Читать книгу La tonalidad precisa del rojo - Manuel Broullón - Страница 9

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III

Íncipit

«Recuerde el alma dormida

avive el seso y despierte

contemplando […].»

Jorge Manrique, Coplas a la muerte de su padre.

Comienzas por el principio, tratas de hacer memoria, escribes en presente del indicativo para tratar de comprender la secuencia de acontecimientos.

En las noches insomnes del final del verano, cuando el calor te obliga a dormir con la ventana abierta en la región del sur donde naciste, donde llegaste a ser tú, con la identidad que tirios y troyanos te otorgaron, la brisa azul del amanecer acaricia tu piel desnuda. Mientras, se desvanecen en tu subconsciente los planes premeditados. Los horarios fijados de antemano, repasados mentalmente una y otra vez durante la vigilia, demuestran su insolvencia. Y con la conciencia perdida, tu imaginación precipita la sustancia del deseo sobre la materia del cerebro: la sucesión vertical del relato.

La tonalidad precisa del rojo

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