Читать книгу Stigma - Marta Cruces - Страница 22
ОглавлениеViernes 7 de septiembre
01:15 p.m.
Ry
Estudios KTV
Aunque KTV haya decidido muy acertadamente posponer la grabación de Turtle path durante un par de semanas, Ry ha ido temprano para realizar una sesión de fotos con los actores protagonistas. Sabe que la única razón por la que quieren hacerla es para generar más expectación, pero él no tiene problema. Puede sonreír a cámara todo lo que quieran, es algo que consigue hasta dormido.
Sin embargo, el actor protagonista lleva varias horas de retraso y Ry está inquieto. Por una vez, sus pensamientos no giran en torno a la situación de St!gma. ¿Y si no le da tiempo a ver el streaming del League of Legends Championship Series justo cuando jueguen Rising Phoenix?
Porque sí, los rumores que dicen que Ry de St!gma es un aficionado del juego online son ciertos, hasta el punto de seguir las clasificatorias pese a la diferencia horaria con Europa.
Se ha refugiado en una sala de espera que tiene buena cobertura para poder ver todos los encuentros que pueda. Sabe que Jiyoung negaría con la cabeza y le preguntaría por qué se esfuerza tanto en no ser sociable. A Ry no le importa, disfruta con ese rato. Sobre todo, porque lo comparte con Yoora. Da igual que ella siga en Gangdong cuando los dos están conectados al League of Legends, es como si el espacio se minimizara y volviera a estar junto a su amiga.
—¿Qué es eso? —pregunta Arem sentándose a su lado.
Ry aparta la mirada de la pantalla rápidamente en cuanto se da cuenta de que tiene compañía, pero no cierra la pestaña y solo se quita un casco. Arem está sentada de lado en el sofá, echando un vistazo por encima de su hombro. Su melena rubia huele a fresas y el maquillaje que le han puesto para la sesión es tan potente que es imposible distinguir los lunares reales de los dibujados.
Como el papel de Arem es el de la protagonista femenina, todos los detalles están cuidados al milímetro. Seguramente, le haya costado librarse del equipo de maquilladores, peluqueros y estilistas para encontrarlo.
Se desconecta de la sala de chat en la que comentaba la partida con Yoora e intenta acordarse de que después tiene que borrarla.
—Es un videojuego —responde Ry al tiempo que le muestra el teléfono para que lo vea.
—¿Es el mismo que juega Tae?
—No, no, es otro, él y Jaehee juegan al Overwatch. Este es mejor.
Arem entrecierra los ojos como si no se fiara de las palabras de Ry y él compone una expresión angelical.
—Seguro que Tae no opina lo mismo —refunfuña la chica—. Hoy estaba en Central City, ¿verdad?
El plan del día de Taeyang es visitar el inmenso complejo comercial para intentar calmar los ánimos después de las alarmas que ha disparado el estado de Jaehee. Ry sonríe y termina por aceptar que Arem no se va a marchar hasta que consiga enterarse de cómo está su amigo. Tendrá que buscar las partidas de Rising Phoenix cuando vuelva a casa. Baja el teléfono y enrosca los cascos. Espera que Yoora no se tome a mal su desaparición.
—Sí, debían cerrar un trato y sacarse unas fotos para hacerlo oficial —explica Ry sabiendo que no hay problema en desvelarle esa información a Arem.
La chica ladea la cabeza y asiente. Ry espera pacientemente a que se atreva a continuar la conversación.
—¿Cómo está?
—Bien. —Arem alza una ceja, disconforme con esa respuesta tan neutra—. Cansado, preocupado y triste, ya conoces a Taeyang.
El semblante apagado de la chica le da la razón. Claro que lo conoce, llevan años siendo amigos. Para Ry, son la relación más duradera del mundo del entretenimiento. Quitando la amistad que une a St!gma con Bright, por supuesto.
—Me llamó ayer por la noche, estaba muy afectado. ¿Discutió con Jaehee?
Ry desvía la mirada y siente la garganta seca. Es algo que le ocurre siempre que debe tratar un tema peliagudo.
—No, no, con Jaehee está bien.
—¿Entonces ha sido Jiyoung? —insiste ella con cierta crispación.
—Arem, por favor —le pide Ry empezando a agobiarse.
—Sabes que puedes confiar en mí, no diré nada —le asegura Arem.
Y Ry sabe que es verdad, pero no depende de él. Es una regla no escrita entre los miembros de St!gma, ninguno de ellos revela información que no les corresponde.
—Si Tae no te lo ha contado, yo no voy a meterme.
La voz del chico ha ganado firmeza y el suspiro de Arem lo relaja de forma considerable. Eso quiere decir que va a dejar pasar el asunto.
—El caballero de la brillante armadura tan honorable como siempre —replica ella con un mohín adorable.
Ry le responde con un encogimiento de hombros. Lo incomoda ese apodo que se ha ganado por sus modales tan tradicionales, pero es algo contra lo que no puede luchar. Después de todo, es parte de su forma de ser.
—Te lo contará —la tranquiliza Ry.
Arem está a punto de decirle algo cuando el teléfono de él los interrumpe. Ry se pone en pie, disculpándose, y coge la llamada de Hyun. Siente el corazón en vilo, deseando que no haya ocurrido nada malo.
—¿Qué pasa?
Nota que la chica se levanta también y se acerca a él. Apenas le llega al hombro, así que no tiene miedo de que pueda escuchar su conversación, pero le dirige una mirada que la obliga a retroceder.
—Me acaba de llamar Jiyoung para decirme que han entrado en casa —responde Hyun a bocajarro.
—¿Qué? —pregunta Ry sin saber cómo reaccionar—. ¿A qué te refieres?
—Que unas jixis han entrado en casa. Ry, ¿qué te pasa?
—Nada, nada —carraspea—. ¿Voy a casa?
—Sí, yo estoy volviendo de las oficinas y Taeyang ha llegado ya.
—Pero ¿qué es lo que ha ocurrido? ¿La seguridad ha fallado? ¿Quién está con Jaehee?
Hyun resopla al otro lado de la línea y Ry levanta ambas cejas, anticipando la respuesta del chico.
—La nueva —suelta Hyun, casi escupiendo.
—¿Por qué me da la sensación de que eso te molesta? —pregunta Ry.
—Porque lo hace, no me gusta esa chica.
—¿Y quién te gusta de entrada, míster simpatía?
—¿Quieres callarte y volver a casa, listillo? —Hyun ignora su provocación.
En ese momento, el mánager Cheol abre la puerta de la sala de espera con la chaqueta de Ry y una expresión seria. Arem se remueve en el sitio, casi tan intranquila como él.