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Solo en el viento te anunciaras

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En la zona sur del Conurbano bonaerense las estaciones de tren funcionan como punto de partida para determinar centro y periferia. Más te alejas de las vías más popular se va poniendo la cosa. Villa Fiorito queda a unas 40/45 cuadras de la estación de Lanús. Tiene una estación del ferrocarril Belgrano Sur que unía Puente Alsina con Aldo Bonzi pero este ramal dejó de funcionar en 2017 por una inundación de vías que provocó el descarrilamiento de una formación a la altura de la estación Alsina.

Fiorito está tan alejado de las estaciones que tampoco comparte con Lomas y Lanús la ciudad de Capital Federal de cabecera para entrar y salir. Mientras estos últimos acuden a Constitución, por cercanía el barrio amigo porteño de Fiorito es Pompeya. “Con mi primer sueldo llevé a mi vieja a cenar al restaurante La Rumba, porque siempre que pasaba con el bondi sentía un olor riquísimo. Era una pizzería en avenida Sáenz, frente a la Iglesia de Pompeya. El sueño de mi vida era llevar a la Tota a cenar, los dos solos, como novios” contó Diego en el “Líbero Versus” de TyC Sports.

En Rabanal y Sáenz hasta 2018 estaba también la pizzería La Blanqueada. Diego Armando Maradona declaró en un documental de televisión que paraba a comer pizza allí antes de ir a entrenar a Argentinos Juniors, e incluso, que llegó a recomendar la pizza de La Blanqueada como la mejor del mundo en Italia. Vecinos de Pompeya piden que se declare sitio de interés histórico y sueñan con que vuelva a abrir.

Como soñaron muchos años los y las hinchas de San Lorenzo con la vuelta a Avenida La Plata. El 19 de noviembre se aprobó la Ley de Rezonificación para que pueda construir su estadio en el barrio que lo vio nacer. “El Viejo Gasómetro a mí me quedaba de paso con el 15 para ir a Fiorito. Entonces cada vez que jugaba San Lorenzo con mi amigo Sanfi que es hincha fanático nos bajábamos ahí y cuando abrían las puertas en el segundo tiempo, nos mandábamos, nos trepábamos y mirábamos el partido del alambrado”, contó Maradona en una entrevista televisiva después de definir a la hinchada de San Lorenzo como la segunda mejor del país. En sus últimos días, Diego por televisión habrá sonreído al ver la noticia.

El 25 de noviembre al mediodía llegó el día que no esperábamos vivir y llegó de golpe. “Murió Maradona” fueron las dos palabras eléctricas que nos paralizaron el cuerpo. Los vecinos de Fiorito no fueron ni a La Boca, ni a Paternal, ni al Obelisco. Caminaron unas cuadras hasta la casa natal de Pelusa para despedir al ídolo que el barrio le prestó al mundo.

Seguirá viviendo en la eternidad y en la cotidianeidad de su Fiorito querido: en las pelopinchos armadas en la vereda, en las vías muertas de Fiorito y en las venas abiertas de América Latina. Vivirá en la casa de la calle Azamor que Doña Tota le regaló a una vecina que la ayudaba con la limpieza y el mantenimiento de la casa y en el recuerdo de las manos de Don Diego firmando en el 78 el contrato de propiedad de la casa de Lascano en Villa Del Parque/Paternal porque su hijo era menor de edad. La birome apretada fuerte para llenar el casillero que decía “Ocupación: Obrero”.

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