Читать книгу ¿Qué fue el nazismo? Breve análisis del imperio de la barbarie - Marcelo Rolando Blanco - Страница 6

introducción

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La historia de la humanidad es rica, a través de miles de años, en eventos que han marcado esa historia. Hechos que han puesto una bisagra en el desarrollo de la humanidad y que señalan un antes y un después de los mismos. Cualquiera podría preguntarse cuál de esos eventos considera el más importante o el que ha provocado los cambios más profundos. Seguramente habría una inmensa diversidad de opiniones y un enorme abanico de hechos que son considerados así. Se trata obviamente de una materia muy opinable y todas las ideas son respetables.

Luego de analizar largamente el tema, he llegado a considerar que el ascenso del nazismo al poder en la Alemania de 1933, y sus consecuencias más directas, el Holocausto (o la Shoa, en términos hebreos) y la segunda guerra mundial, constituye el proceso histórico más importante que ha vivido la humanidad. Antes de que el lector se sorprenda o, peor aún, se indigne, aclaro que “importante” no signifca necesariamente “bueno” o “positivo”. El análisis y explicación de lo que ha sucedido en ese corto período de tiempo, teniendo en consideración que tenemos miles de años de historia estudiada por el hombre, es, a mi entender, el mayor desafío de los historiadores y especialistas en el tema.

No creo que haya existido otro evento a lo largo de la historia de la humanidad que sea tan difícil de entender en su génesis (¿cómo una sociedad moderna, avanzada y civilizada pudo aceptar y aplaudir la llegada de un régimen de terror único en su especie? ¿cómo pudieron llevarse adelante y permitirse las atrocidades más grandes que el ser humano haya visto?), y que, a la vez, haya generado consecuencias que han cambiado al mundo definitivamente. El mundo no fue el mismo luego de 1945. Como producto de la victoria de unos “aliados” demasiado distanciados en sus ideologías, la humanidad quedó dividida irreconciliablemente por casi cincuenta años. Los avances tecnológicos pusieron al hombre al borde de su propia extinción, en caso de un nuevo conflicto a escala mundial.

A partir de la realidad generada por el nazismo podemos preguntarnos si el hombre como especie que domina la vida en la tierra es un ser “bueno” o si la “maldad” es una característica latente en todo ser humano, esperando el momento adecuado para explotar y mostrarse. A partir de los hechos que el mundo conoció, en especial luego de la segunda guerra mundial, cabe preguntarnos si “todo es posible” que suceda, aún las cosas más aberrantes. No me caben dudas de que la respuesta afirmativa se impone. Ningún otro evento causó la muerte de cincuenta o sesenta millones de seres humanos (nunca sabremos la cifra exacta). Nunca el mundo había visto este nivel de destrucción y devastación. Nunca antes se había tomado conciencia del poder de aniquilación masiva en una sola arma. Ningún otro proceso tuvo como objetivo la extinción total y completa a una escala continental (y quizás mundial) de un pueblo, de una raza, o mejor dicho de distintas comunidades o grupos sociales (no podemos olvidar a los gitanos, los homosexuales, los “asociales”, los discapacitados, los eslavos, las otras “razas inferiores”, entre otros casos). El nazismo no inventó nada, o casi nada, todo estaba ya escrito, pensado, expuesto, pero nadie lo había llevado a la práctica, nadie había llegado tan lejos y mucho menos con tanto apoyo popular (esto último es, quizás, lo más escalofriante). ¿De qué es capaz el hombre cuando está desesperado, cuando no tiene esperanza, o trabajo, o comida? Seguramente cualquiera diría que el hombre común, el “hombre corriente”, no llegaría a extremos aberrantes. Además no fueron solamente los “desesperados” los que apoyaron la llegada de este régimen único en su género. Sin embargo, vamos a cambiar la pregunta y la respuesta no será tan sencilla ¿de qué es capaz el hombre cuando el Estado le permite traspasar límites insospechados? ¿De qué es capaz cuando no sólo lo que antes era “malo” ahora es permitido, sino que el Estado invierte los conceptos y ahora empuja y premia la comisión de actos otrora impensados? ¿De qué es capaz cuando se vive en un mundo sin ley, o peor, cuando la ley es injusta? ¿Qué sucede cuando el Derecho y sus operadores, jueces y abogados, son devastados y puestos al servicio de las ideologías y gobiernos de turno?

El nazismo ha puesto de resalto una enorme cantidad de debates que aún, luego de más de setenta años, no están resueltos. Desde la ciencia jurídica diremos que se ha reabierto el debate entre positivistas e iusnaturalistas. Volvemos a la vieja pregunta de si cualquier ley o norma debe ser respetada y cumplida, diga lo que diga. Y pone obviamente de resalto la importancia del imperio del Derecho y la Ley en cualquier sociedad que pretenda vivir en paz.

Ningún otro suceso ha generado la impresionante bibliografía que se ha escrito, de tan distintos temas, todos ellos vinculados, como lo referente al nazismo, y la segunda guerra mundial. Harían falta varias vidas para poder leer todo lo que se escribió y se sigue escribiendo al respecto. Y a eso le podemos añadir la innumerable cantidad de trabajos cinematográficos, documentales, series televisivas, trabajos monográficos, estudios, tesis, etc.

Luego de muchos años tratando de no ver la realidad que habían vivido, casi llegando a una especie de amnesia general, los historiadores alemanes se permitieron escribir sobre el tema, sobre “su” pasado. Es altamente elogiable que lo hayan hecho ya que aún esperamos que algún historiador japonés exponga la barbarie desatada por el “Imperio del Sol” o que los historiadores estadounidenses se atrevan a hablar de genocidio al analizar la historia de Hiroshima o Nagasaky, o inclusive el inhumano bombardeo sobre Dresden (cuya ignominia comparten los angloamericanos). Los historiadores alemanes han dado lugar inclusive al llamado “debate de los historiadores”. La “Historikerstreit” o “disputa de los historiadores”, tuvo lugar en la República Federal de Alemania a mediados de los años ochenta. Constituyó por sobre todo un debate político que giró en torno a la interpretación de Alemania durante el Nazismo, y cómo se tenía que analizar y entender el nacimiento de esa ideología y su ascenso hasta llegar al poder. Allí los revisionistas, encabezados por Ernst Nolte han intentado introducir nuevas teorías, por cierto menos inculpatorias, respecto del régimen nazi.

La segunda guerra mundial y su indiscutible generador -el nacionalsocialismo- han dejado una huella imborrable en la humanidad y en el mundo que vino a su término. Dos países, Alemania y Austria, dejaron de existir jurídicamente, al menos por un tiempo; dos ciudades, Berlín y Viena, vieron a su población interna dividida entre los aliados; Alemania sufrió una división política desgarradora de la que surgieron dos países con una misma nación; un nuevo estado, Israel, fue creado como “compensación” por el Holocausto; hubo consecuencias geográficas; Alemania perdió territorios; se produjeron deportaciones masivas de alemanes que vivían fuera de su país en territorios que habían sido conquistados; marcó el fin del predominio de Europa en la hegemonía mundial; terminó con la influencia de los intelectuales alemanes; catapultó al comunismo como una forma de gobierno extendida por el mundo a la fuerza; terminó definitivamente con el aislacionismo de Estados Unidos, que adoptó de allí en más su rol de “guardián de la democracia”; y marcó la peligrosa división ideológica del mundo en su eje este-oeste. Y por qué no mencionar también que muchos símbolos, gestos, saludos, frases, lemas, himnos o insignas, quedaron prohibidos (legal o socialmente). Una forma de pensar quedó prohibida, por más autoritario que suene decirlo, y puede constituir delito según el país. Y hasta determinada combinación de colores, formas de vestir o estilos, están mal vistos y reprimidos socialmente. Pensemos, como simple ejemplo, si alguien se atrevería hoy a caminar libremente con un bigote “recortado a lo Hitler”, por más banal que esto parezca.

Interesantísimos temas de debate se han abierto en el estudio de la génesis, desarrollo y conclusión del proceso nacionalsocialista. A modo de ejemplo señalamos algunos de ellos.

¿Qué fue el nazismo? ¿Es un modo de fascismo? ¿Ha sido un sistema totalitario? ¿Que lo diferencia del bolchevismo y del stalinismo? ¿Fue una reacción necesaria al bolchevismo ruso? ¿Que influencia tiene en su análisis el racismo biológico?

¿Cuál fue la causa del profundo antisemitismo? ¿Fue la solución final, el exterminio, premeditado desde el ascenso al poder, o se generó en el camino por otras causas? ¿Estaba inserto en la forma de ser de los alemanes?

¿Fue la primera guerra mundial y el Tratado de Versalles el prólogo de esta segunda guerra, haciéndola inevitable?

¿Qué participación tuvo el pueblo alemán en este proceso devastador? ¿Quiénes apoyaron la llegada de este régimen político único? ¿Qué sabían los alemanes de lo que ocurría?

¿Fue el nazismo un régimen capitalista o socialista?

¿Fue Adolf Hitler un demente, un estadista, un estratega, un genio militar? ¿Fue sólo él quien ordenaba lo que debía suceder? ¿Tuvo un programa de gobierno o un plan preconcebido para desarrollar una política o fue desarrollando su política conforme sucedían los acontecimientos?

¿Fueron pocos los que leyeron lo que Adolf Hitler había escrito o simplemente no le creyeron capaz de llevar a la práctica su ideología?

¿Fue la Alemania nazi un Estado sin ley, o tuvo un régimen jurídico que amparó sus actos?

Muchos de estos interrogantes llevan aún hoy a debates intensos y que no parecen tener una solución definitiva.

La variedad y vastedad de temas vinculados al ascenso del nazismo y a la segunda guerra mundial como hecho socio-político, es inmensa. Abordarlos todos resulta casi imposible. Sin embargo creemos que sería importante comenzar por analizar, mucho antes de entrar en algunas de las cuestiones de debate que expusimos arriba, lo que el propio “padre” del nazismo plasmó como su ideología política y plan de gobierno. No podemos soslayar que Adolf Hitler dejó escrito lo que pensaba, aunque en el momento de escribirlo fuera casi imposible creer que lo llevaría a la práctica.

¿Qué fue el nazismo? Breve análisis del imperio de la barbarie

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