chicanean a Maradona con que era hincha del Rojo porque iba a la cancha a ver a Bochini me hacen reír los pies. Nunca pisaron Fiorito. Si hubieran ido sabrían que ahí los hinchas de Independiente casi que igualan a los de Boca y River.

La familia de Luisito también es hincha de Los Andes. Villa Fiorito es de Los Andes, Villa Caraza es de Lanús. Solo caminando sus calles te das cuenta a qué partido pertenece cada barrio. En 2008 Maradona se puso la camiseta de Lanús en un amistoso a beneficio de Talleres de Escalada que juntaba fondos para levantar la quiebra. Jugó un tiempo para cada equipo. Ese día Talleres explotó la popular visitante (con el también nacido en Fiorito Turco García en el paravalanchas) y de Lanús no fue tanta gente. La barra estaba en contra de poner la cancha para ese encuentro pero fue un centro del Municipio a Talleres después de ser el equipo olvidado del partido junto a El Porve y Victoriano Arenas.

“Habían dicho que le iban a poner un vestuario aparte para él y cuando llego dijo ´no muchachos yo me cambio con la gente de Lanús´. Yo lo tenía enfrente y lo miraba mientras contaba un par de anécdotas. Después durante el partido estaba en el banco. Luis (Zubeldía) hace un cambio y me manda a mí a la cancha en el primer tiempo. Pude compartir con Diego pequeños minutos de un partido”, contó en el programa “La Zurda Mágica” Iván Macalik, ex defensor de Ferro que Ramón Cabrero había llevado al Grana. Para Talleres jugaba Germán Denis y “en un córner se me acerca Diego y me dice ´a este metele por más que sea el Tanque Denis eh´ y yo sí Diego quedate tranquilo, hago lo que vos digas. Olvidate”.

Al finalizar el partido le pusieron un micrófono en la boca al Diego y respondió “volver al barrio me trae tantos recuerdos… de las canchitas de tierra, de cuando me bañaba con una pava de agua caliente”.

Crónicas Maradonianas

Подняться наверх