Читать книгу ¿Qué fue el nazismo? Breve análisis del imperio de la barbarie - Marcelo Rolando Blanco - Страница 5
palabras preliminares
ОглавлениеEstas palabras iniciales constituyen una explicación sencilla, pero importante, del ¿por qué? y en especial el ¿para qué? de este trabajo. No soy historiador, soy abogado hace casi treinta años. Sin embargo siempre tuve una gran pasión por la historia, y a manera de esparcimiento o distracción de las cuestiones de la profesión, he estudiado mucho, en especial sobre historia contemporánea. Desde bastante jóven me sentí atraído por las preguntas que, una vez que se enfoca el surgimiento del nazismo y la segunda guerra mundial, es común hacerse: ¿cómo fue aquello posible? ¿hasta dónde puede llegar el odio del hombre? ¿que falla en una sociedad civilizada y moderna para llevar al poder a un dictador y luego venerarlo y seguirlo como a una especie de ser superior? Estos y otros cuestionamiento hicieron que me interesara mucho por la historia del Movimiento Nacionalsocialista alemán y sus consecuencias. Hace ya casi diez años que me involucré más seriamente en el tema, estudiando y analizando un voluminoso material entre libros, artículos, archivos, documentos, aunque siempre como actividad secundaria al ejercicio profesional como abogado. En este período intenté entender y dar una explicación “racional” a lo inentendible, que es la fundamentación, desarrollo y mecánica del Holocausto. Luego, a medida que profundicé en el tema y llegué a tener algunas cosas claras (sólo algunas), surgieron otros interrogantes que podían combinar la historia con mi profesión: ¿qué hizo el nazismo con la ley y el Derecho? ¿Modificaron conceptos y principios para avalar su régimen criminal? ¿Forjaron una legislación y doctrina judicial propia que diera cobertura a su ideología? ¿o simplemente se trató de un régimen sin ley?
No existe otro tema sobre el cual se haya escrito más que sobre el nazismo y todo lo que lo rodea. Desde la literatura histórica hasta la de ficción, Hitler, el nazismo, el Holocausto, la segunda guerra mundial, constituyen por lejos, por muy lejos, los temas de los que más se ha escrito en el mundo entero. Y si hablamos del cine, otro tanto podemos concluír. Aún después de más de setenta años de su apocalíptico final, llama la atención la cantidad de nuevas obras sobre muy diversos temas que siguen editándose. Sin embargo dentro de los miles de libros y artículos sobre el nazismo en general, es poco, comparativamente, lo que se ha escrito sobre el Derecho nazi, o la Justicia nazi. Como también he tenido siempre un gran interés por escribir, tomé la decisión, luego de años de estudio y análisis del tema, de volcar en un trabajo escrito lo relativo al Derecho del nazismo. Sin embargo, pronto llegué a la conclusión de que sería imposible explicar algunas cuestiones sin antes esbozar un análisis más general de la ideología del nazismo. Así nació la idea de este trabajo y así se terminó el mismo. Prefiero llamarlo “trabajo” antes que darle la calificación ampulosa de “obra”. Tal como dije, no soy historiador y no pretendo tener el conocimiento global o la formación de un historiador. Este trabajo no va dirigido entonces a especialistas en la materia, que seguramente podrían escribir mucho mejor y más profundamente sobre estos temas. No he pretendido descubrir nada nuevo, nada que no se haya tratado con anterioridad. He escrito con el mayor de los respetos por aquellos que conocen el tema, que han analizado fuentes dispersas por todo el mundo, y que han escrito obras monumentales difíciles de superar. La finalidad de este trabajo es mucho más sencilla. Está dirigido a despertar interés en aquellos que no conocen el tema, o que lo conocen superficialmente, aquellos que aún no se han hecho las preguntas que antes señalaba, aquellos que no se han animado todavía a leer sobre algo que duele como seres humanos, pero que obligatoriamente deberíamos conocer y pensar. Porque el nazismo fue, a mi entender, la mayor tragedia que ha vivido la civilización. El Holocausto nos coloca frente a un hecho irracional que fue obra de hombres comunes, no de dementes o seres endemoniados. Y no es un fenómeno irrepetible. El nazismo nos coloca también frente al análisis del hombre como ser, ¿bueno por naturaleza? ¿o malo por naturaleza?, y al papel que la Ley y la Justicia juegan ante esa naturaleza humana. El tema trasciende lo meramente histórico y plantea una problemática por demás compleja. Por eso creo que es importante conocer su orígen, su ideología, y por sobre todo saber que existe un momento en el que el mal se hace irrefrenable, en que el camino no tiene vuelta atrás. La humanidad debe intentar no llegar nuevamente a eso. Sin embargo los odios y el fanatismo siguen existiendo, la persecución y las matanzas por motivos religiosos, raciales, sociales o de nacionalismos, continúan a diario en el mundo.
El conocimiento de la peligrosa ideología del nazismo, y todas sus consecuencias, entre las que reviste enorme trascendencia el Holocausto, es una tarea que debemos imponernos todos aquellos a los que el tema nos ha resultado no sólo interesante sino preocupante. Este trabajo es entonces también una especie de legado que quiero dejarle a mis hijos, a quienes adoro, y para quienes deseo que vivan siempre en libertad y en un Estado de Derecho, donde la ley justa impere por sobre todo y todos.
Dicho esto, paso a explicar la metodología de este trabajo. Está dividido en tres partes, a saber, a) el análisis de cuatro fuentes sobre la ideología del nazismo (“Mi Lucha”, la obra de Adolf Hitler; los 25 Puntos del Partido Nacionalsocialista; el Programa del Partido con relación a la política agropecuaria de Alemania; y las conversaciones “de sobremesa” de Hitler con sus allegados); b) el análisis de los elementos característicos que, conforme mi opinión, identifican al nazismo; y finalmente, c) lo relativo al Derecho, la legislación y el Poder Judicial durante el dominio del nazismo en Alemania.
No quiero terminar estas palabras preliminares sin antes agradecer a los historiadores Andres Reggiani, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, y muy especialmente a Marcia Ras, profesora de la Universidad Nacional de Buenos Aires, por sus enseñanzas, sus orientaciones, y por el interés que han despertado en mí para abordar un tema por demás complejo como éste.
Buenos Aires, Junio de 2016