Читать книгу Más de mil pequeñas cosas que hace la gente feliz y exitosa - Marc Chernoff - Страница 10

10 HÁBITOS que debes DEJAR para ser feliz

CUANDO DEJAMOS DE hacer lo inapropiado, liberamos más espacio para aquello que nos hace felices. Por lo tanto, a partir de hoy...

1. Deja de posponer tus objetivos.

Algunas personas sueñan con el éxito, mientras que otras trabajan duro para lograrlo desde el momento en que salen de la cama. A menudo nos resistimos a la acción y al cambio cuando más los necesitamos. El secreto para avanzar no es otro que comenzar, así que olvídate de la línea de meta y concéntrate en dar tu primer paso, por pequeño e imperfecto que sea.

2. Deja de culpar a los demás y de poner excusas.

Deja de echarles la culpa a otras personas por lo que tienes o no tienes, o por lo que sientes o no sientes. Cuando culpas a los demás de aquello por lo que estás pasando, niegas tu responsabilidad y perpetúas el problema. Deja de ceder tu poder y empieza a responsabilizarte de tu vida. Repartir culpas es una excusa lamentable como cualquier otra, y poner excusas no cambia nada; tú y solo tú eres el responsable del siguiente paso que vas a dar.

3. Deja de intentar evitar el cambio.

Si nada cambiara nunca, no habría un amanecer a la mañana siguiente. La mayoría de nosotros estamos cómodos donde estamos a pesar de que todo el universo cambia constantemente a nuestro alrededor. Aprender a aceptar esta realidad es vital para nuestra felicidad y nuestro éxito. Porque solo cuando cambiamos crecemos y comenzamos a ver un mundo que no sabíamos que era posible. Y no olvides que por buena o mala que sea tu situación en este momento, cambiará; por lo tanto, acéptala y sigue avanzando.

4. Deja de intentar controlar lo incontrolable.

Algunas fuerzas escapan a nuestro control, pero siempre podemos controlar cómo reaccionamos ante ellas. Lo mejor que puedes hacer es no enfrascarte en lo que eres incapaz de controlar e invertir tu energía en aquello que sí puedes controlar, como tu actitud.

5. Deja de hablarte en términos negativos.

Una de las principales razones por las que fallamos es la falta de confianza en nosotros mismos y nuestro diálogo interno negativo. Escucha el discurso que va pronunciando tu mente y sustituye los pensamientos negativos por otros positivos. Con el tiempo, cambiarás el curso de tu vida.

6. Deja de criticar a los demás.

Lo negativo que ves en los demás va mutilando tu propia felicidad. Así que deja de preocuparte por los defectos que ves en todo el mundo y enfócate en ti mismo. Permite que el crecimiento personal y la mejora constantes que experimentas en tu vida te mantengan tan ocupado que no te quede tiempo para criticar a nadie.

7. Deja de huir de tus miedos y problemas.

Créenos si te decimos que si todo el mundo arrojara sus problemas en una pila para que los vieras, probablemente querrías ­volver a tener los tuyos. El mejor enfoque es afrontar los problemas de cara, por más insuperables que puedan parecer. Los miedos, en particular, te impiden correr riesgos y tomar decisiones. Afróntalos pasito a pasito. Domínalos para que no puedan dominarte.

8. Deja de vivir en otro tiempo y lugar.

El pasado se fue y el futuro aún no ha llegado. Por más tiempo que pasemos pensando en cualquiera de ellos y por más que nos lamentemos, nada va a cambiar.

Una de las paradojas más grandes de la vida es que nuestro mejor futuro depende de nuestra capacidad de prestar atención a lo que estamos haciendo ahora, hoy. No fantasees con irte de vacaciones mientras estás en el trabajo, y no te preocupes por el trabajo acumulado en tu escritorio cuando estás de vacaciones. Vive el ahora y observa la belleza que hay a tu alrededor.

9. Deja de tratar de ser alguien que no eres.

Uno de los mayores retos en la vida consiste en ser uno mismo en un mundo que está tratando de hacer que seamos como todos los demás. Siempre habrá alguien más guapo, más inteligente y más joven, y ese alguien nunca serás tú. Sé tú mismo, y las personas adecuadas te amarán, y tú también te amarás más.

10. Deja de ser ingrato.

Recuerda que no todas las piezas del puzle de la vida parecen encajar al principio, pero con el tiempo uno se da cuenta de que encajan perfectamente. Así que da las gracias por aquello que no fue bien, porque eso dejó espacio para aquello que sí va a ir bien. Y da las gracias a quienes se alejaron de ti, porque dejaron espacio para quienes no lo harán.

Por bien o mal que te estén yendo las cosas en estos momentos, despiértate cada día agradecido por tu vida. Avanza con ­gratitud.