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Donde nace el viento de la libertad

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“Los medios te dicen que Maradona salió de acá por un milagro. Parece que salir de acá, de este barrio es un milagro cuando en realidad no es un milagro. Hay mucha que gente que trabaja y que sale a pelearla todos los días. No es un milagro, es un esfuerzo cotidiano, día a día, de toda la gente. Desde los cartoneros hasta los chicos como nosotros que estamos estudiando para salir adelante”, dice un vecino de Fiorito en el video en el que Les Amateurs recorre el barrio donde “nació el más grande de la historia”.

Villa Fiorito no queda en Lanús como repite mucha gente sino que pertenece al partido de Lomas de Zamora. Y no es solamente una villa, es un barrio enorme que tiene algunas partes de pasillos, más sectores con pasajes. “La cortada manda, el pasillo obedece”, reza un grafiti histórico del barrio que está compuesto en su mayoría por calles. Algunas de tierra y otras asfaltadas.

No es uniforme la realidad de la gente del barrio. Cuando Maradona en su autobiografía asocia a Fiorito con la palabra “lucha” justamente es porque es lo que une al barrio. Y a luchar aprendió de chico. Cuando los vecinos grandes hablan del Diego que jugaba en los potreros surgen dos cosas para contar. Lo cagaban a patadas y cuando había un tiro libre era gol. Maradona en el potrero se hizo a los golpes y encontró en la pelota parada el segmento del juego donde no podían pegarle. Ya como futbolista profesional por esa vía le metería un gol a Boca jugando para Argentinos Juniors y viceversa en su primer gol en la vuelta al xeneize en el 95. Ambos los festejó porque los goles son muy preciados para no festejarlos. Eso también lo aprendió jugando en la tierra.

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