Читать книгу Constelaciones familiares - Marcelo Luis Ducruet - Страница 29

EL TERAPEUTA FRENTE A LO QUE ES REAL PARA EL PACIENTE

Оглавление

El mundo tal como lo vivimos es el resultado de nuestra creación, aunque nos cueste reconocerlo.

De la misma manera, la realidad refleja un orden y organización del mundo que está construido por nuestra experiencia.

Esa imagen del mundo está dada, en principio, por nuestro grupo original de pertenencia, es decir, el núcleo familiar. Allí se construyen las relaciones entre cada integrante, entre los miembros y el mundo y se produce la construcción del sí mismo. Son procesos que cohesionan a las familias y que permiten que permanezcan unidas a lo largo del tiempo, más allá de las generaciones. Al mismo tiempo, al tener relación con el exterior, con lo foráneo, están sujetas a intervenciones que pueden desorganizarlas, desarmarlas, dividirlas.

Cada familia tiene un sistema de creencias que la caracteriza que es el prisma a través del cual se mira al mundo y se evalúan las conductas de sus miembros.

Sin duda, las familias tienen un estilo particular y propio que las hace únicas y una construcción de la realidad que es producto de lo heredado a través de las distintas generaciones.

Nuestros gustos, intereses particulares, así como también la manera en la cual conceptualizamos lo que nos rodea surgen automáticamente sin que podamos justificarlos en el hoy a través de una reflexión personal, pues muchos de ellos son heredados.

Quienes nos desempeñamos como psicoterapeutas sabemos que nuestro sistema de creencias influye sin duda en el paciente, y es por esto por lo que debemos estar atentos y mantener nuestra “subjetividad controlada” como diría el maestro Erik Erickson.

Este es un concepto base de todo proceso. Los psicoterapeutas debemos percibir la imagen del mundo del paciente así como la de su grupo familiar, independientemente de quienes sean los que concurren.

El lenguaje, en estas circunstancias, es clave.

Desde esta postura, es claro que debemos ser flexibles y mantener la mente abierta para percibir las sutilezas de las verbalizaciones, de las posturas y gestos y de la realidad tanto del paciente como de su grupo.

Celia Elzufán en su libro El terapeuta como un junco nos dice:

En este libro lo que quiero mostrar es, cómo apoyándome en los principios básicos que aprendí de mis maestros y que aparentan ser tan simples, puedo utilizar todo el arsenal técnico, todas las herramientas que me ofrece el modelo y todas aquellas que se me puedan ocurrir en momentos de creatividad, si me permito estar lo suficientemente abierta como para poder realmente captar, percibir, la construcción de la realidad de quien me consulta, reprimiendo totalmente mis ideas, mis preconceptos, para poder meterme, algo así como ”debajo de la piel del o de los consultantes”.

Para ello considero que tenemos que ser como juncos, porque permanentemente los terapeutas nos enfrentamos con personas distintas, con diferentes ideas sobre su persona, sobre la vida de pareja, sobre la vida familiar. Por lo tanto, mientras estas visiones o construcciones no sean un problema para los consultantes, nosotros no tenemos que transformarlos en un problema… Me gustaría mostrar en esta “charla-narrada” cómo, en diversas áreas de las dificultades humanas, me transformo en junco para poder percibir lo que en sus orígenes, Watzlawick llamó el “lenguaje del consultante” y que luego se sofisticó con el término “constructivismo”. Únicamente transformándome en junco tengo alguna chance de poder ser una “ayudadora” de quien o quienes me consultan y producir el acto mágico del alivio del problema.15

El poder percibir el mundo y los valores del otro es, creo yo, lo más difícil. A pesar de los años de experiencia que tengo, cada vez que tengo que enfrentarme con una persona, o con un grupo de personas es enorme el esfuerzo que tengo que hacer para percibir lo que es válido para el otro y al mismo tiempo, dejar de lado mis propias creencias. Sería algo como contener la estampida de una manada de animales que están en mí y que empujo hacia atrás para poder escuchar solamente lo que le duele o cómo ve el mundo esa persona.16

Sin duda percibir el mundo tal como lo ve el otro es muy difícil, y es una de las claves fundamentales no solamente en la terapia, sino para relacionarnos con el otro aprendiendo a respetar creencias diferentes a las nuestras y darnos la posibilidad de ampliar también nuestro campo de consciencia.

Constelaciones familiares

Подняться наверх