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2. PRINCIPIOS METODOLÓGICOS DE LA EXPRESIÓN CORPORAL. LA CREATIVIDAD Y LA IMPROVISACIÓN
ОглавлениеResumen: En la expresión corporal los objetivos tienen que ver con la comunicación y la creatividad. La finalidad de su práctica, por tan-to, no es el cuerpo: el cuerpo es el instrumento. Esta diferencia con respecto a otras materias de la educación física nos obliga a plantearnos metodologías adecuadas a los objetivos.
La creatividad debemos entenderla como una cualidad que se puede desarrollar, y no un don que reciben sólo algunas personas. Requiere esfuerzo y estudio y lleva aparejado el ejercicio de la inteligencia, de la personalidad y de la motivación hacia la tarea que se realiza. Y, por último, la creatividad se debe aplicar siguiendo unos principios de actuación que definen la metodología que proponemos.
Improvisar es un esfuerzo por integrar nuestro conocimiento en nuestra conducta motriz y por facilitar la generación de nuevas ideas en el contexto de la práctica. La improvisación presenta particularidades metodológicas según el contexto en el que se aplica y el tipo de improvisación adecuado al grupo educativo. Especialmente importante es el apartado dedicado a las consignas que delimitan la aplicación metodológica de la improvisación.
A continuación proponemos algunos rasgos observables del comportamiento expresivo que nos han de permitir la evaluación de los esfuerzos.
Por último reseñamos lecturas que complementan o desarrollan las ideas que aquí se exponen.
Utilizar el cuerpo como instrumento de educación requiere algunas reflexiones sobre su aplicación práctica para no desviarnos de nuestros objetivos.
Los titulados en educación física manifiestan con frecuencia la dificultad de aplicar la expresión corporal en la enseñanza reglada, a pesar de que los objetivos de la educación física relacionados con el arte, la estética y la comunicación, así como el potencial creativo del movimiento, han estado presentes en la educación física desde sus comienzos como materia educativa.
La enorme implantación social del deporte y el desarrollo predominantemente deportivo de los estudios profesionales de la actividad física, arrinconan y dificultan la comprensión de una materia en la que, al contrario que cuando se habla de rendimientos físicos, el cuerpo no es el objetivo sino el instrumento. La mayor parte de los contenidos de la educación física (el deporte, el rendimiento, la salud) se valoran según las dimensiones registradas o los logros obtenidos atendiendo a paradigmas positivistas o mecanicistas. Pero la expresión corporal plantea dudas cuando se trata de evaluar de esa manera: Una aplicación docente dirigida a tener éxito en el rendimiento o el conocimiento aplicado, encontrará su reflejo en una expresión corporal de reproducción de habilidades, ajena a la intervención sensible y al desarrollo de la creatividad que reclamamos para esta materia.
Esto nos debe llevar a considerar la necesidad de aplicar metodologías claramente diferenciadas, de las que destacamos cuales deberían ser sus ejes directores:
El reto de la intervención docente en expresión corporal, es que el alumno se manifieste sin barreras: ni físicas ni cognitivas ni emocionales. En ningún caso se trata de proponer aprendizajes complejos que puedan rebasar las posibilidades motrices de los que se expresan. Ni por fuerza, flexibilidad, diferencias psíquicas o físicas o habilidades concretas nadie ha de sentirse excluido. Los esfuerzos que se proponen se deben poder superar por el ejercicio de la voluntad, la concentración, la sensitividad y la sensibilidad. Este es un mensaje que debe quedar nítido para que, quienes participan en la expresión corporal, trabajen con plena confianza ya que, con frecuencia, lo que interfiere la ejecución de una acción motriz con intención expresiva son valoraciones de tipo emocional, como el miedo a ser juzgado o la inhibición ante los demás.
Obviar o rehuir este aspecto del comportamiento expresivo supone apartarse de la búsqueda del desarrollo de la sensibilidad personal y de la intención creativa, cayendo en una expresión corporal de reproducción de estereotipos en la que no aparecen las aportaciones personales, sino la mera exhibición de recursos que pervierte los valores de expresarse uno mismo para caer en una representación teatralizada que no necesita ni aporta ningún tipo de creatividad ni ejercicio de la sensibilidad. Las emociones propias quedan desvirtuadas para dar entrada a modelos de expresión de los sentimientos comercializados y tópicos. En la práctica hemos observado estereotipos frecuentes relacionados con: el travestismo, la violencia gratuita, lo acrobático, el maquillaje, el uso de bandas sonoras de anuncios o tópicos culturales.
La metodología de la expresión corporal en relación con nuestro cuerpo debería atender:
La imagen personalizada de nuestro cuerpo.
La vivencia como aproximación al conocimiento.
El rechazo de los estereotipos sociales y culturales sobre la imagen y la apariencia.
La confianza en nuestra capacidad. •Conciencia de nuestras posibilidades sensoriales, sensitivas y sensibles.
La integración vivencial de habilidades expresivas en nuestro comportamiento.
La experiencia práctica y la reflexión como modo de adquirir vivencias.
Para fundamentar una forma de intervención en la expresión corporal que nos ayude a cumplir con nuestros objetivos, proponemos procesos de trabajo basados en dos formas de comportamiento como son la creatividad y la improvisación.